Atsumu Miya
-Lo has hecho bien.
Pronunciaste aquellas palabras mientras extendías tu brazo para darle la botella con agua, él la tomó con ferocidad debido al cansancio, pero en cuánto notó su brusquedad, te dirigió una mirada, que tal vez significaba un pedido de disculpas.
-No lo suficiente.
-Yo creo que es suficiente para...
-¡Ellos nos vencieron! Ese pequeña estrella y su colocador, no puedo permitirlo.
Estabas dispuesta a responder, pero pisaste freno a tu lengua, y solo dirigiste la mirada al suelo. No tenías por qué dar tu opinión, solo eras un espectador, solo era una apuesta.
-Lo entiendo.
En su afán de alejar el incómodo momento, el de cabellos rubios cambió la conversación.
-¿Esta tarde tienes práctica?
-La tengo.
-Espérame, iré a las duchas y vamos juntos entonces.
Lo que a simple vista parecía algo común, comenzaba a formar algo más especial para ustedes.
Tus pasos, a diferencia de los de Atsumu, se movían en sincronía con la música que salía de tus audífonos. Él solo se limitaba a cargar tu violín, y a saludar a sus compañeros que pasaban por el campus. Y aunque sus pasos fuera de compás tendían a dejarte atrás por lo grandes y espaciosos que eran, notabas que causaba una variante de vez en cuándo para no alejarse mucho de tu lado, casi de forma inconsciente.
"Desearía que cuando cumplas tu sueño, yo pueda estar ahí."
Tu mirada se paralizó un momento en sus manos, que aunque cargaban con suavidad la mochila y el violín, observabas lo duras que se habían vuelto por tanta práctica, al punto de tener algunos dedos envueltos, seguramente para evitar heridas.
-¿Qué haces? - interrumpió él.
Sin haberte dado cuenta, habías tomado sus manos y las mirabas detenidamente. Estabas segura que si él no te hubiera sacado de tus pensamientos, habrías tocado las vendas en algún momento.
"Perdón"
Le soltaste inmediatamente y tu mirada se dirigió hacia sus pies, mientras anhelabas que la tierra te tragara ahí mismo. Él no insinuó nada, parecía que leía tus pensamientos, y decidió no incomodarte.
-Soy una persona muy apasionada, si me llego a lesionar no me detendré.
Tu corazón sintió tristeza, al pensar en que probablemente podría lastimarse y que seguiría sobre esforzándose, pero aunque tus raíces herían con ese sentimiento, tu rostro solo hizo florecer una gran sonrisa llena de felicidad.
"Estoy muy feliz de que ames tanto lo que haces"
Días y noches, turbulentos sueños y mañanas llenas de somnolencia pasaron en la vida de ambos jóvenes, que luchaban con toda la esperanza que poseían para demostrar la valía que tenían. Estabas segura de que tus manos se movían en el vaivén del violín, incluso mientraa tomabas las cortas siestas que te permitías.
-Esas ojeras no se ven bien.
Atsumu indicó con sutileza, tratando de no ofenderte de alguna forma.
-Está cerca mi examen de ingreso al conservatorio, quiero lograrlo a la primera y así demostrarles a los demás de lo que soy capaz.
-Lo entiendo, solo...
Le miraste con firmeza, y solo eso bastó para silenciarlo.
A pesar de las sumas advertencias que habías recibido de parte de tu familia y de tus amigos continuaste entrenando fervientemente, haata el mismo día del evento para el cuál te habías preparado tanto.
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Colección One-Shot: Haikyuu!!
Fanfiction[Libro Terminado] [En corrección] Nuestros queridos personajes en diversas historias cotidianas (y otras no tanto) y sobretodo, románticas. Advertencia: Algunas historias contienen temas que pueden ser perturbadores para personas sensibles como de...