𝒞𝓊𝒶𝓇𝑒𝓃𝓉𝒶 𝓎 𝓃𝓊𝑒𝓋𝑒

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Omnisciente

Cuando Harry llegó al retrato y entró en la sala común, estaba casi desierta. En un rincón, sin embargo, estaban sentados Ron, Dakota y Hermione.

—La profesora Trelawney me acaba de decir...

Pero se detuvo al fijarse en sus caras.

Buckbeak ha perdido —dijo Dakota con voz débil—. Hagrid acaba de enviar esto.

La nota de Hagrid estaba seca esta vez: no había lágrimas en ella. Pero su mano parecía haber temblado tanto al escribirla que apenas resultaba legible.

Apelación perdida. La ejecución será a la puesta del sol. No se puede hacer nada. No vengan. No quiero que lo vean.

Hagrid

—Tenemos que ir —dijo Harry de inmediato—. ¡No puede estar allí solo, esperando al verdugo!

—Estoy de acuerdo —dijo Dakota—. Hay que ir.

Ron y Hermione asintieron

(...)

Bajaron a cenar con los demás, pero no regresaron luego a la torre de Gryffindor.

Dakota llevaba un cardigan corto, de color azul marino con cerezas, unos pantalones negros y unos tenis, igualmente, negros.

Cruzaron el patio. Vieron al verdugo afilando el hacha. Lo vieron con aprensión y continuaron su camino. Cruzaron el puente.

—¡No puedo creer que vayan a ejecutar a Buckbeak! —exclamó Hermione, mientras llegaban al final del puente.

Se detuvieron de golpe.

—Y no será todo —dijo Ron, cuando vieron a Malfoy, Crabbe y Goyle

—¿Les conté que me quedaré con la cabeza del hipogrifo? —les decía Malfoy a sus amigos—. La colocaré en la sala de Gryffindor. Será fantástico.

Dakota frunció el ceño y comenzó a avanzar a paso rápido. Sus amigos la siguieron

—Miren quien llegó —dijo Crabbe, cuando vieron a Dakota con sus tres amigos detrás

—¡Ah! —dijo Malfoy. Soltó una risa—. ¿Vienen a ver el show?

—¡Tu eres una maldita y despreciable cucaracha! —le gritó Dakota, mientras sacaba su varita.

Malfoy retrocedió hasta pegarse en la piedra que tenía detrás. Ahogó un grito y cerró los ojos, aterrado. Mientras Dakota le apuntaba con su varita

—¡Dakota, no! —le dijo Ron—. El no vale la pena.

Malfoy lloriqueaba. Dakota lo fulminó con la mirada unos segundos más, y, finalmente, bajo la varita. Malfoy abrió los ojos. Draco empezó a reír a la vez que Dakota se volteaba. Dakota se volvió a voltear y le dio un puñetazo en la cara a Malfoy.

𝒯𝒽𝑒 𝒷𝑒𝑔𝒾𝓃𝓃𝒾𝓃𝑔 𝑜𝒻 𝒟𝒶𝓀𝑜𝓉𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora