El despertar de una leyenda - Parte 4.

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Abraham: Yo te conozco.-sonríe impresionado-. Estuvimos haciendo un trabajo sobre ti en historia mundial, es increíble...-hace una pausa y se queda mirándolos a los dos, lo entendió todo-. Estoy en el Gran Continente, es confirmado...

Aterek y Samuel se miraron un poco confundidos por la actuación del muchacho, Abraham intentaba explicarles su situación, pero no encontraba las palabras para poder decírselos. Aterek dio un paso hacia atrás para mirarlo mejor a Abraham.

Abraham: ¿Qué? ¿Qué pasa? Debo de parecer un loco.-regula su respiración-. Ahora sí, déjenme empezar de nuevo.

Aterek: No, no. Quédate callado, iré a buscar algo, no te muevas de aquí, de todas formas no puedes irte.-va a una de las habitaciones y se escucha como busca algo dentro de ella-.

Samuel: Sabía que había visto algo especial en ti.

Abraham: ¿Quién? ¿Usted, o él?-señaló a Aterek que salía de la habitación con un par de pergaminos amontonados en sus brazos-.

Aterek: Bien, yo seré quien te explique un poco el motivo de por qué estás aquí.

Abraham: Está bien, pero debe de escuchar esto primero: yo tan solo hace dos días estaba en mi casa y lo único que hice fue ir a dormir, cuando de repente aparecí en la casa de Hatari y...-ambos lo interrumpen-.

Aterek: Déjame hablar a mi Samuel.-le pone una mano en el hombro a su compañero-. Hatari es uno de mis hijos y lamento su forma de actuar contigo, pero antes de que continúes no me interrumpas que yo te cuento algo...

"Era una noche fría en el reino, Mozet caminaba por los caminos de Adrián, pero ¿Cómo los conocía? Dejame te cuento todo más claro, Adrián es un hacendado del reino antiguo al de Mozet, se dice que practicaba magia negra y raptaba a los primogénitos de cada pareja para hacer sacrificios humanos con ellos... Un día Hatari lo encontró matando a una niña, raro hasta para el maldito, acudió a mi y yo al rey actual. Mozet quedó indignado al darse cuenta que los rumores que rondaban por el pueblo eran ciertos. "Los caminos de Adrián" eran un sendero hacía al averno, o eso es lo que se cuenta, la bestia fue soltada por Adrián quien escapo de los soldados Élite del rey, esta bestia viaja por dimensiones modificando el tiempo y haciéndose pasar por quien sabe que o qué.
Hace unos días Mozet tuvo un sueño, te lo relato tal como lo escribí: Miré al horizonte por mi ventana, y vi una bestia que atacaba a un joven muy peculiar, un aura emitía de su cuerpo e iluminaba los caminos de Adrián, ya sabía que una guerra estaba por desatarse y es porque ese chico es él elegido. El Despertar de una Leyenda está cerca... Y siento al chico entre nosotros"...

Aterek: Tú eres el elegido que se apareció en los sueños de nuestro soberano.

Abraham: No puede ser...-se quedó sin palabras, no podía entender lo que pasaba o tal vez sí, era raro para él-. Soy solo un estudiante, esto es como en las películas.-sonríe tembloroso-. Yo soy el Héroe según lo que dice esa profecía...

Samuel: Muchacho, la bestia vendrá por ti, de seguro se presentó a un ser querido cercano tuyo.

Abraham: Ahora que lo dices, recuerdo que el día del "viaje", mi madre no respondía a mi llamado. Díganme por favor que no le pasa nada.

Samuel: Tranquilo, no los mata, los rapta para llamar la atención de los héroes.

Abraham: Un momento, ¿Por qué hablas como si ya ha habido más héroes?-levanta una ceja de forma interrogativa-.

Samuel: Yo no dije nada de eso...-pierde la mirada hacia otro lado-.

Aterek suspiró y se puso frente a Abraham para poder seguir charlando con él.

Aterek: No es la primera vez que ataca, pero antes de que te alteres debes de saber que es la primera...

Abraham lo interrumpe.

Abraham: No... Sabes, cuando le explicas a alguien una supuesta profecía, mencionas al principio que hay muertes de intermedio.

Samuel: Nadie mencionó las muertes muchacho.-Aterek le clavó la mirada-.

Abraham: ¡Lo acabas de decir!-señala a Samuel con su palma-. ¡Saben, no sé cómo no me he vuelto loco con todo lo que he tenido que escuchar y ha pasado en menos de un día, mi cabeza ahora mismo es un nudo y ni siquiera sé si voy a ver a mi familia de nuevo, a mis amigos o si al salir de esta casa sigo vivo! Apenas razono lo que va pasando y creo que mi mente y mi cuerpo no están preparados para esto...-niega rotundamente con la cabeza-. Tal vez solo soy una víctima de la supuesta magia negra esa de la que hablan y no... No soy el de la profecía.

Samuel y Aterek respetaron las palabras de Abraham y se quedaron callados por un momento.
[Plumm...] se oyó a lo lejos, fuera de la casa obviamente, los tres salieron afuera a ver qué era lo que pasaba y se encontraron con un espejo frente a ellos.

Aterek: ¡¿Lo ves muchacho?! No hay tiempo.

Abraham: ¿De que hablan? Si esto es solo un espejo.-ríe burlándose de Aterek-.

Samuel: Mira muchacho.-lo agarra de la camisa-. Sí, ha habido muchos parecidos a ti, pero de alguna forma fueron más fuertes y más valientes. No le des la espalda al destino o quedaras a espalda de él y no tienes idea de lo traicionero que es. Nosotros estamos igual de confundidos que tú y la respuesta a todo esto es una persona ¿Sabes quién es? ¡Tu, mierda!-lo empuja al espejo el cual termina atrapándolo y lo hace desaparecer como si fuese un portal-.

Aterek: ¡No! ¡¿Samuel, qué has hecho?!-lo empuja al espejo y este se rompe-.

Samuel: Lo que hice fue salvar al muchacho...

En el cielo una gran nube negra comienza a teñir los colores que antes eran celestes, se oían susurros provenientes de esa nube, Samuel y Aterek miraban a su alrededor, encontrándose con gente que se preguntaba lo mismo que ellos ¿Qué era lo que pasaba? Un ruido hizo que toda la tierra temblara y pequeñas bestias escurridizas empezaron a salir de un agujero que se ocasionó en medio de la nube. 

Legión de HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora