Julie Y Claudia (TERMINADA)

Capítulo 38: FINAL

Han pasado cerca de media hora, han caminado sin detenerse y aún así no se encuentra cerca del lugar de la ceremonia.

Kary siente los pies dolerle demasiado, tanto que quisiera detenerse solo un momento pero Claudia no parece dispuesta a hacer eso.

De pronto escucha pequeños sollozos, sollozos que poco a poco se van haciendo más fuertes.

— No, no, no — Kary se acerca a Claudia y limpia sus lágrimas con su mano — No llores, te ves preciosa, vas a arruinar el maquillaje.

— ¿Qué caso tiene? ¡No voy a llegar!

— Claro que vas a llegar, y aún si no lo hacemos se que Julie va a entender. Ella no va a dejarte, no va a irse a ningún lado.

— Se va a ir, me va a dejar. Conoces a Julie, es demasiado impulsiva, no controla sus sentimientos. Cuando se sienta traicionada, cuando se sienta abandonada, se va a querer ir lejos de mi.

Kary abraza a Claudia, quien hace todo por no seguir llorando, por no arruinar su maquillaje como dice su amiga. Aunque para ella cada minuto que pasa todo va perdiendo sentido, ¿De que le sirve verse bien estando tan lejos de su novia?

La carretera vacía en la que no se había escuchado nada más que el viento golpeando contra los árboles de pronto las deja escuchar el sonido de un motor acercándose. Ambas se miran con esperanza y comienzan a hacer señas al conductor para que este se detenga y las pueda ayudar acercandolas a la boda.

El auto color rojo se detiene frente a ellas, y baja la ventana dejando ver a una sorprendida Brissa que observa incrédula a las dos chicas.

— ¡Amor tu regañandome de que vamos tarde y la novia sigue paseando por el bosque!

Holly quien se encuentra manejando rueda los ojos ante el comentario de su novia.

— ¡Brissa! Que bueno verte, al chófer se le poncho la llanta, llevamos mucho tiempo caminando, estoy cansada, voy tarde, mi novia me esta esperando, estoy desesperada, por favor, por favor, te lo ruego, llévame a mi boda.

Claudia habla desesperada, tan rápido que apenas se le entiende y haciendo reír a Brissa.

— Claro que te llevo, no tienes ni que pedirlo. No hay boda si no hay novia.

— ¿Sí?

— Sí, sube

— ¡Aaaahh! ¡Te amo, te amo Brissa, te amo Holly! ¡Las amo!

Brissa y Holly ríen divertidas ante la emoción de Claudia. Quien no demora nada en subirse al auto junto con Kary.

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— Señorita, es demasiado tarde, tengo más compromisos. Si su novia no llega en cinco minutos tendré que irme, lo siento mucho.

— Ella va a llegar, seamos pacientes por favor — le contesta Hanna al juez, quien se aleja de nuevo de ellas. Hanna mira preocupada a Julie que solo se encuentra mirando hacia la nada, parece no poder reaccionar — Julie, tranquila, pronto estará aquí.

— Ella no quería esto. Prácticamente la obligue a aceptarme en su familia, le rogué por días dejarme ser parte de la vida de Gabito. Ella no quería esto, ella no quería casarse conmigo.

— Oye, no voy a dejar que comiences a pensar de esa manera — Hanna toma las manos de Julie entre las suyas y la obliga a mirarla a los ojos, Julie parece muerta en vida, sin emociones, sin expresión, como si fuera incapaz de sentir nada. — Ella quiere esto tanto como tú, ella te ama, fue ella la que estuvo emocionada metida en mi casa todos los días eligiendo flores, vestidos, adornos y todas esas cosas con Kary. Todo esto está hecho a su gusto, todo esto es lo que ella planeo. Esa mujer que no me dejaba dormir todas las noches porque planeaba euforicamente su boda junto a mi novia, esa mujer esperaba con ansias este día.