VIII

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Los nocturnos hacían una fiesta, no saben muy bien por qué.

Luffy tenía mil ojos encima, y no solo los de sus hermanos. Muchos Minks felinos acosaban a la pobre pantera, quien ya había entrado en su celo y estaba más que receptiva, aunque a su manera.

Un Mink jaguar bajó de un árbol, tomó a Luffy de la cintura y se fue entre las copas de los árboles, alejándose lo más posible.

Había sido tan rápido que apenas los hermanos se habían dado cuenta. Cuando sus cerebros lo procesaron se levantaron de golpe.

--¡LUFFY! --corearon a la vez, saliendo corriendo siguiendo el olfato de Ace, quien rastreaba el olor de Luffy, el cual estaba más notable que antes, aunque se desvanecía por quien lo acompañaba.

No tardaron en perderle el rastro. Ese Mink conocía muy bien la selva y sabía por donde ir para ocultar su olor.

--¡MIERDA! --exclamó Ace, golpeando y haciendo un agujero en un árbol cercano.

Sabo no estaba diferente, pero intentaba mantenerse sereno para no acabar destruyendo el bosque.

Mientras, Luffy se aferraba al cuello del jaguar que lo llevaba de rama en rama. Comenzó a reír sin poderlo evitar.

--¡Que divertido, shishishi!

Llegaron hasta lo más alto de uno de los árboles, desde donde toda la isla se podía ver. Una vez quietos el Mink lo bajó de sus brazos.

--¡Eso fue increíble! --celebró feliz.

--Me alegra que te gustara --sonrió complacido al ver que el contrario no estaba molesto.

--Por cierto... ¿quién eres? --se giró a ver al jaguar con la duda en la cara.

--Perdón por no presentarme, soy Pedro --se acercó y olió su pelo, cosa que Luffy imitó.

--Soy Luffy, ¿por qué estamos aquí? --miró hacia donde la ciudad se extendía.

--Pensé que querrías estar un tiempo solo, muchos te estaban prestando demasiada atención.

--¿Así era? No lo sabía --restó importancia mientras se sentaba en la amplia rama.

Pedro se sentó a su lado, en un silencio tranquilo. El Mink disfrutando el olor del celo que el nuevo Portgas desprendía.

Luffy se acercó al jaguar en busca de atención, lo cual este no desaprovechó, pasando un brazo sobre sus hombros y acariciando su cabeza.

La luna se alzaba, pero ellos no tenían sueño, estaban tranquilos. El D. no se alteró ni cuando escuchó el aullido de su hermano reclamando saber su posición, simplemente lo ignoró y disfrutó de la compañía.

--Para que no te acechen tanto deberías esta más tiempo con tu pareja --rompió el silencio Pedro.

--No tengo pareja --se recostó un poco contra el cuerpo del Mink.

--Entonces deberías conseguirte una --bajó el brazo hasta la cintura ajena, atrayéndolo contra su cuerpo un poco más

El D. ronroneó y adoptó una forma más animal, dejando sus orejas y cola al aire junto a recubrir su cuerpo con pelo sin llegar a ocultar su ropa, sus manos y pies pasando a una forma más animal, aunque también algo femenina. Sus zonas verdes al aire. Deslizó su cola hasta encontrar la del jaguar, las cuales se entrelazaron ligeramente.

Ace y Sabo estaban histéricos, Luffy no había respondido, y él siempre responde. Habían pedido ayuda a Carrot y Wanda para que les dijeran posibles sitios, pero nada.

Avanzando con nuestra familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora