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-¡Hasekura-san! Dicen los alumnos de diseño, que si prefiere las invitaciones de color doradas o rojas-Dijo una chica mensajera mientras anotaba todo en una agenda.

-Combinadas-Respondió este no despegando su vista del escenario sin despegar los ojos en la actuación.

-Bueno, en cuanto a la decoración, ¿está bien así?-Pregunto esta misma enseñando un prototipo dibujado en digital por los encargados.

Hasekura alzó la mano para que todos se detuvieran y tomaran un pequeño descanso .

Después tomó sus lentes de su armazón, se los puso y analizó durante unos instantes para finalmente asentir.

-Menos moños nada más, para que les digas a todos los que te mandaron.

-Bueno, eso es todo, debo irme.

-Como sea, todo esta perfecto... ¿Qué? No, no les hablaba a ustedes. De hecho el descanso ya terminó y antes de seguir debo hablar contigo estelar-Llamo el pelinaranja a la chica quien se tenso y acerco a este-Lo estás haciendo pésimo, ¿te haces llamar actriz destacada? No veo nada de eso, así que necesito más entrega de tu parte.

-Lo haré mejor a la próxima-Susurro avergonzada la chica al borde del llanto.

-Eso espero, porque yo no quiero actuaciones mediocres en mi obra.

-Si...claro.

-Hasekura-san-Interrumpió el director entrando tocando el hombro del ojimiel-¿Podemos hablar?

-¿Sucede algo director?-Cuestiono el de piel porcelana dando la vuelta y caminando algo lejos con el director a su lado.

-Creo que estas algo tenso, deberíamos dejarlo por hoy.

-Pero solo faltan tres meses y medio para la presentación de la obra, no es bueno acumular presión director, usted lo sabe más que nadie.

-Lo se, pero te estas poniendo muy tenso, aun hay tiempo. Recuerda que también es bueno darse tiempos de esparcimiento y libertad.

-Si usted lo dice, bien.

Hasekura se quito los lentes, tomo su mochila y camino hacia sus compañeros donde tomo un poco de aire para hablar en voz alta.

-¡Escuchen! Es todo por hoy, pueden irse y descansar. Nos vemos mañana, no lleguen tarde.

Enseguida todos soltaron un suspiro de alivio y corrieron por sus cosas para posteriormente irse. Una vez que ya no hubo nadie el de ojos mieles cerro el salón donde ensayaban y camino hacia la entrada con la idea de ir a descansar a su casa.

Sin embargo nunca imagino que apenas al pasar por la entrada se toparía con una inesperada sorpresa.

-¡Kensuke! ¿Qué haces aquí?-Pregunto el pelinaranja con una sonrisa acercándose a su novio quien camino hasta el devolviéndole el gesto-No es que me desagrade, pero si que me sorprende.

-Apuesto a que si, vine por ti-Confeso con una sonrisa el menor dándole un beso en la mejilla y transmitiéndole una sonrisa tierna-Últimamente estas muy estresado con tu proyecto cariño.

-Como no tienes idea, eres lo único que logra desestresarme.

-Asaya cariño, estás muy tenso, pero tengo la solución perfecta para poder remediar todas sus dolencias-Dijo el más bajo sonriendo logrando que Hasekura captara algo.

-¿Ah si? ¿Cuál es?-Pregunto Hasekura de forma insinuadora con rapidez poniendo sus brazos alrededor de la cintura del más bajo a lo que Kensuke solo rio y anuncio su idea con emoción.

¡NO! Al hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora