Capitulo 8 - North Wost

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Abraham recordó esas palabras, eran las mismas que le dijo su instructor cuando era joven, sonrió un poco confuso ya que acaba de tener una riña con ese tipo y ahora le decía esas palabras. Extendió su mano al extraño, pero rápidamente se dio cuenta de algo, la primera vez que lo vio, no tenía cicatrices en la cara, tenia tatuajes, cuando entró en razón, vio como el cuerpo del sujeto no estaba más, giró hacia atrás ya que escuchó el ruido que hacían las mismas cadenas con las que fue atacado, y ahí lo vio, estaba el barbudo de cara tatuada con las cadenas en manos, agitándolas como para latigar.

Abraham: ¿Cómo es que hiciste eso? Eso debe ser magia.-sonríe nuevamente confundido-. (Maldición).

- ¡Vaya! Me arrepiento de haber dudado de tus cualidades, pero aquí hay un pequeño gran problema.

Abraham: ¿De qué hablas?

- De que tu modalidad de pelea es solo la fuerza, y la capacidad de tu destreza, aquí no ganaras de esa forma.-hace desaparecer las cadenas y une sus manos-. Esto sí.-pega un grito y crea una esfera de color verde en sus manos-

Abraham: Maldito, debo de esquivar eso, sea lo que sea.-susurra-.

- Spirtu Total-U.-lanza la esfera a Abraham-. ¡Encuéntralo y mátalo!

Esta esfera verde iba cambiando de forma cada vez que se acercaba hacia Abraham, lo único que atinó a hacer, era escapar de la misma, pero cuando estaba a un metro de distancia, la bola tomó la forma de un espectro verde de dos metros, este mismo lo agarró y lo lanzó contra una estantería. El impacto hizo caer varios libros encima de Abraham, quien quedó tapado por los mismos, ya se sentía extenuado.

- ¿Qué pasa? La nigromancia no es de tu talla por lo que veo. Mi querido amigo cuando te agarró, tomó parte de tu energía vital, y de esa forma te debilitó, así que.-hace desaparecer al espectro-. Ahora solo queda, acabar contigo.-desenvaina la espada de su espalda-.

Ni bien intentó acercarse, Abraham salió de entre los libros con uno en mano, leyó algo del mismo y un aura comenzó a rodearlo, sentía que su fuerza se incrementaba y a su vez sus ojos se llenaban de odio, salió despedido contra el tipo y le metió un rodillazo en todo el pecho, seguido del mismo, lo barrió con una patada baja y le quitó la espada, el barbudo hizo una pirueta para no caerse y de esa forma quedar frente a él. Ambos estaban enfrentados cara a cara, se sintió un silencio en toda la biblioteca y el sonar de un suspiro arrancó el ataque de Abraham, quien tiró dos espadazos al pecho del extraño, ambos impactaron con una fuerza y velocidad inhumana, esto hizo que el sujeto cayera al suelo y quedara al filo de la espada, lo único que atinó fue a reírse.

Abraham: ¿De qué te reís? Estás a mi merced.-sonríe-.

- Oh, ¿Eso crees tú, verdad? Leíste algo que encontraste en esos libros y te entregó fuerza atemporal.

Abraham: ¿Atemporal? Deja de decir tonterías.

- Lo único que lograras es terminar herido internamente por usar un conjuro fuera de tus limites, muchacho.

Abraham: Pues si es así, acabaré contigo antes que la fuerza lo haga conmigo.-alza la espada para realizar un último ataque, y cuando lo hace, siente como su corazón arde y sus brazos se duermen-.

- Vaya, veo que ya pasó.-sonríe y se levanta lentamente, mientras sus movimientos son seguidos por la mirada de Abraham-.

Abraham escupió sangre, en el mismo momento la espada cayó frente a él, y a su vez él también cae de rodillas, quedando en desventaja frente al sujeto, quien ya estaba de pie y solo contemplaba el sufrimiento de su contrincante.

- A esto me refería, eres un idiota, la verdad que eres un verdadero prodigio, pero eso no quita que ya has perdido, que con tan solo alzar la espada y cortarte el cuello, te quito la vida en un suspiro. ¿Increíble, no? Así funcionan las cosas en este mundo, llega alguien más fuerte que tú y te enseña lo que es la vida, en este mundo no perdonamos a gente como usted.-agarra la espada-. Joven, Abraham.-dice burlándose de él-. Desaprobado.-guarda la espada en su vaina-.

Abraham: -alza la mirada con esfuerzo para mirarlo a los ojos-. ¿Q-Qué dices?-escupe sangre-. ¿Por qué n-no me ma-matas?

- Porque esto era una prueba, y la fallaste, así de simple. Yo soy tu entrenador, Magnus me dejó a ti, en mis manos. Tienes potencial, por eso te dije que eras un prodigio, pero en ningún momento vi un espíritu con ganas de triunfar en esta pelea, por eso, eres un tonto muchacho.

Abraham sonrió y volvió a escupir sangre, en su interior sentía paz, como si se hubiera salvado de un choque, pero aparte también sentía un gran dolor en sus piernas y sus brazos, aparte su corazón latía lento, dejó sucumbirse por la fuerza que ejercía su cuerpo para caer rendido, y fue ahí, cuando se terminó de desplomar frente a su "entrenador".

- Soy Ezequiel.-esas palabras retumbaron en el oído de Abraham-. La poción que te curara de todo esto, te la dejaré frente a ti.-saca un frasco de su chaleco y lo coloca frente a Abraham-. Tómala y cuando ya te recompongas, limpia el desastre que provocaste aquí.-se va lentamente de la biblioteca-.

Abraham se arrastró con gran dificultad, estiró su mano con la poca fuerza de voluntad que le quedaba y agarró el frasco para luego acercárselo a su boca y así beberlo, le sacó el tapón con los dientes y bebió un trago largo, pero no todo. Luego de unos segundos, se levantó como si no hubiese pasado nada, terminó de beber la pócima y limpió la sangre que le corrió de su boca, miró a su alrededor, e hizo lo que le dijo Ezequiel, juntó los libros que estaban el suelo y los colocó nuevamente en la estantería donde había impactado, limpió la sangre de él que había quedado en el suelo y en eso encuentra el pequeño libro, que lo había "elegido", todo despedazado y con un objeto tirado a su costado, esto intrigó a Abraham, quien se agachó y levantó para luego examinarlo, tenía una forma un poco abstracta, no la entendía y tampoco le encontraba ningún parentesco a nada, siendo así, solo la guardo en su bolsillo, junto con los pedazos que habían quedado del libro.

Ya fuera de la biblioteca, caminó por todo el castillo, se cruzó con un par de personas que solo lo ignoraron, en eso, se encuentra a Magnus, quien estaba leyendo un libro en latín, al menos eso distinguió a lo lejos.

Magnus: ¿Qué tal Abraham?-dijo sin quitarle la vista a su libro-.

Abraham: Hola Magnus, sabes, hace un momento me crucé con Ezequiel.

Magnus: Entonces todo ese alboroto, venia por eso.-sonríe-.

Abraham: Si ese tipo va a entrenarme, creó que va a ser muy duro, hubo momentos en el que creí que iba a morir, un frío recorría mis piernas y me debilitaba el corazón.

Magnus: -cierra su libro y mira a los ojos a Abraham-. Sabes muchacho, tal vez sus métodos sean ortodoxos, pero es uno de los mejores preparadores físicos, mentales y mágicos que hay aquí en North Wost.

Abraham: ¿Con que"North Wost" es donde estoy ahora mismo?

Magnus: Correcto, este lugar es una dimensión alterna, Servil y Samuel te mandaron aquí para que estés preparado con todo lo que se te viene. Tal vez en momentos creas que tú no naciste para esto, pero si fuiste elegido, es por algo. Siempre que tengas dudas del por qué, piensa en el cómo, y resolverás tus problemas e incógnitas.

Abraham: Está bien, gracias por su consejo, por cierto, la bibliotecaria me dijo que este libro me eligió.-saca el libro roto-. Pero pasa esto.-sonríe nervioso-.

Magnus: No pasa nada, observa.-toma el libro y con su otra mano hace unos movimientos raros, indicando una reversa en señas-.

El libro comienza a reconstruirse lentamente, las hojas que no recogió, volvían volando de la biblioteca y se colocaban en sus respectivos lugares, cuando terminó de mover su mano, el libro ya estaba totalmente sano, como si no le hubiese pasado nada, Abraham miraba sorprendido y quedó boquiabierto con lo que hizo Magnus.

Magnus: Reparé tu libro Joven aprendiz, este conjuro en algún momento lo aprenderás, es solo cuestión de tiempo, no fuerces tu cuerpo en intentarlo o en usar magia fuera de tu escuela, todo esto que te digo tal vez no tenga sentido, pero mañana lo entenderás, ya que iras a la escuela de magia.

Abraham: Espera un momento.-ríe-. ¿Acaso dijiste, escuela de magia?

Magnus sonríe y asiente con la cabeza.

Acaso dijo, ¿Escuela de magia?

Legión de HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora