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La noche precedente a la segunda prueba Cedric se sentía bastante intranquilo. A pesar de que él ya tenía el hechizo que utilizaría para ese momento.
—Todo saldrá bien —dije dándole pequeñas palmadas en su espalda—. Debes de tener más confianza en ti.
—Lo sé... Pero no puedo evitar sentirme de esta forma.
Volví a darle unas palmadas en su espalda en una forma de tranquilizarlo, y entonces Ernie Macmillan ingresó a la sala común.
—Scamander. Te está buscando la profesora Sprout —dijo, tranquilamente—. Te espera en el Invernadero.
—Entiendo —asentí y he mirado a Cedric—. Regreso en un rato.
Cedric me dedicó una sonrisa antes de levantarse y acercarse a sus compañeros de clases. Abandoné la sala común en dirección al Invernadero donde me estaría esperando la señora Sprout.
Mientras caminaba hacia allí no podía dejar de pensar en Cedric, pero tampoco podía evitar pensar en Malfoy. Mañana sería la segunda prueba, lo cual significaba que ambos compartiríamos sitio para poder ver quien gana dicha prueba.
Sinceramente esperaba que quien ganara la segunda prueba fuera Cedric.
—Señorita Scamander, finalmente ha llegado —dijo la señora Sprout al verme ingresar al Invernadero—. Creí que no vendría y tendría que acudir a la segunda opción.
—¿Sucedió algo?
El nerviosismo comenzó a atacarme cuando la he visto mirarme con seriedad.
—Tranquilícese, no es nada malo —dijo, calmadamente—. Ahora esto no tardará demasiado...
—¿Qué quiere decir?
La profesora Sprout tomó su varita y con un movimiento lanzó un hechizo que hizo que todo a mi alrededor se tornara de negro.
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Un aire limpio, fresco y maravilloso me produjo escozor en mi cara empapada. Tomé una bocanada de aquel aire, con la sensación de que nunca había respirado de verdad y, jadeando he mirado a mi alrededor.
Desde las tribunas, la multitud armaba muchísimo jaleo: todos estaban de pie, gritando y chillando. No comprendía lo que sucedía, pero entonces he sentido como alguien sostenía mi brazo y al ver a Cedric me quedé todavía más confusa.
—¿Qué está sucediendo...? —pregunté con la voz un tanto ronca—. ¿Por qué estoy aquí?
—¿Qué no te lo han explicado? —preguntó realizando la misma expresión de confusión que yo—. Te lo explicaré cuando salgamos de aquí.
Cedric me ayudó a salir del agua, donde nos recibió la señora Pomfrey con unas mantas muy gruesas. Nos envolvió en ellas y nos obligó a beber una poción muy caliente que hizo que de nuestras orejas saliera humo.
La multitud presente gritaba el nombre de Cedric de manera animada.
—¿Podrías explicarme lo que sucede?
—Bueno... se supone que nuestra prueba era recuperar lo más preciado que se nos había quitado —explicó, mirando el lago como de ahí aparecía Hermione y Viktor Krum—. La profesora Sprout me preguntó quiénes eran las personas más importantes en mi vida. Obviamente he dicho que mi familia, pero aquí en Hogwarts eres tú y Cho Chang.
He notado que las mejillas de Cedric se tornaban de un color carmesí al nombrar a la chica de Ravenclaw. Pero eso no llamó por completo mi atención, sino el hecho de que yo era alguien importante para él y por eso me habían considerado para esta prueba, donde él ha tenido que rescatarme.
—También eres alguien importante para mí —dije. Cedric al oírme sonrió y no tardó en estirar su brazo y así abrazarme fuertemente.
Para mi Cedric Diggory era como un hermano mayor, en quien podía confiar plenamente.
—Scamander.
Oír la voz de Draco Malfoy causó un vuelco en mi corazón. He mirado a Cedric, quien me simplemente sonrió y entonces me he levantado de mi sitio, todavía envuelta en la manta que se me había entregado, y me acerqué a él.
Draco me hizo una señal de que lo siguiera y así lo hice. Ambos hemos caminado una corta distancia donde los demás no podrían vernos u oírnos.
—Lamento no poder ver la segunda prueba contigo —dije una vez nos hemos detenido—. No imaginé que esto sucedería. Si no te hubiera dado aviso y así no hubieras guardado un lugar en vano.
—Por un momento he creído que me has dejado plantado.
—No podría hacer eso.
Draco me miró y acercó su mano derecha a mi cabello, el cual todavía se encontraba mojado. Malfoy sonrió y su sonrisa volvió a causar que mi corazón se acelerara.
—¿Quieres quedarte? —preguntó conectando su mirada con la mía—. ¿O prefieres acompañarme?
Malfoy extendió su mano a la espera de que la sostuviera. Yo dudé un momento y he mirado en la dirección donde se encontraba Cedric, pudiendo notar que él estaba ahora acompañado de Cho Chang.
Volví a mirar a Draco, y entonces he colocado mi mano sobre la suya.
—Vamos.
Ambos comenzamos a alejarnos de todo el bullicio que había por la segunda prueba. Nos dirigimos de regreso al castillo, donde comenzamos a subir a la torre de astronomía.
La mayoría de esa tarde me la pasé junto a Draco, hablando y riendo en la torre de astronomía. Esa tarde me había acercado más a él y eso me alegraba porque finalmente estaba haciendo amistad con otra persona que no fuera Cedric.
Así cuando Cedric abandonara el colegio no me sentiría tan sola.
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