Julie Y Claudia (TERMINADA)

Capítulo 36

— Sí me quiebro la espalda será culpa de ustedes.

Se queja Josh mientras levanta el sillón junto con Hanna y avanzan hacia la puerta.

— Te quejas mucho y trabajas poco — se burla Hanna quien parece avanzar como si nada, como si no sintiera el peso de aquel mueble.

Julie sonríe y observa su departamento ahora vacío, el cual le ha rentado a Josh quien se encuentra ayudándola a llevar sus cosas a su nuevo hogar.

Junto a su hermosa familia, junto a la mujer que ama.

— ¿Segura que puedes con la vida en pareja? — Kary se acerca a ella con el florero que Hanna le ha suplicado a Julie que le regale entre sus brazos.

— Ya vivía con ella antes de ser pareja. Lo hicimos todo al revés. 

— Lo digo porque ahora que son pareja y Claudia te tiene confianza dejará de bañarse los días que haya frío.

— ¿Claudia no se baña cuando hace frío?

— ¿Quién se baña cuando hace frío? La gente loca — Kary le saca la lengua a Julie y se ríe avanzando hacia la puerta aún con el florero de Hanna entre sus brazos.

Julie suspira, tal vez extrañe su departamento de soltera en algún momento, pero la vida que ha elegido ahora le gusta muchísimo más. Nada se compara a los fines de semana en los que se queda a dormir en casa de su novia y el pequeño, nada se compara a esos días de completa felicidad.

— ¿Ya no tendré a lado a mi vecina favorita?

La voz de Brissa la toma por sorpresa y la hace sobresaltarse un poco provocando que esta suelte una carcajada al haber logrado asustar a Julie.

— ¿Me vas a extrañar?

— Muchísimo. ¿Qué será de mi vida ahora sin las platicas a través de la ventana?

Es lindo recordar sus inicios, cuando se conocieron, cuando eran amigas, cuando todo era fácil. Brissa fue durante mucho tiempo la compañera de Julie, alguien en quien podía confiar, con quien podía platicar. Alguien que realmente se ganó un espacio muy importante en el corazón de la morena.

— ¿Tienes lo que te encargue?

— Obviamente, ¿Con quien crees que hablas? — Brissa se acerca y saca de su bolso una hermosa y elegante cajita de color negro.

Julie la abre sin poder evitar sonreír ante la brillante sortija. Es tan hermosa, digna de una mujer tan especial como Claudia.

— Es hermosa, Brissa, muchas gracias.

— No me agradezcas, estúpida. La pagaste tu después de todo. Yo solo aporte mi buen gusto.

— Te voy a extrañar mucho. — Julie envuelve a Brissa entre sus brazos. Brissa corresponde contenta por ella, porque por fin parece ser feliz, y porque Claudia por fin está con alguien que realmente la ame y la valore.

— No me abraces tanto, ya sueltame — Brissa se aleja — Kary le esta dando clases a Claudia sobre como atravesar manos con tenedores. Y yo me doy cuenta de sus ojos celosos en mi aunque trate de ocultarlo.

Julie se ríe a carcajadas, Brissa tiene razón, tal vez debe tratar de que Claudia ya no hable tanto con Kary porque la está convirtiendo en una celosa extrema.

— Cariño, ¿te demoras? Tengo que ir al despacho por unos documentos. — la licenciada Holly aparece en la puerta buscando a Brissa.

— Te acompaño, amor. Ahora voy — Holly asiente y permanece parada en la puerta con el celular en la mano. Brissa abraza de nuevo a Julie y se despide de ella con un beso en la mejilla. — Suerte, estoy segura de que tienes el "sí" asegurado.