22. Capítulo 3 Extra IV

38 2 0
                                    

Memorias de Eevee II

Recuerdo abrir los ojos con mucha pesadez logrando ver un pelaje entre blanco y amarillo.

—...tá despertando.
—…de mejorarse.

Logro escuchar algunas voces pero el agotamiento y el hambre me han debilitado mucho.

—...ma. Por favor, come.

Siento que me acercan algo a mi boca pero no puedo abrir los ojos. Un olor a comida hace que mi estómago ruja con fuerza exigiéndome que coma, pero estoy muy agotada.

—Come un poco… por favor...

La voz se escucha como si quisiera llorar. Abro un poco los ojos y logro verla a ella. Su rostro con lágrimas en los ojos mirándome con clara preocupación no se despegó de mí en ningún momento.

—Por favor…

Su dulce voz se tornaba cada vez más y más llorosa. Me acerca la comida a mi boca de nuevo y con todo mi esfuerzo tomo un pequeño bocado de la papilla que se encontraba en su pata. Sin fuerzas, no pude masticar nada, solo trague y con solo eso mi fatiga aumentó severamente cayendo de nuevo al suelo sin resistencia alguna perdiendo el conocimiento poco a poco.

—Gracias… —escuchaba la voz llorando agradecida mientras sentía una suave caricia en mi cabeza—. Gracias…

***


De vez en cuando despertaba un poco para encontrarme de nuevo con ella a mi lado. Mi agotamiento seguía presente sin poder dejarme moverme o mantenerme despierta por mucho tiempo, solo para comer un poco de nuevo o tomar un trago de agua.

—Tranquila —escuchaba la suave voz arrullándome mientras me acariciaba—. Descansa.

***


No sé cuánto tiempo habrá pasado pero intento abrir los ojos y me encuentro de igual manera con ella recostada a mi lado durmiendo. Intento levantarme un poco con el agotamiento intentando frenarme pero logro poner un poco de esfuerzo para vencerlo.

Cansada, solo puedo estar de pie esforzándome en mantener el equilibrio. Mi estómago ruge un poco y al voltear a un lado puedo ver algo de comida cerca, intento caminar pero el esfuerzo en apoyar mi peso en mis patas es demasiado. Mi fortuna era que no se encontraba lejos.

Tras dar unos pocos pasos alcanzo la comida dejándome caer cerca a ella. Muevo mi cara para alcanzar una de la bayas y comenzar a masticarla. Mi quijada se cansa enseguida por lo que tomo varios descansos entre las masticadas para poder terminar de comerme la baya.

—Te has levantado —escucho la voz de antes con un tono emocionada.

Volteo un poco para verla. Recostada en su sitio salvo por su cabeza que ha levantado y sus colas levantadas con sus puntas caídas.

—Me alegra ver que te sientes mejor —dice con lágrimas en sus ojos las cuales intenta limpiar pero se vuelven a formar otras en su lugar.
—S-sí —intento responder pero enseguida se me va el aire.
—No te sobre esfuerces —me dice preocupada—. Solo descansa. Puedes descansar conmigo si quieres.

Me ofrece mostrándome su lado. Me siento muy agotada por todo el esfuerzo que hice para venir a comer que realmente quiero descansar, pero ya no puedo levantarme de nuevo.

—Veo que se encuentra mejor.

Escucho otra voz más grave acercándose a nosotras. Era muy similar a ella pero él mostraba una presencia de seguridad y respeto.

—Deja te ayudo con eso —ofrece acercándose a mí para tomarme de mi espalda con su boca y llevándome con ella.
—Gra… —intenté agradecer pero no pude terminar.
—No te preocupes —responde con cierta suavidad en su tono—. Descansen por el momento —dice mientras acaricia un poco mi cabeza y después acerca su rostro al de ella hasta juntar sus frentes—, ambas.

Ella lo recibió con felicidad en su rostro respondiéndole con su dulce voz:

—Claro, querido.
—Iré a patrullar y regresaré con agua y comida.
—Con cuidado, por favor —lo despide con cariño viendo cómo se retiraba del lugar.
—Claro —responde abandonando el lugar.

Ella voltea a verme y me comenta como si supiera la que me estaba preguntando:

—Él es mi pareja, Ninetales.

Tenía curiosidad al respecto pero mi voz no salía ya, estaba muy cansada ahora.

—No te preocupes. Él nos cuida —dice mientras me ve con una suave mirada en sus ojos para después voltear hacia la salida de la cueva—. A todos en el bosque.

Aun con todas las dudas y curiosidad, no puedo más y me rindo ante el cansancio cayendo al sueño.

—Descansa.

***


—… ¡Mami! ¡Lo hubieras visto! ¡Papi se enfrentó como a veinte beedrills a la vez! ¡Y los venció a todos él solo!

La voz de alguien más me despierta, una voz que sonaba infantil.

—Tu padre es muy valiente —escucho la voz de Ninetails responderle con felicidad.
—¡Sí! ¡Nadie puede contra el Guardián del Bosque!

Abro los ojos intentando levantarme por lo que Ninetales se da cuenta de que me he despertado.

—Oh. Perdona si te hemos despertado —se disculpa mirándome de nuevo con su suave mirada. Una mirada que me hace sentir una calidez y ternura en todo momento.
—N-no. Ya m-me siento mejor —respondo para no preocuparla.

Aunque de hecho sí me siento mejor ya que intento levantarme y siento que el agotamiento ha disminuido considerablemente.

—¡Hola! ¿Cómo te encuentras? —escucho la voz del niño que me sorprende al acercarse demasiado a mí, frente a frente, provocando que brincara hacia atrás perdiendo el poco equilibrio que tenía cayendo sobre mi espalda en la suave y esponjada cola de Ninetales.
—Tranquilo. No la sorprendas así —reprende al cachorro color marrón y con una cola color blanca tras de él—. Discúlpalo, por favor. Puede llegar a ser muy enérgico —agrega con una sonrisa—. Él es mi hijo, Vulp…
—Soy Vulpix —la interrumpe terminando de presentarse.
—S-soy E-eevee —respondo tratando de levantarme.
—Espero y te recuperes pronto para que podamos jugar.
—…

Sin saber qué responder me limito a retomar mi equilibrio y mirar a ambos.

—Vulpix, ¿Por qué no vas a jugar afuera un rato?
—Ok. Iré a ver si papá ocupa ayuda.

Sin darle tiempo de decir alguna otra cosa salió corriendo de la cueva para desaparecer enseguida.

—Este niño. Espero no le cause problemas a su padre —comenta mirando hacia donde salió para después voltear a verme—. Te estás recuperando bien, me alegra mucho —dice sonriendo muy feliz—. Debes tener hambre. Come de estas bayas que me trajo Vulpix hace un momento y vuelve a descansar. Seguro mañana te sentirás mucho mejor.
—G-gracias —agradezco aceptando su ofrecimiento.

Después de comer un poco y tomar algo de agua, Ninetails me ofrece de nuevo su lado para descansar. Accedí feliz ya que era muy suave y cálido, además de que estar junto a ella me tranquilizaba.

—Gracias… —agradecí cerrando los ojos cayendo al sueño.
—Descansa.

Extra:

«Nos vemos de nuevo ^^»

Escucho la voz de una chica por lo que abro los ojos para poder ver de quién se trataba.

«Aunque, esta podría ser la primera vez que nos vemos?»

La escucho con un tono un tanto confundida.

«Es un tanto extraño el cómo están acomodados los tiempos xd Incluso esta dejará de ser una primera vez»

Veo a la extraña creatura deambular por el lugar totalmente negro y vacío.

«No hay mucho de qué platicar ahora :/ Mejor lo dejamos para después. Se ve a leguas que estás muy agotada :( Además, tienes visitas. Conocerás a un nuevo amiguito :)»

—… ¡Mami!...

[1221]

La PokeOdiseaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora