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Prácticamente habían pasado ya dos semanas, dos semanas en que el príncipe de ojos mieles no iba a la casa de los Oshiba.

Al principio esto le pareció raro a su novio, por lo que este no dudó en cuestionarle si había pasado algo malo en su casa, debido a que no había querido volver desde la cena reciente.

Kensuke inclusive había llegado a la conclusión de que esa actitud se debía a que su familia había hecho algo malo.

Pero Hasekura lo tranquilizó de forma inteligente y se excuso con que tenia mucho trabajo pendiente de su obra, por lo cual ahora le era prácticamente imposible ir a pasar un tiempo "agradable" con su familia política.

Lo cual, en parte era cierto, pues la fecha de estreno se aproximaba de forma rápida.

Pero él también sabía que la verdadera razón era otra, evitar ver a su alma gemela más que nada.

Si, estaba haciendo mal, pues sabía bien que tenía una promesa con su pareja de anunciarle si encontraba a su hilo, pero ahora que eso había ocurrido, ¿cómo iba a poder decirle que esa mitad del hilo era el prometido de su hermano?

No era nada fácil, mucho menos cuando su novio creía que el prometido de su hermano era la mitad del hilo de Kousuke.

Sería un golpe muy duro anunciarle que la dura realidad era que esa mitad del hilo del rubio era la suya.

Fue entonces que, con ese pensamiento, se detuvo en seco al recordar ese pequeño pero importante detalle.

Era cierto, ¿no se suponía que el hilo solo unía a dos personas que correspondían a ser almas gemelas? Si era así, ¿cómo era posible que el rubio tuviera un hilo con el hermano de Kensuke y con él?

Bastante confundido, decidió llamar a Kensuke mientras pensaba un poco alguna explicación lógica, tal vez el le podría resolver esas dudas de su cabeza.

-Hola Ken.

-"¿Hasekura? ¿Pasa algo? Hasta donde sabía estarías muy ocupado, ¿no tenias una reunión hoy con el capitán de cocineros que hará las comidas de tu evento?"-Pregunto Kensuke bastante contrariado haciendo que el ojimiel respondiera rápidamente.

-Si, de hecho ya voy en camino, solo tenia una pregunta que no puedo sacar de mi mente, ¿cómo es que supiste que el hilo entre tu hermano y su prometido era real?

-"Ellos me lo dijeron cuando les pregunte en una de sus citas. Eran una pareja tan enamorada que no me contuve, por suerte ellos respondieron de forma positiva."

-¿Y como sabes que lo que te dijeron es real?

-"Se trata de mi hermano Asaya, Niichan no me mentiría."

Hasekura sintiéndose aun más confundido, estaba por preguntar algo más pero su razón se hizo presente y lo detuvo por lo que decidió dejar la conversación hasta ahí.

Después de todo, ¿por qué el interés?

Ese personaje rubio no significaba más que un familiar político, nada de alma gemela ni nada por el estilo.

-"¿Hasekura? ¿Sucedió algo con respecto a eso? ¿O por qué la pregunta?"

-No, nada de eso, es solamente una duda de lo que vimos en esa clase tan hostigante de mi profesora que está obsesionada con ese tema. Pero bueno, tienes razón, tu hermano no te mentiría, su hilo debe ser totalmente real como el dice. Debo irme, te llamo luego-Sentenció el ojimiel para evitar generar más dudas con el dedo a punto colgar.

-"Te amo"-Susurró el pelinegro antes de que eso pasara dejando sorprendido al pelinaranja.

Hasekura se paralizó totalmente y sin saber que hacer o decir, colgó para empezar a correr rápidamente hasta la universidad de gastronomía donde esperaba poder olvidar esos temas.

¡NO! Al hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora