Capítulo 6

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Narra Sarah

Estaba en mi habitación, no había bajado a desayunar, no quería verlo.

—Hola Sarah —Dice con una sonrisa, pero no ocultaba lo triste que estaba.

—Hola Ame.

—Oye sobre anoche ¿mi hermano
hizo? —Pregunto.

—No solo me advirtió —Digo seca.

—Lo siento de verdad —Baja la cabeza.

—No tienes por que disculparte, no te pongas triste, no me digas que ya no quieres salir conmigo —La ánimo.

—¿Encerio? ¿Te dio
permiso? —Pregunto emocionada.

—Ehh permiso no, digamos que nos vamos a escapar como todas unas rebeldes —Digo entre risas.

—Que emoción, nunca me e
escapado —Empezó a dar pequeños saltos, no puede ocultar mi sonrisa.

—Ve a cambiarte de ropa y no dejes que James te vea, te espero en la
sala —Susurro.

Ella salió de la habitación corriendo, dios estaba emocionada, un día de chicas, me puse un pantalón negro, un top blanco y unas botas negras y para terminar una chaqueta negra, hice la silueta de mi cuerpo con las almohadas y las cubrí con la sabana, parecía que estaba durmiendo, sali de mi habitación, baje las escaleras y me senté en el sofá a esperar a Amelia.

Ella bajo vestida igual a mi, solo que tenía una chaqueta blanca.

—No puedo creer que estemos vestidas igual —Dice Amelia con emoción.

—Yo tampoco lo puedo creer, bueno vámonos.

Salimos de la casa, caminamos unas cuadras y llegamos al centro, fuimos a una cafetería y nos sentamos en una mesa.

—¿Que van a ordena? —Pregunto una mesera.

—Un batido de chocolate —Decimos Amelia y yo al unísono.

Ambas nos miramos emocionadas, la meseta se fue.

—No puedo creerlo —Dice con una sonrisa.

—Yo tampoco.

—¿Será que tenemos los mimos
gusto? —Pregunto.

La mesera trajo nuestros batidos.

—No lo sé....Cantante favorito...

—Louis Tomlinson —Decimos la mismo tiempo.

—Ehh...Postre favorito —Dice.

—Pastel de chocolate —Decimos.

—Color favorito —Digo.

—Morado —Volvimos a decir, es mi alma gemela.

—Animal favorito —Dice emocionada.

Desvíe la mirada y lo que vi, hizo que el corazón me la tierra por millón.

—James —Digo sin poder creerlo.

—¿Que? No —Dice confundida.

—No, James esta aquí —Señaló  a James, ahí estaba, parecía estar buscando nos.

—Carajo nos va a matar —Dice asustada.

Mire una tienda de pelucas y se me vino una idea.

—Ven sígueme —Pago la cuenta.

Corrimos a la tienda y entramos, Amelia miro las pelucas y luego me miro.

—¿Estas pensando lo que estoy pensando? —Pregunte con una mirada pícara.

—Ohh si amiga —Dice con una mirada de cómplice.

Compramos dos pelucas rubias.

—¿Crees que nos
reconozca? —Pregunte.

—No si usamos esto —Saca dos gafas de sol.

Nos pusimos la gafas y seguimos con lo nuestro, compramos mucha ropa y muchos dulces, regresamos a la casa.

—Ame y si James nos está esperando en la sala o esta en mi
habitación —Digo con los nervios de punta.

—Tranquila conozco una entrada
secreta —Camina hacia la parte trasera de la casa.

—Mira esta el la ventana del sótano, mi hermano nunca entra, antes de que nos fuéramos deje unas pijamas ahí, entramos por la ventana y nos ponemos las pijamas y le diremos que estuvimos todo el día en el
sótano —Dice con una sonrisa de victoria, espero que James crea esa mentira.

—¿Y que haremos con todas las cosas que compramos? —Pregunte.

—Las dejaremos en el sótano hasta que podamos subirlas a la
habitación —Respondió.

Metimos las cosas primero, luego entramos, Amelia me dio un camisón muy sexy pero no dije nada los nervios me mataban, escondimos las cosas muy bien en el sótano, estábamos apuntó de salir del sótano cuando...

—Ame espera —Digo tomándola del brazo.

—¿Que pasa? —Pregunto.

—Las pelucas —Respondí.

Nos quitamos las pelucas, ahora si estábamos listas, salimos y lo que vimos no nos gusto para nada.

—Creen que soy idiota verdad —Dice James, molesto.

—Hermanito te lo puedo
explicar —Dice  nerviosa.

—Amelia vete a tu
habitación —Ordenó.

—No voy a dejar que le hagas algo a mi amiga —Dice Amelia tomando me de la mano.

—¡QUE TE VALLAS! —Grito.

Amelia empezó a llorar, ¿Como puede tratar a su hermana de esa manera?.

—Amelia es mejor que te vallas, voy a estar bien —Digo con una sonrisa.

Amelia me abrazó.

—Fue el mejor día de toda mi vida, gracias Sarah.

—El mío también, anda ve a tu
habitación —Digo.

Amelia se fue corriendo, James se veía muy enojado.

—Te dije que no salieras y es lo primero que haces —Me toma del brazo y me lanza contra la pared.

—¡SOLO QUERÍA ALEGRARLE EL DÍA A TU HERMANA, PERDÓN PERO, PARA ESO ME TRAJISTE! —Grite.

—Quítate la ropa —Ordenó.

Le hice caso, no quería tener más problemas de los que ya tenía el día de hoy, me quite la ropa hasta quedar solo con mis bragas, James saco una especie de látigo.

Carajo me va a pegar con eso...

—Arrodíllate —Ordenó.

Me puse de rodillas dándole la espalda, el suelo estaba frío, ya sabia lo que venía, el primer golpe con el látigo dolió pero guarde mi dolor, no iba a mostrar nada de debilidad, el segundo sentí como rompió mi piel.

—No me voy a detener hasta que
ruegues —Dice dando el tercer golpe.

—Tal vez..... no quiero que.....lo
hagas —Digo con dificultad.

Dios quería gritar pero siempre fui fuerte, nunca mostré mi dolor, siguió con los golpes, había perdido la cuenta, ya estaba esperando otro golpe con el látigo cuando...

—Se suponía que lo
disfrutaba —Murmuro.

—¿Por qué... no... sigues? —Pregunté, sentía como mi cuerpo temblaba, tenía frío, me sentía débil.

—No puedo —Dice serio.

—¡TERMINA ESTO DE UNA PUTA
VEZ! —Grite con dolor, la sangre corría por toda mi espalda, el suelo estaba lleno de sangre.

James se fue cerrando la puerta, sentía que no tenía mas fuerza, me acosté en el frío suelo.

Vendida al Diablo    [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora