Buen Gusto

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Tsukishima Kei

Un hermoso día en la biblioteca, eso era. Tu amiga había faltado ese día debido a un pequeño resfrío y ahora tenías por fin las vías libres para poder revivir ese agradable momento que no experimentabas hace bastante.

Te gustaba la biblioteca y leer en ella, pero debido a tus amigos y otras actividades de la misma preparatoria habías pospuesto bastante este pasatiempo tuyo, así que ahora aprovecharías al máximo.

Repasaste con velocidad por todas las etiquetas que tenían los gigantes y pesados libreros, hasta que te detuviste en algo que llamó mucho tu atención.

"Animales prehistóricos"

Inmediatamente te pusiste de puntitas para llegar hasta uno de los libros que más había llamado tu atención, cuando de repente al extender tus dedos hasta donde se suponía que estaba aquel libro, te topaste con la sorpresa de que ya estaba vacío.

Rápidamente miraste a ambos lados para encontrar al responsable de la desaparición del libro.

-¡Oye, yo lo había visto primero! - susurraste de forma que parecía un grito ahogado por el silencio perpetuo de la biblioteca.

-¿Sí? Pues yo lo tomé primero. - respondió con total calma y con aire irónico un muchacho alto y con gafas.

"Qué maleducado"

Aún con enojo a plena vista, te dispusiste a tomar otro libro del mismo panel que era muy parecido al anterior, otro que también había llamado tu atención y ahora era digno de ser tomado por ti.

Te sentaste cuidadosamente en una de las grandes mesas de madera, y abriste el polvoriento libro. Procediste a leer y observar las magníficas imágenes de aquellas bestias feroces y gigantes reptiles, emocionándote cada vez que aprendías algo nuevo y curioso de ellos.

-¡No puedo creer que los dientes de T-Rex sean del tamaño de un plátano! - exclamaste para ti misma.

Recibiste como respuesta a la bibliotecaria regañándote por hacer ruido, y una ligera y casi imperceptible risa que venía de al frente.

A unas tres mesas de distancia estaba aquel chico, burlándose de tu torpeza. Luego de mirarle mal por unos segundos continuaste con tu lectura, o eso intentaste. Por el rabillo del ojo notaste que el muchacho pasava las hojas velozmente, lo suficiente para estar segura de que ni siquiera lo estaba leyendo.

-Pfff... mira que quitarme el libro solo para eso... - susurraste, mientras te sumergidas nuevamente en aquel mundo literario.

Luego de pasar una página más, te encontraste con la sorpresa de un marcador de libros muy bonito; llamaba la atención lo nuevo que se veía y como separaba orgullosamente las dos hojas de ese gigante libro. Te encantó mucho más que tuviera el diseño de dinosaurios pequeños, mostrando tanto herbívoros como carnívoros.

-¡Es tan genial! - volviste a dar un pequeño grito de la emoción.

Volviste a recibir un regaño de la bibliotecaria, pero esta vez no escuchaste la risa burlona del rubio delante tuyo, sino que observaste como se acercaba a ti de manera algo amenazadora.

-Eso es mío. - sentenció mientras señalaba el separador.

-Lo acabo de encontrar de casualidad. ¿Cómo sé que no estás mintiendo?

-Porque tiene mi nombre detrás. - respondió sin muchos ánimos.

Efectivamente, tenía iniciales en la parte trasera.

"Tsukishima K."

-Pero... ¿Y si no es tu nombre? - le miraste burlonamente mientras todavía sujetabas el libro cerrado para evitar que te quitara el separador.

Colección One-Shot: Haikyuu!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora