Ocho Cuarenta|| TRUENO

Capítulo 10

Narra Olivia

Fuimos a cenar a un lugar que a mi parecer, no tenía buena pinta, pero de a poco se fue tornando acogedor, y en el momento que probé la comida de ese lugar, mi boca se hizo agua. "El Suertudo" se llamaba. Definitivamente volvería allí.

Mi padre y su amigo, Pedro, acordaron en ir a m casa porque según ellos, "La noche es joven, hay que disfrutarla" mientras que ellos parecían los adolescentes con ganas de joda haciéndose los emborrachados con Speed, Mateo y yo éramos los adultos quienes se tenían que aguantar la jodita. Ambos habíamos puesto mala. El dijo que se iba a juntar con los amigos, y sentí envidia, porque el se podía ir y yo no, pero en el momento que Pedro lo obligó a quedarse se me dibujó una sonrisa maligna en la cara.

Al llegar a mi casa, yo tomé camino directamente a mi habitación, agarré la computadora e hice videollamada con mis amigos. De verdad necesitaba volver con mi madre, le mandé un mensaje preguntándole cuándo podía volver a EEUU con ella pero no hubo respuesta, debe de estar re chocha con sus vacaciones, así que seguramente iba a pasar todo el verano acá, después de todo, este año era el ultimo en el colegio así que de alguna forma u otra tenía que volver.

Mientras hablaba con unas amigas, que me contaban a cerca de sus vacaciones de invierno, vi pasar velozmente a mi hermana con su noviecito. No podía ser que Agostina, con lo chica que es ya andaba con un pibe, yo en cambio o me boludeaban, o no llegaba a sentir algo por alguien.

Fui abajo a ver que estaban haciendo, ya que me había aburrido de escuchar a mis amigas caretear sus lindas vacaciones. Estaban los tres hombres hablando en el sillón del living, pasé de largo para ir a la cocina pero mi padre me frenó.

-Oli, vení- me llamó dulcemente.

-Ahora que hice- acostumbraba a que mi madre me retara después de llamarme de esa forma tan dulce.

-No, nada, que vengas, formes parte de la charla, pocas veces te veo en el año.

-¿Ahora te vas a poner sentimental?- Los Palacios rieron por lo bajo.

Finalmente accedí, me quedé en su charla aburrida, yo sólo acordaba con un "Si" "No" "Es verdad" y cosas así. Terminaron hablando de futbol y ahí fue cuando dije "nos vemooos", me levanté del sillón para irme hasta que escucho "igual River es hijo de boca"- Yo tenía menos futbol que mi abuela muerta, pero de algo es que estaba segura es que mi padre me había hecho hincha de River a muerte.

-¿Que?- me di vuelta algo dramática.

-Eso que escuchaste- dijo Mateo.

-Perdoname que te diga, pero River le pasa por mucho a Boca.

-Mirala, ¿Sabés cuál es el equipo de fútbol que más le pagó a la AFIP en el 2007? River, porque IVA a ganar el Clausura, IVA a ganar el Superclásico, IVA a ganar la Libertadores...- Su chistecito le causó risa a los dos padres.

-Pero cerrá el ogete.

Estuvimos discutiendo durante quien sabe cuánto tiempo, escuchaba a mi viejo y al de el, reírse de la situación,  pero yo no le encontraba lo divertido.

-¿Quién es el que se fue para el descenso? ¿Eh?- Me dijo con tono divertido.

Le estaba por contestar hasta que empecé a oler algo raro, parecía humo. 

-¿Qué pasa? ¿Te quedaste sin argumentos?

-Pará pecho frío- le contesté. Unos pasos rápidos se escucharon por la escalera, y mi hermana asustada entró en la cocina tosiendo.

-Hay... Hay...- Yo la agarré a la altura de los hombros- Hay fuego, tu cuarto, fuego.- Al segundo que dijo eso, salí disparada escaleras arriba mientras de atrás solo escuchaba gritos de que baje, pero pararon al ver la mayor parte de la planta de arriba en llamas. 

-¡Papá!- grite y este vino a los pedos acompañado de su amigo con dos baldes llenos de agua que no sirvieron para nada- ¡¿Dónde está el matafuegos?!- Mi padre lo fue a buscar al garaje.

-Voy a llamar a los bomberos- Anunció Agostina si es que había escuchado bien.

-¡¿Dónde está Tomás?!- Dijo Mateo Desesperado.- Agostina, ¿Dónde está Tomás?

-Eh, me dijo que iba al baño, pero la puerta está rota y se trabó, iba a pedir ayuda hasta que vi el fuego.

-Dios- Volví a subir las escaleras y llegué al baño, yo sabía cómo destrabar esa puerta, siempre acudían a mi para destrabarla porque el resto no sabía cómo, por eso nadie iba a ese baño.- Tomi ¿Estás ahí?- Nadie contestaba- ¡Tomás!

La baranda de la escalera (que era de madera) cayó al piso incendiada y me asusté. Destrabé la puerta y lo encontré, al niño, agachado en el piso con los ojos llorosos tratando de respirar. Lo agarré del brazo y lo empujé hacia afuera, el pobre estaba en shock. 

-Tomi, necesito que reacciones, camina conmigo porfa- el chico asintió con los ojos desorbitados.

-¡Olivia!- gritaba mi padre desesperado. El fuego llegó hasta abajo, por las escaleras; se escuchaban sirenas, y los bomberos sacaron a los tres hombres de la casa junto con mi hermana. Iba a bajar rápido para irme con ellos hasta que uno de los escalones literalmente ardió en llamas impidiendo el paso.

-¡Vamos por otro lado!- Grité mientras Tomás agarraba con fuerza mi brazo, entré a la habitación de mi padre que daba a la pileta.

-¿Sabés nadar?- Tomás negó con la cabeza- Bueno, vas a aprender- Lo sujeté con fuerza, abrí en ventanal, tomé carrera y saltamos hacia el agua. Caímos con un gran impacto. Agarré al niño que chapoteaba en el agua y lo saqué afuera con la ayuda de un bombero que se percató de la acción. Nos llevaron con el resto, nos dieron toallas para secarnos, y sentí cómo unos brazos me tomaron y me abrazaron.

-¿Cómo vas a hacer eso?- me dijo mi padre que no me soltaba.

-Pa, estoy bien, si nadie destrababa esa puerta, no se que hubiese pasado.- Vi cómo Mateo pasaba la mano por detrás de su hermano.- ¿Estás bien?- El niño sonrió y asintió con la cabeza. Agostina me abrazó llorando.

-Shh, ya está. Ya estamos bien.

-¡No! No es eso, ahora no tenemos casa.

-Ah, pensé que te preocupabas por mi.

-Ah- se sorbió los mocos- si, eso también.- Me quedé viendo cómo mi casa, dónde había vivido prácticamente toda mi infancia, se destruía en cenizas y humo .

¿Qué les está pareciendo? 😊