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-Asi que, básicamente, necesitaba hablar contigo para elegir platillos y tiempos. Como eres el encargado, me gustaría que llegáramos a un buen acuerdo claro y preciso para evitar futuros problemas, ¿de acuerdo?-Pregunto Masahiro de forma tranquila pero con las mejillas rojas sin dirigir la vista completamente al más alto.

-Claro, totalmente de acuerdo.

El rubio entonces saco de un cajón la carta de alimentos poniéndola sobre la mesa para ir señalando cada platillo dando detalles de que contenía cada uno y poco a poco el de ojos mieles fue anunciando sus decisiones mientras Masahiro anotaba todo en su computadora que tenía ahí a la mano.

-Vale, ya que el menú está decidido debemos ver los tiempos. Por lo que se, darán comida antes, durante y posterior al evento, ¿cierto?

-Asi es.

-Bueno, nosotros nos acoplaremos al horario que nos mandaste empezando 10 minutos antes para evitar retrasos y terminar en punto, ¿de acuerdo?

-Esta bien.

-Bueno, creo que todo ya está muy claro Hasekura, ¿alguna otra pregunta o duda que tengas para aclararla de una vez?

-Creo que no-Dijo el ojimiel serio provocando la incomodidad del ambiente aún más palpable.

-Entonces es todo, puedes retirarte. Nos mantendremos comunicados ante cualquier cuestión, ¿de acuerdo?

Masahiro muy nervioso miro de vuelta a su computadora mientras tecleaba rápidamente haciendo que el pelinaranja se levantará y diera la vuelta dispuesto a irse para escapar de aquel ambiente tan horrible.

Sin embargo, algo dentro de si se rebeló pues eso no podía terminar así.

Sabía que eso no estaría bien, su consciencia lo atormentaría para siempre si no hacía algo.

No meditando muy bien, volteo decidido, camino hasta estar al lado de el rubio y lo tomó de la barbilla logrando contacto directo.

-¿Ha...Haseku...?-Tartamudeó muy sonrojado el más bajo aún sentado.

-¿Por que tú?-Susurro con la mirada sombría el ojimiel con los hombros tensos aferrando su mano libre en la silla del contrario.

-¿Disculpa?

-¡¿Por que diablos de todas las personas del mundo eres la otra mitad de mi hilo?!

-No se de que...-Empezó el rubio para evitar el tema lo que logró enfurecer al más alto quien lo tomó del cuello, lo levantó del asiento y lo tumbó encima del escritorio con rabia.

-¡Ya deja de fingir! No te engañas a ti mismo, observa esta cosa asquerosa que nos une-Señaló Hasekura tomando su mano y la suya para ponerlas en medio de ellos-Eres mi alma gemela lamentablemente, pero no por eso creas que estoy confesándote algo como amor o algo parecido.

"Solo estoy entablando esta plática porque quiero respuestas.

Yo tenia una vida increíble sin que el destino hiciera presencia, amo a Ken, hasta estaba planeando casarme con el.

Pero no, tenías que llegar tu a arruinar todo con tu mitad de hilo.

Así que dime, ¿me vas a rogar que estemos juntos y nos amemos solo por esto?"

Masahiro con los ojos muy abiertos se atrevió a soltar las lágrimas que había acumulado en ellos debido a lo hiriente que estaba siendo Hasekura física y emocionalmente.

Pero él no era tan calmado como parecía, por lo que al ojimiel le causó gran sorpresa cuando este le dio una cachetada logrando separarlos.

-¡Suficiente Hasekura! ¿De verdad crees que yo estoy feliz con esto? Kousuke-san es mi futuro esposo, la persona que más amo y que robo mi corazón, un simple hilo no me hará cambiar de opinión. ¡Esto solo es un evento desafortunado que estoy tratando de ignorar para poder seguir con mi vida, porque tampoco me hago a la idea de que todas las personas del mundo me tocó estar unido a un joven de mirada fría y egocéntrico como tú!-Gritó Masahiro con todas las emociones a flor de piel.

¡NO! Al hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora