UNTIL THE END; Draco Malfoy.

──── 005.

Nevaba copiosamente en el castillo y sus alrededores. El carruaje de Beauxbatons, de color azul claro, parecía una calabaza enorme, helada y cubierta de escarcha, junto a la cabaña de Hagrid, que a su lado era como una casita de chocolate con azúcar glasé por encima, en tanto que el barco de Durmstrang tenía las portillas heladas y los mástiles cubiertos de escarcha.

El Baile de navidad se acercaba cada vez más y varios alumnos se encontraban emocionados, mientras que otros se encontraban en pánico al no tener alguna pareja para dicho día.

A pesar de no tener una pareja de baile me encontraba tranquila.

—¿Qué tal?

Cedric Diggory había aparecido frente a mí, sonriente como siempre.

—Todo bien —dije de manera tranquila—. ¿Qué hay de ti? ¿Emocionado por el baile?

—Más que emocionado diría que estoy nervioso —dijo—. ¿Sabías que los campeones debemos de abrir el baile de Navidad?

—He oído algunas cosas de los demás alumnos.

—¿Qué sucede si en mitad del baile hago un desastre?

—No sabía que Cedric Diggory pudiera entrar en pánico.

—Soy humano. También puedo entrar en pánico.

—Lo sé, lo sé —solté una risa y él ha reído conmigo—. Estarás bien. Y si no, deja que tu pareja te guíe.

—¿No debería de ser yo quien guíe a mi pareja?

—Las mujeres también podemos guiar —dije de manera orgullosa.

—Entiendo —sonrió. Cedric saludó a unos alumnos que pasaron por nuestro lado para luego mirarme con tranquilidad, al parecer nuestra charla lo había relajado—. ¿Y bien? ¿Ya conseguiste una pareja de baile?

—No. Me quedaré en la sala común con Sky mientras leo mi libro de Criaturas Mágicas —dije—. Además, nadie querría ir conmigo.

—No digas eso. De seguro hay alguien...

—La mayoría me ve como una loca obsesiva por las Criaturas Mágicas.

Cedric frunció el entrecejo un momento, pero luego se tranquilizó y sonrió mientras saludaba a una persona detrás de mí.

Harry Potter pasaba por el lugar con una expresión desilusionada en su rostro.

—Harry —le llamó Cedric, pero el muchacho andaba en las nubes por lo que pasó por nuestro lado sin siquiera notarnos—. ¡Harry!

Harry se sobresaltó, dirigió su mirada hacia la persona que lo había llamado y dijo:

—¿Qué sucede?

Me había sorprendido al ver que Harry había colocado una expresión malhumorada al percatarse de que era Cedric quien lo había llamado.

—¿Ya has conseguido pareja de baile?

—No —respondió con aspereza.

Cedric, quien no le importó la expresión que le lanzaba Harry o su tono de voz ha sonreído y sabía perfectamente lo que pensaba hacer. Pero antes de que pudiera evitarlo ha colocado sus manos en mis hombros para así colocarme frente a Potter, quien retrocedió unos pasos ante nuestra cercanía.

—¿Por qué no vas con ella?

—¿Qué...?

Sabía que Cedric solamente quería ayudarme, pero por la manera en que nos ha mirado Harry he de suponer que no quería ir con alguien como yo.

—Harry ya debe de tener a alguien en mente... —dije, intentando ignorar la mirada extraña que me dedicaba el muchacho de Gryffindor—. No deberíamos de molestarlo. 

—Oh, perdón, no había pensado en eso —dijo Cedric incomodo. Soltó mis hombros y me miró fijamente antes de volver a sonreírme—. Buscaremos a otra persona.

En ese instante el rostro de Draco Malfoy ha pasado por mi mente, lo cual ocasionó una sensación extraña en mi pecho.

—Iré con ella.

Las palabras de Harry ocasionaron que Cedric soltara un grito de satisfacción como si lo hubieran invitado a él. En cambio, conmigo ocasionó que dejara de pensar en Malfoy y me concentrara completamente en él, ya que no esperaba que aceptara ir al Baile de Navidad conmigo.