Colección One-Shot: Haikyuu!!

Subir De Nivel

Kenma Kozume

Tocaste el timbre de puntitas, jugabas con tus dedos mientras esperabas a que la señora Kenma abriera la puerta.

-Buenas tardes señora. - sonreíste alegremente a la mayor que estaba en el marco de la puerta.

-Buenas tardes querida ¿Ya comiste? - preguntó ella mientras te dejaba pasar.

-Comí dos panecillos camino aquí, ¡iré a jugar con Kozume!

En un pestañear ya te encontrabas corriendo escaleras arriba para entrar al cuarto de tu amigo de un solo golpe.

-¡Kenma! ¡Vamos a jugar! - le ordenaste mientras le lanzabas ligeramente la pelota a la cabeza.

-No quiero. Estoy ocupado. - sacudió la cabeza en respuesta al golpe.

-Kuroo es más divertido que tú.

-Si es tan divertido entonces ve a la casa de él. - espetó algo molesto.

Era cierto que Kuroo estaba más dispuesto a jugar algunos deportes, pero tu primer amigo había sido y siempre sería Kenma.

-¡Quiero jugar!

Gritaste cerca de su oído, lo que provocó que él saltara hacia atrás, presa del susto irremediable que causaron tus reclamos.

-¡Está bien! ¿No quieres jugar Mario Bros? Mira, te daré este mando que es rosa.

-¡No me gusta el rosa! ¡No por ser niña me debe gustar el rosa! - refunfuñaste

-¡Está bien, está bien! Pero no tengo otro, solo tómalo.

-¡Quiero jugar fuera!

Kenma volvió a su mirada cansina, a pesar de ser niño de aproximadamente diez años mostraba un cansancio muy identificable en su rostro.

-Pero yo no quiero jugar afuera.

-¡Tengo una idea! - interrumpió un niño de cabellos negros que acababa de aparecer en el marco de la puerta.

-¡Kuroo! - tus ojos brillaron al ver a tu salvador del aburrimiento.

-¡Podemos hacer una pista de obstáculos, entonces tú podrías ser la princesa y nosotros te rescataríamos! Igual que en el videojuego ¿No es genial, Kenma?

-Mmm...

-Vamos, siempre ganas en la consola, pero apuesto que no serías tan buen jugador ahora. - añadiste con picardía.

-¡Claro que podría! ¡Soy el mejor jugador!

-¡Bien! Entonces tú serás la princesa. - ordenó Kuroo mientras te enrollaba una manta alrededor en forma de vestido.

-¿Eh? Las princesas son más bonitas. - comentó Kenma, sin darle mucha importancia.

-Es de mala educación ¿sabes?

Suspiraste sonoramente al recordar ese momento de tu niñez. Había pasado mucho tiempo desde que Kenma y tú habían sido amigos, y la relación era casi un ritual; llegabas a su casa a invitarlo a salir, y él solo estaba interesado en jugar en la consola, lo cuál era muy aburrido para ti.

-¡Oi! ¿Qué onda caracola? - saludó Kuroo mientras se sentaba a tu lado, dispuesto a charlar.

-Kenma es muy aburrido.

-Oh, es sobre eso.

-¡Ya le he dado tantas pistas para que me invite a salir! Comienzo a creer que es imposible gustarle.

-Eh, es Kenma después de todo. A menos que no esté concentrado jugando, nunca se dará cuenta de las pistas que le das.

-Por desgracia, siempre que está conmigo está jugando. - respondiste desganada.