Capitulo 2

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Narra Olivia:

Quería volver a mi casa, era lo único en lo que pensaba. Desde que me vine a vivir a Argentina que odié cada día más y más. Yo solía vivir en Estados Unidos con mi madre, ya me había acostumbrado a estar ahí desde que mis padres se separaron, pero ahora a mi madre se le dio por tomarse un año sabático e irse de vacaciones ella sola, y acá estoy, con mi padre al que no lo veía desde hace siete años.

-¿A dónde estamos yendo? - le pregunté a mi padre.

-Es el cumple de un amigo, no te voy a dejar sola en casa.

-Pa, 17 años tengo, no es para tanto.

-Si, pero ahora estás en Argentina, las cosas cambian.

-Dios ...

-¿Podés dejar de ser tan ortiva por un momento?- dijo recalcando bien esa palabra- y ¿cambiar esa cara?

-Es mi cara.

-No importa, cambiala. Además, hay gente de tu edad, la vas a pasar bien.

No es que me cueste hacer amigos, al contrario, me es fácil. Pasa que yo soy algo ortiba en eso y no elijo a cualquiera cómo amigo.

Cuándo llegamos miré algo extrañada el lugar, ¿En donde estaba?. Entramos y de fondo sonaba una cumbia, dios, odiaba la cumbia. Empecé a ver entre la gente y eran todas personas grandes, genial, y luego identifiqué a un grupo pequeño de chabones, sentados en una mesa. Ninguno me llamaba la atención, me quería largar de ahí.

-Me tuve que haber quedado cuidando a Agos.

-Cortala Olivia, ella está en lo de una amiga.

-Ufa.

Me senté en una mesa y me quedé usando el teléfono, una nena que se sentó a mi lado me preguntó:

-¿Eso es un IPhone?

-Si.- Respondí cortante.

-¿Lo puedo ver?

-No.- Me levante de la mesa, no me cabía nadie de ahí.

-Veni Oli- me llama mi padre. Fui y habían dos señores mas.

-¡Qué grande estás!- dijo uno.

-Cómo pasan los años- habló otro- todavía me acuerdo cuándo vos y Mateito jugaban juntos cuando eran así- y acercó su mano a unos centímetros del piso. Sonreí y seguí escuchando su conversación aburridísima.

-¿Cuanto falta para irnos?- le pregunté a mi padre luego de unas horas que fueron siglos para mí.

-No jodas.- Fue la única respuesta que obtuve.

Pasaron mas horas y yo sólo iba y venía desde la mesa hacia el grupo de señores y de la nada un chico se me acercó.

-Buenas- me saludó, era alto con un corte bastante feo de pelo, pero safaba de cara.

-Hola- respondí.

-¿Vos sos?

-Olivia.

-Camilo.

-Mirá vos- recorrí el lugar con la mirada.

-¿Qué hacés por aca?

-Acompaño a mi viejo... Aburrida- Que conversación más chota, pensé.

-Esto va a durar bastante, con los pibes de ahí- y señalo a los chicos de la mesa- vamos a ir a una joda, ¿Te pinta?

Ya por la forma de hablar me di cuenta que era un turro tremendo.

-Apagá la peli amigo.- Contesté con una rebajada digna de mi, y me fui, que se pensaba. Decidí llamar a una amiga para pasar el rato. Cómo extrañaba estar allá con mis amigos.

-Hey- dije.

-Hi, what are you doing?- preguntó ella.

Seguí hablando con ella cuando divisé a otro chico que se acercaba de nuevo, lo miré y seguí en mi conversación hasta que siento algo frío caer en toda mi ropa, y vi alejarse al pibe que contenía su vaso vacío en mano  con una sonrisa pícara en la cara, mientras los amigos de partían de risa.

-¡¡Sos un idiota!!


Pd: Van a odiar a Olivia al principio, ¡Voten si les gusta!


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Ocho Cuarenta|| TRUENODonde viven las historias. Descúbrelo ahora