Planes

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Kuroo Tetsurou

-¿Cómo estás linda?- él besó tu mejilla y luego tomó asiento frente a ti.

-Kuroo, te cité en esta cafetería porque quería hablar contigo sobre...

El sonido del timbre de un celular interrumpió tus palabras, y no pudiste hacer más que observar a tu compañero en silencio.

-Un momento cariño, tengo que contestar.

Se alejó unos minutos para conversar con la persona al otro lado del celular, y aunque tenías la impresión de que iba a demorar más de lo planeado, pronto regresó a ocupar su asiento para continuar pasando el momento contigo.

-Cortaste rápido - añadiste.

-Oh, sobre eso... me necesitan a las siete allá, pero no hay problema, aún nos quedan dos horas. - respondió mientras peinaba los cabellos de su nuca con su mano derecha.

-Era sobre eso de lo que quería hablar... - respiraste profundamente antes de continuar. - ¿Sabes? Esto tampoco es fácil para mí.

-¿De qué hablas?

-Kuroo, creo que deberíamos parar aquí, no es sano para ninguno de los dos continuar de esta forma.

-¿De qué hablas? Estamos perfectamente bien.

-Kuroo, nos conocemos desde la secundaria, y estamos "juntos" desde preparatoria.

-De hecho, me confesé en la graduación, no sé si eso cuenta como preparatoria. - interrumpió el pelinegro.

-No importa eso, el problema es que ya pasaron más de ocho años y todavía no tenemos una relación estable o formal.

-Ya te he dicho la razón, quiero tener estabilidad económica para que podamos estar juntos sin problemas.

-Kuroo, sé que lo haces porque me quieres y deseas que vivamos sin preocupaciones, pero contrario a lo que quieres, ahora mismo lo único que haces es poner más problemas en nuestra relación, si es que tenemos una.

-¡Por supuesto que la tenemos!

-¡Tomamos en este café solo dos veces a la semana! Además de que casi todas las cortas por tus llamadas del trabajo.

-Aún estamos jóvenes, no entiendo todo el apuro que tienes por tener una relación, estoy en el mejor momento de mi carrera, si no aprovecho ahora mismo puede que no haya marcha atrás.

-No te estoy pidiendo formar una familia, lo único que quiero es saber si somos algo o no, no puedo estar esperándote por años, yo también quiero tener una vida social.

-Pero no te he negado que la tengas, justamente por eso no tenemos una relación formal.

-Me refiero a que también me gustaría salir con la persona que me gusta, o al menos tener citas. ¿Sabes? No sé qué contestar cuando un compañero de trabajo me coquetea. ¿Debería decirle "tengo novio" cuando en realidad actualmente dudo mucho que lo quiera ser?

Ante esas palabras él solo se mantuvo en silencio, sabía lo que querías decir, y no podía refutarlo de alguna forma.

-No quiero que solo trabajes para poder ser felices sin preocupación, las relaciones son para apoyarse en las buenas y en las malas, aunque no tengas ni un solo yen, yo estaría ahí para ti... si me lo permitieras...

-Sé que lo harías, pero no deseaba que sufrieras justamente eso.

-Créeme que también sufro en la situación actual, me gustaría estar a tu lado siempre.

El silencio incómodo que se formó luego de ese intercambio de ideas no disminuyó ni un poco aún cuando empezaron a beber sus respectivos cafés. Aún no habías terminado el tuyo cuando viste como él se levantaba de su asiento y tomaba sus cosas.

-Ya tengo que irme.

-Nos vemos, tal vez.

No quisiste ver cómo se iba, solo mantuviste tu mirada en la taza de café casi vacía, parpadeaste muchas veces para no dejar salir a las pequeñas lágrimas que amenazaban con salir. Te ibas a rendir; lo habías decidido, siempre habías luchado por mantener a flote la relación extraña que tenían, porque era parte de tu plan tener un futuro con la persona que amabas, pero actualmente ya no tenías fuerzas para más.

Saliste de la cafetería con los pies casi arrastrando por el desánimo, y mientras cerrabas la gran puerta de vidrio escuchaste a alguien gritar tu nombre.

-¿¡Kuroo!?

-Dijiste que nos volveríamos a ver... pero ese "Tal vez"... me aterró más de lo que esperaba. - el joven reposaba sus manos en las rodillas flexionadas, mientras hablaba y trataba de recuperar el aire.

-...¿Has vuelto corriendo?

-¿Eso es lo único que te importa? Estaba yendo hacia el trabajo y para ser sincero, mientras más pasos daba más me inquietaba que me dejaras. Así que sí, volví corriendo.

-Kuroo, no deseo que pienses que quiero que renuncies a tu trabajo por mí, fui muy egoísta...yo...

Fuiste silenciada por un agradable beso, algo tosco porque a tu compañero todavía le hacía falta recuperar el aliento, aunque para ti ese simple acto era muy gratificante.

-No pienso renunciar a ninguna de las dos cosas, y no lo hago solo por ti, yo también quiero tener una relación formal desde hace mucho.

-¿A ninguna de las dos cosas?

-A mi trabajo y a ti, por supuesto.

El regreso a tu casa tomados de la mano era una de las experiencias que querías vivir desde gace mucho, y que no había sido posible hasta ahora que Kuroo había hecho espacio solo para ti.

-Escucha, sé que ahora es una relación formal, pero no es necesario que sacrifiques todo tu empleo por mí, me sentiría mal de ser así.

-Bueno, era algo de lo que te quería hablar el día de hoy hasta que sacaste el tema de dejar la relación...

-¿Qué es? - tus ojos parecían brillar más de lo normal, por lo que tu pareja solo te observó admirado por unos segundos.

-Me han ascendido y a partir del próximo mes ya tendré más tiempo libre, además de que por fin he pagado el primer año de nuestro departamento.

-¡Eso es una buena noticia! Podremos estar más tiempo juntos y tendremos un departamen...

-¿Qué ocurre? - preguntó de manera burlona al ver que recién habías comprendido su noticia.

-¿"Nuestro"? - repetiste mientras inclinabas a un lado tu cabeza.

-Sí, nuestro. Después de dos años de trabajar tanto por fin pude comprar un departamento para nosotros en la ciudad.

-Espera, ¿lo tenías planeado?

-Desde que me aceptaste en la graduación de la preparatoria, planeé estudiar y trabajar para poder estar juntos, aunque claro, también elegí este trabajo por el volleyball.

-¿Entonces tenías planeado estar conmigo hasta ahora desde un principio?

-¿Enserio crees que trabajaría tanto durante más de ocho años para darle un hogar a una mujer que no quiero que sea mi esposa?

No pudiste contenerte más y te lanzaste hacia él, abrazando su cuello y dándole muchos besos en el rostro.

-Y la mejor parte es que tiene espacio para dos personas y un pequeño hijo.

Rápidamente paraste de darle besos y solo le miraste fijamente.

-Apenas hoy me pediste que sea tu pareja, ¿y ya quieres un hijo?

Él se río al ver tu reacción y procedió a terminar su pequeña broma.

-Eres muy malpensada, yo me refería a adoptar un gato.

El resto de su camino por muy simple que pareciera estuvo lleno de alegría y muchos planes para el futuro que les aguardaba.

Después de todo, estar juntos siempre había sido parte de los planes de ambos.











Colección One-Shot: Haikyuu!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora