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-Atención, la recepción de invitados será en unos minutos, necesito que todo se lleve a cabo de forma clara y a tiempo, ¿entendido?-Anuncio el de ojos mieles a todos los participantes, quienes asintieron y hablaron a coro.

-Si, Hasekura-san.

-Vale, todos a sus puestos ahora, no quiero que haya algún tipo de retraso en mi obra.

Todos los encargados de las diversas áreas corrieron a sus puestos dejando al ojimiel pensando mientras veía su lista del programa con un ligero dolor de cabeza por la presión.

Ojalá todo saliera bien, no quería que algo saliera mal después de todo el esfuerzo.

Aun así, a pesar de sus esfuerzos eso no evitaba que sintiera pesadez, y más porque no tenia ni tendría a Kensuke a su lado.

Lamentablemente, su querido novio debía unas materias por sus bajas notas, por lo que estaría ocupado toda esa semana tratando de recuperar la calificación.

"Lo extraño mucho, no se como me sentiré cuando me vaya, seguramente horrible"-Pensó Hasekura cerrando los ojos tratando de mantener la calma.

-Estás tenso, ten-Interrumpió una dulce voz que lo saco de sus pensamientos.

El pelinaranja bastante sorprendido volteo y se percato que enfrente de el había una taza de chocolate caliente.

-¿No se supone que estarías en la cocina?-Pregunto el ojimiel serio sacándole una sonrisa de satisfacción al recién llegado.

-Ya todo está listo para la primera y segunda parte, la comida de la parte final la prepararemos más tarde para mantener temperatura y consistencia.

-Ya veo, con razón eres el capitán de cocineros, eres brillante...Setagawa.

Masahiro se sonrojo ligeramente y sonrió un poco de forma mas tierna robándole una mirada suave al más alto.

Definitivamente el uniforme de cocina le hacia ver tan inteligente, apuesto y sobre todo, llamativo.

Después de todo, debido a su tono de piel cualquier color le quedaba perfecto, en especial el azul y el dorado que en ese momento portaba, estos colores solo lograban resaltar todas las cualidades de inteligencia y elegancia.

Acercándose más al ojiverde, tomo el chocolate y le dio un sorbo que logro llenar su ser de un calor bastante agradable.

-Delicioso.

-¿Esta bueno?

-Bastante, no soy muy fan del chocolate pero este está en su punto.

-Me alegra bastante, ojala te pueda ayudar a estar más tranquilo.

-Esta siendo un poco más difícil de lo que espere.

-La razón de eso es porque extrañas a Oshiba, ¿no?

-¿Cómo lo sabes?-Pregunto de forma sorprendida el ojimiel causando que el rubio se sonrojara y desviara la mirada.

-Lo siento gracias al hilo que tenemos aún en nuestros meñiques, por eso vine a verte, me preocupaba que te pusieras mal o algo por el estilo. Si Oshiba se entera de tu tensión, no se concentrará para pasar sus exámenes. Sabes bien que por lo mucho que te ama, estaría dispuesto a reprobar solo por venir a verte y darte su apoyo para estés bien. Por ello, es mi deber que eso no pase. Kousuke-san lo podría matar si llega a sacar otra mala nota y dudo mucho que te sientas mejor con eso en mente.

-Ya veo, eres muy leal a Ken, entonces.

-Es lo que un amigo debería hacer, ¿no? Cuidarlo y ayudarle a ser feliz.

¡NO! Al hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora