Julie Y Claudia (TERMINADA)

Capítulo 32

Sin duda la presencia de aquella mujer no era la que el esperaba, y aunque aún no podía explicarse que hacía ella ahí tampoco se quejo. Dentro de su cabeza se maquilaban mil y un opciones en las que eso sería bastante beneficioso para el.

No se acercó un solo metro, permaneció a lo lejos, solo observando, mirando hacia aquella joven que parecía mirar con desesperación hacia todos lados en busca de cualquier indicio.

Esto podría ser mejor, mil veces mejor, ¿por qué solo divertirse con la mujer que lo abandono? Cuando también podía hacerlo con el motivo de ese abandono.

Fue ahí cuando lo vio, a lo lejos, en la mano de aquella mujer sostenía el celular, si bien no estaba seguro de que fuera el de Brissa, tenía la ligera sospecha, así que lo único que hizo fue enviar un mensaje.

"Derecha"

Cuando la mujer bajó la vista y revisó el celular una gran sonrisa apareció en su rostro. Ella comenzó a dirigirse al lugar, y si, no era lo que esperaba, no era Claudia, pero era algo.

Después de varios minutos siguiéndola a lo lejos la vio entrar al lugar. Así que solo se dedico a mirar la puerta, pensando con calma su siguiente movimiento.

Julie entra sin pensarlo mucho, con fuerza empuja la puerta y cuando por fin está adentro se da cuenta de que está todo oscuro, apenas alumbrado con la luz de la luna y un par de velas. Parece una auténtica escena de terror, a cada paso que da el suelo parece que crujir. Eso hasta que escucha una suave vocecita simulando sonidos de explosiones y disparos, su corazón comienza a latir a gran velocidad, entra a la habitación y ahí logra verlo, arrodillado en el suelo con dos carritos de juguetes, juega con alegría, como si nada sucediera a su alrededor.

— Niño — Julie no puede evitar su emoción cuando el levanta la vista y la mira reconociéndola, reconociendo su voz, se arrodilla junto a él y lo abraza con fuerza, con tanto amor que tal vez no era consciente que sentía hacia el.

— ¡Ju, cielo, bonita! — el repite esas tres palabras como en ocasiones anteriores, ella solo lo ignora, en ese momento ni siquiera puede creer que lo tenga de frente.

En el abrazo, en una esquina de la habitación sobre un sofá logra ver el cuerpo de una mujer tumbada, de pronto un escalofrío recorre toda su espalda. Julie se levanta y camina hacia ella, la observa muy apenas, parece estar boca abajo.

Con fuerza logra voltearla, observa su rostro totalmente herido y con un poco de sangre seca en algunas partes. La impotencia inunda su cuerpo, su rabia es tanta que no sus lágrimas comienzan a caer.

Ella ni siquiera tenía que haber estado ahí, ella no tenía nada que ver en ese maldito problema, ella no tenía nada que ver con ese hombre y aún así, era ella quien estaba ahí, inconsciente y casi irreconocible, como si el hubiese solo haberse desquitado con ella hasta el cansancio.

— Perdóname, Brissa — acaricia su cabello tratando de no llegar a tocar sus heridas — perdóname, por favor.

Toma el celular de Brissa de nuevo y escribe el número de la policía, los tenía, sabía dónde estaban, no era una trampa, podían venir, Claudia podría ver a su hijo sano y salvo.

Recién termina de escribir el número y esta por tocar el dibujo de teléfono para llamar, pero el quejido de la mujer en el sofá llaman su atención, bloquea el celular de nuevo y lo asienta sobre cualquier lado.

— ¿Brissa? — se acerca a ella, la mujer trata de levantarse pero cae apenas lo intenta, su rostro refleja el gran dolor que siente en cada movimiento — ven, te ayudo — Julie la sujeta de la cintura, la ayuda a sentarse muy lentamente, en cada pequeño movimiento escucha a la morena quejarse, lágrimas de dolor parecen caer en cada esfuerzo, y Julie llora con ella, con toda la impotencia que siente por dentro.