Capítulo 6

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No tienen idea de cómo actuar con la otra merodeando por la misma casa.

Llevan siete días de encierro en los cuales ninguna se ha molestado en salir de casa, el único contacto con el exterior que han tenido es con Danna quien ha venido a visitarlas ayer por la tarde y les ha traído despensa suficiente como para un mes entero.

Julie ha intentado hablar con Brissa por la ventana pero esta nunca responde a su llamado, se le hace extraño, la chica solía estar siempre al pendiente de ella, se duchaban a la misma hora para poder platicar, así que después de darle miles de vueltas pensando en si era lo correcto, se dicidio.

Tocaria la puerta de su vecina y la saludaria por primera vez en persona.

Esta de más decir que se muere de los nervios, después de Claudia ninguna mujer había logrado tenerla así de nerviosa de nuevo, y sin embargo ahí estaba, con las manos sudorosas y un gran nudo en la garganta. Se había echado encima el perfume completito y había elegido muy cuidadosamente su atuendo, quería dar una maravillosa primera impresión.

Lo que Julie no sabía es que cierta chica se había dado cuenta de todo, la miro vaciar todo su clóset intentando encontrar la vestimenta perfecta, la vio hacerce más de dos peinados para saber cual le quedaba mejor, la vio preocuparse por su olor y repasar frente al espejo lo que diría cuando la puerta se abriera. Claudia ni siquiera sabe cómo explicar lo que sintió al ver todo eso, algo se le había revuelto por dentro, sabe que Hanna le habló sobre que Julie estaba en busca de estabilidad, pero jamás se imaginó tener que vivir y observar en primera fila como la única mujer que ha amado se desvivia por alguien más.

— Vamos, campeona, tu puedes — se dijo a si misma ya delante de la puerta de su vecina, tomo una respiración profunda y luego de vacilar un poco en si tocaba o no por fin le dio tres golpes a la puerta.

Sus manos comenzaron a sudar y sentía que toda la sangre se le iba a los pies, tenía ganas de salir corriendo, la puerta no se abrio pero ella ya se encontraba casi desmayada de los nervios, unio la valentía suficiente y todo de nuevo.

— ¡Voooy!

Oh no, oh no, oh no, oh no, había sentido aun mas nervios así que se dio la vuelta con toda la intención de irse, sin embargo justo en ese momento la puerta se abre y ella cierra los ojos con fuerza. "Mierda.."

—Buenas tardes, señorita, ¿en qué puedo ayudarle? — escucha la voz de Brissa, es ella, duda si voltear o no, aún puede salir corriendo y nunca más volver, porque es tan complicado, desde cuando se le complica tanto hablar con chicas.

—Hola — responde volteando — mi nombre es Julie — sonrie y observa como la mirada amable de la mujer delante de ella se convierte en una mirada dura, se siente intimidada pero al mismo tiempo esta asombrada, la chica es realmente bella, tiene un rostro muy bonito, es morena, el cabello castaño y los ojos de un hermoso café chocolate. — yo, eeh.. veras... he intentado hablar contigo todos estos días pero tu no me respondes y yo dijo, oh, ¿porque no me responde?, pensé que te caíste, te moriste, te desmayaste o no se, me preocupé y entonces quise llamarte pero me di cuenta que no tengo tu número y pensé ay que tonta, osea que tonta yo, no que tonta tu, no creo que tu seas tonta, tu eres muy linda, eres preciosa, dios, se me ponen duros los dedos de solo verte, no, no, no, perdón, si eres bella, pero eso no, perdón, no quise ofenderte, que tonta, perdón, perdóname, mejor me voy, discúlpame, adiós..

—Julie, Julie, basta — contesta riendo — dios, para, estas como cotorro — Brissa no puede ocultar la gran sonrisa que tiene en el rostro, ahí estaba la chica que siempre había soñado conocer en persona, preciosa, perfecta y nerviosa de verla por primera vez. — Es un placer conocerte por fin, Julie.

—Perdón por eso, es que tu me haces poner nerviosa — responde aún con pena — eres muy linda.

—¿Eso le dices a todas las que te llevas a la cama?

—No me he acostado con nadie toda esta semana, te lo juro — responde mirándola a los ojos, y ahí estaba, ese mar chocolate observándola directamente, Brissa estaba realmente feliz de escuchar eso, y sabia que era verdad, en toda la semana no había escuchado un solo gemido del cuarto de su vecina. — Yo estaba preocupada por ti, y solo quería saber de ti y no dejaba de pensar en ti — esas últimas palabras causan que su sonrisa crezca más.

Brissa Ray, llevaba enamorada de Julie ya cinco meses, desde que hablo con ella la primera vez desde la ventana del baño y hasta el día de hoy había quedado cautivada con el humor de su vecina, amaba su voz, y cuando escuchaba sus gemidos al meter chicas a su departamento imaginaba que era ella la que la hacía gritar, y le gustaba cerrar los ojos y pensar, que era ella la que estaba en esa cama, fantaseaba tanto con Julie y el hecho de nunca haberla visto le daba un toque especial a todo eso.

— Yo tampoco dejaba de pensar en ti, Julie — responde mirándola feliz — tal vez quieras, no se, ¿ir por un café conmigo? — la invito improvisadamente, quería seguir platicando con ella.

Pero antes de que Julie lograra responder la puerta de su departamento se abrió, de ahí salió una preciosa rubia aún en pijama.

—Oye, Julie — ambas mujeres voltearon a ver a Claudia — anoche antes de acostarnos ¿no viste donde es que puse el celular?.

Lo siguiente que se escuchó fue el portazo que pegó Brissa al meterse nuevamente a su departamento.

Julie Y Claudia (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora