Epílogo

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Las cosas entre Tsukishima y Yamaguchi siguieron escalando poco a poco. Ahora tenían 23 y cada vez se acercaba el momento de su coronación, a Yamaguchi aún le asustaba un poco eso, aunque ya no tanto como cuando tenía 17 años, ya sabía y había aprendido más cosas, ya tenía algo más de confianza al respecto.

Aún así, debía decirle a su padre acerca de Tsukishima, no lo había hecho porque sentía algo de miedo, pero era algo que tenía que hacer.

— Papá... —Se encontraba en la oficina junto con su padre, estaban a solas, por lo que pensó que sería buen momento para decirle. El rey volteó con su hijo dándole a entender que lo escuchaba, Yamaguchi dio un gran suspiro intentando calmarse. — Ah... Sobre tener que casarme para heredar el trono... —Estaba empezando a ponerse nervioso.

— No te preocupes por eso, puedes heredarlo solo si no quieres casarte. —Dijo intentando calmar a su hijo, pues parecía nervioso. Además ya había hablado de eso anteriormente y ya había decidido aceptar la decisión que su hijo tomara.

— Es solo que... Si quiero casarme con alguien... Tengo a alguien que me gusta. —Empezó diciendo algo tímido, pero a medida que avanzaba intentaba tomar seguridad, aunque estaba algo sonrojado y desviaba la mirada de vez en cuando.

El rey vio cada detalle que su hijo hacía, parecía muy nervioso. A decir verdad ya lo sabía, todos lo sabían, y se preguntaba cuando su hijo le diría al respecto.
— ¿Es el guardia Tsukishima? —Más que pregunta parecía afirmación.

Yamaguchi se quedó perplejo. — ¿Cómo...? —Ni siquiera pudo terminar la pregunta de lo asombrado que estaba.

— Yo también fui joven, Tadashi. —Dijo algo divertido y viendo a su hijo con una expresión serena. — Y esa forma en la que se miran y actúan ustedes dos, es de jóvenes enamorados. —Dijo dando una ligera risilla al ver que su hijo estaba rojo probablemente de la vergüenza. Y como no, todos en el palacio ya se habían dado cuenta la forma en que actuaban ellos dos. — Si quieres estar con él, ¿quién soy yo para impedirlo?

Yamaguchi al escuchar eso volteó con su padre, el cual lo miraba con una sonrisa tranquila, gesto que regresó.

— Solo dile a Tsukishima que no importa si se convierte en rey, yo todavía tengo autoridad para hacer que le corten la cabeza si te hace llorar. —Amenazó aún con la sonrisa en su rostro, pero cerrando sus ojos fingiendo inocencia.

— ¡Papá!



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Dos años pasaron y con ella la boda de Yamaguchi y Tsukishima llegó.

La ceremonia había acabado y se encontraban en el palacio festejando, todo el pueblo había sido invitado y todo el pueblo celebraba, incluso Kageyama y Hinata habían asistido a la boda y parecían que se llevaban mucho mejor, incluso ahora hablaban y jugaban entre ellos.

La ahora feliz pareja se encontraba recibiendo algunas felicitaciones de los aldeanos, cuando de pronto se acercó un rostro que Yamaguchi reconoció al instante.

— ¡Kei, Tadashi! —Akiteru se acercó por fin hasta donde estaba su hermano y ahora cuñado para felicitarlos. — ¡Felicidades, mi hermanito por fin se casó! —Dijo limpiándose algunas lágrimas de felicidad que amenazaban con salir de sus ojos.

— Muchas felicidades, chicos. —También se acercó la señora Tsukishima para igual felicitarlos con una sonrisa.

— Muchas gracias. —Yamaguchi contestó alegre con una gran y brillante sonrisa, la cual al verla la señora Tsukishima no se pudo resistir y abrazó a su ahora yerno. Yamaguchi se sorprendió un poco por el repentino abrazo, pero la correspondió.

— No puedo creer que Kei se haya casado con un chico tan adorable como Tadashi. —La señora Tsukishima dijo muy feliz y ahora parecía ella la que iba a llorar de la felicidad.

— Yo tampoco puedo creerlo. —Le dio la razón Akiteru. — Aunque bueno, desde niño Kei siempre parecía interesado en ti, Tadashi. —Mencionó algo pensativo viendo a su madre, esperando que ella también lo recordara.

Yamaguchi volteó con Tsukishima curioso, pero este parecía evitar encontrarse con su mirada.

— ¡Sí lo recuerdo! —Completó la señora Tsukishima. — Un día solo llegó y empezó a preguntar por el príncipe, y en cada visita real iba a verte. —Empezó a decir dirigiéndose con el pecoso, pero no había ni una pizca de maldad en lo que decía. Kei por su parte se estaba empezando a poner rojo de la vergüenza.

— E incluso cuando le dije que los guardias vivían en el palacio empezó a entrenar para poder pasar las pruebas para ser guardia. —Akiteru al ver el rostro curioso de su cuñado empezó a igual decirle.

— Porque no mejor van a saludar al padre de Tadashi. —Interrumpió Kei mientras tomaba por el hombro a su madre y hermano y los empujaba discretamente. Los cuales algo confundido se miraron entre ellos, pero decidieron aceptar e ir con el señor Yamaguchi.

Cuando el de lentes regresó con Yamaguchi vio que este solo lo miraba algo divertido.
— Por favor... No digas nada. —Dijo sonrojado y desviando levemente la mirada.

Tadashi solo rió divertido y tomó del brazo al rubio, para ambos empezar a caminar a donde estaban todos.









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FIN

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Bueno, este fue el primer fic que hago con esta temática, me encantan las historias de temática medieval, con realeza y hechiceros, no me animaba a hacerlos porque sentía que no iban a salir, pero ya alv(?)

De hecho tengo pensado hacer una historia igual de temática medieval pero ahora KageGuchi... Pero aun me falta ver algunas cositas.

Muchas gracias por leer y espero que les haya gustado ♡


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