𝒯𝓇𝑒𝒾𝓃𝓉𝒶 𝓎 𝒸𝓊𝒶𝓉𝓇𝑜

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ℌ𝔞𝔯𝔯𝔶!

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Omnisciente

Ron, Dakota y Hermione estaban en el Caldero Chorreante. Hermione tenía a Crookshanks, su gasto en brazos y Ron a Scabbers, su rata en las manos. Dakota tenía sus manos en su cintura y miraba agitada a sus amigos, que discutían. La chica tenía un short, una blusa blanca con un moño negro y un saco, además, de su cabello completamente suelto, ya sin ningún listón (gif). Además, ahora llevaba las uñas pintadas de rojo.

—Te lo advierto, Hermione. Aleja a esa maldita bestia de Scabbers o la convertiré en un tapete —le dijo Ron

—¡Es un gato! ¿Que esperabas? Es su instinto —contestó Hermione.

—¿Un gato? ¿Eso te dijeron? ¡Luce como un puerco con mucho pelo! —dijo

—¿Pueden parar? —les dijo Dakota.

—¡Ni digas! Que eso parece una bola de pelo apestoso —le espetó Hermione, ignorando a su amiga—. Tranquilo, Crookshanks. Ignora a este grosero

Dakota miro hacia otro lado

—¡Harry! —dijo la pelirroja, al ver a su amigo en las escaleras.

Los otros dos voltearon.

—¡Harry! —dijeron

Dakota soltó un suspiro

—Al fin. Te juro que ya no los aguantaba mas. Un segundo más escuchándolos discutir como un viejo matrimonio y mi cabeza explotaría —dijo Dakota.

Harry rió

Los cuatro se fueron a sentar y empezaron a conversar.

—¿Es verdad que inflaste a tu tía, Harry? —preguntó Hermione muy seria.

—Fue sin querer —respondió Harry, mientras Ron se partía de risa—. Perdí el control.

—No tiene ninguna gracia, Ron —dijo Hermione con severidad—. Verdaderamente, me sorprende que no te hayan expulsado.

—A mí también —admitió Harry—. No sólo expulsado: lo que más temía era ser arrestado. —Miró a Dakota—: ¿No sabrá tu madre por qué me ha perdonado Fudge el castigo?

—Probablemente, porque eres tú. ¿No puede ser ése el motivo?

Ron se encogió de hombros, sin dejar de reírse

𝒯𝒽𝑒 𝒷𝑒𝑔𝒾𝓃𝓃𝒾𝓃𝑔 𝑜𝒻 𝒟𝒶𝓀𝑜𝓉𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora