26. Capítulo 4 parte IV

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—Ya son pocos de este lado —dice Eevee tras finalizar un ataque de arena eliminando a varias sombras con ello.

     —De acuerdo —respondo mientras elimino a algunas sombras con golpes sencillos—. Por aquí se están acumulando demasiados.

     Sin decir mucho más enseguida cambiamos nuestras posiciones. Ella se encargaría de reducir sus números mientras yo ganaba algo de tiempo eliminando a los aue quedaban rezagados en lo que se iban acumulando de nuevo, manteniendo a Ralts, quien se encontraba de igual forma sonámbula, en el centro. Siempre detrás nuestro.

     Parecía ser un plan eficiente al principio pero, mientras más avanzaba la noche, al alcanzar la media noche, el número de sombras comenzó a incrementar gradualmente de tal manera que pronto quedamos abrumados de tantos en todos lados, acercando nuestras espaldas quedando cada vez más juntos los tres.

     —Son demasiados —grita Eevee sin detener sus contínuos ataques—. A este paso, creo que tendremos que despertar a Ralts.

     —Pero sufrirá bastante —replico preocupado de tener que llegar a esa última opción.

     Las sombras continuaron aumentando al igual que sus movimientos fueron siendo más agresivos.

     —¡Ya no podemos seguir así!

     Con nuestras espaldas juntas ya no teníamos más espacio, pero no quería que sufriera Ralts. No de nuevo.

     —¡¡Riolu!!

     Con un sonido de ligeros explosiones de polvo las sombras desapareciendo dejando solo humo morado de cada uno, desvaneciéndose en el aire.

     Al comprender que todas habían desaparecido recordé que eso sucedía cuando Ralts despertaba.

     —¡Ralts!

     En seguida volteé a verla, buscando alguna forma, alguna manera que pudiera intentar hacer para calmar el dolor que estaría por sufrir en los próximos momentos.

     «¿Debería desmayarla?»

     Pensando en lo peor, no me había dado cuenta de que Ralts se encontraba en su mismo estado de sonámbula, rodeada del aura morada, y...

     —… tu compañera es —'cantando' su canción.

     —¿Qué ocurrió? —pregunta Eevee al ver también que Ralts seguía sin cambios.

     —No tengo idea —contesto de igual forma extrañado, pero dejando salir un ligero suspiro de alivio.

     Atentos revisando los alrededores y a Ralts por cualquier cambio, cualquier amenaza. Conforme pasaba el tiempo sin nada notable el agotamiento se fue haciéndose notar en ambos. Eevee se dejó caer al suelo rendida, soltando un suspiro que terminó siendo un largo bostezo.

     —Parece que ya se tranquilizó todo —comenta tras finalizar su bostezo sonando aliviada y cansada.

     —Eso parece —apoyo sintiendo la pesada carga del agotamiento.

     Sin poder resistirlo por más tiempo, un gran bostezo de mi parte hace que pierda el esfuerzo cayendo al suelo quedando sentado.

     —¿Crees que podríamos aprovechar para dormir un poco? —propone mostrando un claro rostro de sueño.

     —Pero, Ralts, podría seguir moviéndose —replico mientras continúo mi lucha contra el sueño.

     —Mmmh. Bueno, sí. Tienes razón —reconoció tallándose los ojos para intentar quitarse el sueño, al terminar volteó a verme y agrega—: Pero creo que ella no querrá moverse.

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