Vendida al Diablo [Completa]

Capítulo 26

Narra Sarah

El camino en el auto fue un completo silencio, estaba nerviosa, James no me había mirado y mucho menos hablado durante todo el camino, ¿Que estará pensado?.

Llegamos a la casa y baje rápidamente del auto, quería ir a mi habitación lo más rápido posible, estaba avergonzada, cuando vi a James con Megan... Dios estaba celosa, muy celosa, actúe como una estúpida inmadura, ni siquiera somos nada.

Al entrar a la casa camine lo más rápido que pude hasta las escaleras.

—¿A donde crees que vas
pelirroja? —James sujeta mi cadera con fuerza pegando me más a si cuerpo, era imposible soltarme, mi corazón parecía que iba a salir de mi pecho en cualquier
momento —¿Crees que te irás así de fácil después de el drama que hiciste?.

—J-james por favor —Suplique —¿Que es lo que quieres de mi?.

Suspiro, su aliento chocaba en mi
cuello —Quiero todo de ti, aunque no lo merezca, quiero que me hagas feliz.

—No lo entiendo.

Me gire haciendo que el me mirara a los ojos, podía ver su mandíbula tensa.

—Pelirroja no soy bueno en estas cosas,  solo... Se que no soy perfecto, no soy el príncipe que llega y te rescata,  estoy jodido, mi vida no tenía sentido hasta que tu llegaste, que al principio fuy una mierda contigo, pero no puedo ocular este sentimiento que es nuevo para mi, mi infierno se transforma en el cielo si tu estas en el.

Le di una pequeña sonrisa.

—No necesito a un príncipe, como te dije antes, quiero a un guerrero que pelee conmigo mis batallas, tu eres ese guerrero James, no necesito nada más.

Me beso, me tomo por sorpresa, pero respondí, sus labios estaban tibios, besaba los míos de manera cuidadosa, como si fueran de porcelana y tuviera miedo de romperlos.

Me separe de inmediato, gracias a los tacones mis pies estaban adoloridos.

—¿Que pasa? —Me miro confundido.

—Solo me duelen los pies —Me quite los tacones y sentí un gran
alivio —Estoy cansada.

Tan pronto dije esas dos últimas palabras James me cargo como una princesa entre sus brazos.

—¿Que haces? —Pregunte con una sonrisa.

—Pensé que sería romántico cargarte hasta la habitación —Se en coje de hombros y empezó a subir las escaleras.

—Eso lo hacen las parejas recién casadas —Digo entre risas —No estamos casados...

—Aun, tengo que practicar, no querrás que te deje caer cuando vallamos a la habitación por nuestra luna de miel —Dice con una sonrisa pícara.

Deje de reír de inmediato, sentía como mis mejillas se sonrojaron de inmediato.

—T-tu no me dejarías caer —Digo nerviosa.

—¿Estas segura? —Pregunto incrédulo.

—Si lo estoy, tan segura como que me llamó Sarah Walker —Digo convencida, el me miro por unos segundos y luego me dio una sonrisa, me gustaría saber qué pasa por su cabeza —¿En que piensas?.

—Sarah Miller, sonaría mucho mejor.

¿Ese era su apellido?¿James Miller?.

—Nunca me dijiste tu apellido —Digo un poco sorprendida.

—¿No? ahora si —Creo que estaba tan distraída que no me di cuenta es ya estábamos en la habitación.

—Ya me puedes bajar Miller.