¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día 26 de diciembre me he levantado temprano y como cada mañana he ido a ayudar a Hagrid con los caballos de Beauxbatons y otras criaturas.
Una vez he terminado de ayudar he comenzado a dirigirme al Gran Comedor mientras llevaba conmigo la túnica de gala que debía de regresarle a Draco.
Caminé varios pasos y al llegar he dirigido mi mirada hacia la mesa de Slytherin, donde he podido ver al chico acompañando como siempre de sus compañeros de casa.
Pansy Parkinson soltaba un bostezo al momento en que acomodaba su cabeza en el hombro de Malfoy. Crabbe y Goyle comían apresuradamente el desayuno como si no hubieran comido en días y Blaise Zabini charlaba con un muchacho al cual no reconocía para nada.
—Malfoy —mencioné en el momento en que me encaminé hacia él. El chico dirigió su mirada hacia donde me encontraba y al verme me ha dejado ver una sonrisa arrogante—. Anoche no he podido entregarte tu túnica. Así que...
—Espera —dijo de repente Pansy, alejando su cabeza del hombro de Draco para así mirarlo desconcertada por lo que acababa de oír—. ¿Anoche me has abandonado por ella?
—Uh. Ya tienes competencia, Pansy.
La chica de Slytherin le lanzó una mirada furiosa a Zabini para luego mirarme de arriba hacia abajo y así finalmente sonreír de manera orgullosa.
—Ella ni podría ser mi competencia —dijo volviendo a apoyar su cabeza en el hombro de Malfoy—. Como sea. Vete de aquí que nos arruinas el desayuno con el olor apestoso de animales que traes.
Crabbe, Goyle y Zabini han soltado una risa al oírla. Sus risas no me importaban, pero la mirada fija de Draco puesta sobre mí comenzaba a incomodarme.
—Hoy he ayudado a Hagrid con algunas criaturas mágicas y no me he percatado de...
—No nos interesa —cortó Pansy y nuevamente los tres muchachos rieron.
Mi rostro se acaloró en ese momento y ellos al verme han vuelto a reír por lo que rápidamente he comenzado a alejarme de la mesa de los Slytherin y así abandonar el Gran Comedor. No obstante, me detuve en el vestíbulo al recordar que no le había regresado la túnica a Draco.
—Scamander —oí la voz de Draco llamándome.
—Malfoy —dije al verlo llegar—. Olvidé regresarte tu túnica.
—Pude notarlo —sonrió con arrogancia mientras recuperaba su prenda.
—Ya he regresado lo que tomé prestado, así que regresaré a mi sala común.
No entendía por qué me sentía tan intranquila a su lado.
—Espera —dijo, deteniendo mis pasos al sostener mi muñeca—. Lo que dijo Pansy no es verdad. Tú no apestas.
Malfoy soltó mi muñeca para así regresar al Gran Comedor. Me quedé un momento mirando su espalda alejarse y en cuanto no lo he visto más he sentido como toda esa vergüenza que me hizo sentir Pansy desaparecía.