Capítulo 4

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Narra Olivia:

-¿Qué fue eso? - preguntó mi padre entrando a la cocina mientras yo hacía mis tostadas.

-¿Qué cosa? - pregunté ilusa, ya sabía a que se refería.

-Ya sabes a que me refiero.

-El fue el chico que me ensució hoy.

-¿Mateo? Si es más bueno el chico.

-Uy si, ni me imagino.- Dije sacando las tostadas y sentándome en el sillón con la computadora.

-No uses la computadora en el sillón, se sobre calienta y puede quemarse y andá a saber que más puede ocurrir.

-No seas exagerado.

-Bueno, vuelvo a la oficina, más tarde almorzamos.- Asentí y mi padre se marchó.

Era domingo, y tenía ganas de hacer algo, pero no conocía a nadie acá en Buenos Aires ... Hasta que me acordé de Rocío, una vieja amiga que tenía cuando vivía acá ... Hablábamos muy de vez en cuando pero me arriesgué y le escribí esperando que me aceptara. La encontré en mis contactos y la llamé, tardó en contestar, pero lo hizo. 

-Hola, tanto tiempo ...

-¡Que onda Oli!

-¿Cómo estás?

-Bien, te cambió un montón el acento.

-Si supongo, me estoy re acostumbrando.

-¿Y? ¿Qué andás haciendo?

Nos quedamos horas hablando, no me había dado cuenta que la extrañaba bastante. Mientras hablábamos, la comencé a stalkear en Instagram , y para mi sorpresa, en su grupo de amigos se encontraban los mismos chicos de ayer. Genial.

-Eu, ¿Quién es el chico de tu foto? - Me peguntó cual.- El alto, que está al lado tuyo con la chaqueta azul.

- "Chaqueta" - repitió y se rió- El es Camilo, es mi amigo, ¿Qué pasa con él?

-Ayer se me acercó a hablarme y me invitó a una joda, re confianzudo.

-¿Porque confianzudo? Es re piola, medio mujeriego, pero es un buen pibe.

-Ahh, mirá vos, ¿Se juntan seguido? - Yo si me juntaba con Rocío no quería estar en esa junta.

-A veces ... Emm, entonces ¿Nos juntamos mañana? Te quiero ver.

-Dale

Al día siguiente Rocío llegó a mi casa y nos saludamos de forma normal, cómo si nos hubiésemos visto el día anterior. Estaba hermosa, estaba flaca, y alta, con el abdomen y piernas tonificadas, su cabello marrón estaba más claro, y sus ojos negros enormes se robaban toda la belleza junto con sus pestañas larguísimas. Tenía tatuado el brazo con un dragón chino, cómo el de Mulán, era muy bonito. Yo también tenía un tatuaje, en el cuello con una palabra en japonés.

-Esta te gusta?- preguntó rocío mostrándome un remerón negro con la cara de Travis Scott.

-Eso no da para una joda- digo

-A la que vamos, si da, eso que tenés puesto no- señaló mi blusa gris escotada en "V" y mi falda blanca de tablas- Además, no es tan una joda, es más cómo una juntada, así que si te digo que vallas así es por algo.

-Bueno- accedí- ¿Quiénes van a estar?

-Emm, algunos amigos, ¿Te acordás de Nicole? La que iba a nuestra división en la primaria.

-¡Si! Ella.

-Ahh- Justo ella no me caía del todo bien- Okey- Dije no muy convencida- ¿Y quién más?}-Em, mi amigo el de la foto, Camilo.

-Okey.- La puta madre.

-Dale, cambiate y vamos.

Me terminé poniendo el remerón que me prestó Rocío, y un short de tela blanco. Me sentía nerviosa, no porque no pudiera caerles bien, sino porque  no era mi tipo de juntada... Yo solía ir  a los shoppings de Seattle o al parque a merendar, o cuándo salíamos de la escuela y nos íbamos a McDonald, que buenos tiempos, se me escapó una sonrisa mientras extrañaba los recuerdos.

-¿En quién pensas?- Preguntó Rocío interrumpiendo mis pensamientos.

-No, en nadie.

-¿Y esa sonrisa?

-Nada nada, me acordé de algo gracioso.

-Bueno- dijo, y entramos en un barrio que no era muy de mi agrado.

-¿En dónde estamos?- pregunté desconfiada.

-Por Barracas.

-Okey...

Al llegar, ella bajó unas cervezas del asiento de atrás y entramos en la casa, no había nadie.

-¿Es tu casa?- pregunté ya que habíamos entrado así nomás.

-No- respondió- están todos en el patio.

Llegamos el patio y vi a un grupito, de unas 4 o 5 personas, y entre ellas, reconocí a Nicole, que cuando me reconoció, cambió su cara por completo.

-¿Olivia?- preguntó y asentí- ¡Ayy, hace cuanto no te veo boluda!- me abrazó y le devolví el abrazo algo incómoda.- ¿Que hacés por acá?- la noté su pelo corto y rubio, aunque teñido, ya que cuando éramos chicas era castaño claro, pero le resaltaba su color bronceado junto con sus pecas.

-Yo la invité- dijo Rocío feliz.

-Hola- saludó otra chica un poco más alta que yo, y muy bonita.- María.

-Olivia.

-Bueno vamos- terminó de decir Rocío y nos acercamos a los chicos, pude reconocer al que trajo los papeles ayer a mi casa, Valentín, si mal no recuerdo Y otros dos chicos uno bien alto, tatuado hasta la madre, con los músculos bien tonificados, y el otro flacucho y bajo, con cara de bebé.-¡Holaa!- Los saludó y luego yo, detrás de ella. Ellos me miraron y siguieron en lo suyo. 

-En un rato viene Camilo con Mateo- gritó María mirando su celular.

Mateo y Camilo, bien, Camilo el que me invitó a salir, y Mateo, el forro que me tiró su bebida. Definitivamente no tenía ganas de cruzármelo.

Estaban preparando un asado mientras se mantenían ocupados y yo sentada ahí en una silla sin saber que hacer.

-Mari, abrile a los chicos que están afuera- Dijo el chico tatuado.

-Nacho, ahora no puedo, emm- María dirigió la vista hacia mi- ¿Les podes abrir vos Oli?

-Bueno.- Respondí con pocas ganas y me levanté.

-Que cara de culo tiene esta.- Escuché que dijo la tal Mari, ya empezamos mal.

Me fui acercando a la puerta mientras que sus voces se escuchaban del otro lado, mierda... La abrí.

-¿Qué haces vos acá?- dijo Camilo sorprendido.

-Me invitaron.- Respondí secamente. Mateo levantó la vista del celular y se quedó con los ojos fijos en mi.

-¿Vos acá?- preguntó riendo irónicamente. En eso coincidía con el, que mierda estaba haciendo ahí...

-Déjala tranquila- Camilo me saludó y a Mateo le corrí la cara volviendo al patio.

-Buenas- saludó Camilo y Mateo repitió su acción.

-¡¿Y, se prende esto o no se prende?!- Gritó uno.

Que hago acá...






Ocho Cuarenta|| TRUENODonde viven las historias. Descúbrelo ahora