Posiciones

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Suna Rintarou

Era algo cotidiano pelear con tu prometido por quién tenía razón, por quién era el mejor o simplemente por quién era considerado el superior. Era algo visible para las personas que le rodeaban, que a veces se preguntaban seriamente como dos personas tan tercas y orgullosas estaban a punto de casarse.

-¿Eh? Tú me dijiste que los fideos era estos de aquí. - se quejó Suna.

-¡No! ¡Te dije que los compraras solo si no había otros en oferta! - gruñiste en respuesta.

-¡Pues eso hice!

-¡Es mentira, esta mañana vi que la oferta seguía en pie!

-¿¡Ah!? ¿Entonces por qué no los compraste en ese momento?

-¡Iba a llegar tarde al trabajo!

Una de tus amigas decidida a calmar la situación, e intervino poniéndose delante tuyo mientras ponía sus manos por sobre tus hombros.

-Vamos, solo son unos fideos instantáneos, no hay nada de terrible en comer unos sin pican... -

-¡El problema es que Rintarou no presta atención! - continuaste ignorando completamente el rostro de tu amiga que estaba delante tuyo.

-Oh vamos, que su boda es la semana que viene, no solo estén peleando ¿está bien?

-¡Sí! Eso, no te gustaría que tu adorado esposo esté de mal humor ¿no es así?

-¡Pues si sigue así tal vez no quiera un esposo! - gritaste para luego sacar la lengua severamente.

Tu amistad casi se desvanece en ese momento, ¿acaso solo era una pesadilla en donde ella se había visto pobremente involucrada?

-Escu-escucha escucha, es algo muy tonto como para cortar una relación así ¿sabes? Va... vamos a tomarlo con calma... y respiramos... y...

Suna lanzó una gran carcajada.

-Creo que tu amiga parece la novia, está a punto de desmayarse. - señaló mientras tú la sujetabas para que recapacitara.

-Escucha, puede sonar gracioso pero no te lo tomes enserio.

-Sí, si lo dijera de verdad ya habríamos cancelado la boda quince veces en solo esta semana. - completó él.

-Catorce. - remedaste.

-Sí, sí.

-¿Oh? ¿Eso es así...? Yo creo, que los dejaré aquí, no es bueno para mi salud...

Ambos acompañaron a tu amistad a tomar el tren, y en cuanto se quedaron solos parecía que la discusiones que tuvieron todo el día no hubieran existido.

-Mmmm...

-¿Qué ocurre? - preguntó tu pareja mientras metía tu mano al bolsillo de su chaqueta para que no pasaras frío.

-¿Tal vez sea cierto que peleamos mucho?

-Son solo peleas tontas, creo que es mejor eso a tener una o dos peleas muy serias todos los meses.

-Tienes razón. Seguro que cuando nos casemos no pelearemos tanto.

-Nah, estoy seguro que buscarás de qué criticarme .

-¿Eh? ¿Solo soy yo la que me quejo?

-¿Lo ves?

Al notar por donde iba tomar rumbo su nueva conversación decidiste cambiar de tema a uno apropiado y lo más lejano a una discusión que se te podía ocurrir.

Colección One-Shot: Haikyuu!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora