Soledad.
Vaya que conocía esa palabra bastante bien, después de todo, era lo que movía su mundo desde que tenía memoria.
En primera por sus padres ausentes, uno había huido por la gran responsabilidad y el otro o más bien, otra, rara vez estaba en casa debido a su "singular" trabajo.
Y en segunda, el hecho de que sus únicos amigos eran solamente su actual novio y la pandilla de este que lo habían acogido.
Debido a eso, no era raro que todas las noches se la pasará con ellos, y esa no era la excepción.
Iba caminando como de costumbre camino a encontrarse con ellos, cuando en medio de sus pensamientos algo le hizo detenerse.
Un hombre, un hombre que estaba por aventarse de un puente.
Sabiendo perfectamente cuál era el propósito de este, se acercó con rapidez así como con cautela y trató de buscar las palabras adecuadas para empezar un diálogo con el.
-Disculpa...
En cuanto dijo esas palabras, el hombre giró su cabeza y clavó sus ojos en el.
Fue en ese momento que se paralizó, realmente era muy guapo ese hombre.
De facciones bastante agraciadas, ojos grandes de color gris, cejas pobladas, perfil armónico, mirada seria y un curioso lunar en la barbilla.
Además, su físico era bastante imponente y debido a ello su cuerpo no pudo evitar responder temblando por dentro así como poniendo sus mejillas rosadas.
Sin embargo, el tono seco y distante con el que le respondió lo regresó a la normalidad.
-¿Qué quieres niño? ¿No ves que estoy por morir?
-¿Morir? Disculpe, no puedo dejar que haga eso, se ve que todavía tiene salud para estar vivo.
-Estaré vivo físicamente, pero la verdad es que estoy muerto emocionalmente.
-No se de que habla, pero por favor no se le vaya a ocurrir aventarse de ahí, en serio.
-¿Qué caso tiene seguir viviendo? ¿Tenemos un propósito más allá en nuestra vida?
Al oír eso el rubio supo que de verdad el hombre estaba mal y necesitaba ayuda.
Fue eso lo que le hizo seguir insistiendo, por alguna razón que hasta el momento desconocía.
-No sé que le habrá pasado, pero no soporto la idea de ver a alguien morir frente a mi, y menos si puedo hacer algo para evitarlo.
El hombre suavizó su mirada y puso una sonrisa triste mientras lo veía de forma menos agresiva.
-Es como si tú fueras el.
-¿Quién?
-No importa, solo estoy diciendo cosas sin sentido, debe ser algún delirio de mis últimos minutos de vida.
-Como sea, antes de que termines de delirar, dame la mano.
El ojigris confundido se la dio y el rubio aprovechó para jalarlo hacia el y quitarlo de ahí, pero su fuerza no era mucha por lo que cayó encima de él.
El más bajo se sonrojó y trató de dísculparse con mucha torpeza.
-Lo siento...Creo que...Exagere.
-¿Por qué hiciste eso? Yo debía morir, acabas de arruinar todo mi plan.
-No lo entiendes, tienes mucho todavía por lo que vivir, estás en muy buena edad y te aseguro con una situación económica o personal tan siquiera promedio. Créeme, hay quienes vivimos un infierno pero aún así tratamos de sobrellevarlo y de esa forma evitar querer quitarnos la vida.
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¡NO! Al hilo rojo del destino
Fanfic"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse sin importar el tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca se romperá." En una sociedad donde cada uno está destinado a una p...