13. Capítulo 2 parte IV

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Ursaring simplemente se sacudió un poco su pelaje del cual salían finos hilos de humo.

—¿¡Por qué haces las cosas más difíciles!? —alegó Vulpix.
—Enseñar... pescar.
—¿¡"Pescar"!? —reprochó alterándose—, ¿¡Qué demonios significa eso!?
—...

Ursaring dejó de responderle dándole la espalda y volteando hacia mí.

—Ustedes... entenderán.

Tras pronunciar esas última palabras Ursaring se acercó a mí con rapidez. Me asusté al ver todo ese volumen y tamaño acercarse con esa velocidad, sentí que me arrollaría por completo.

Al llegar conmigo se detuvo en su totalidad y arremetió con solamente su puño hacia mí. Como pude traté de esquivarlo saltando de nuevo hacia atrás pero parece ser que esperaba eso ya que al despegar pude ver que el puño se dirigía directo hacia mí.

Traté de cubrirme con mis brazos y mis piernas flexionadas recibiendo de lleno el puñetazo pero el impacto me mandó a volar hasta chocar contra un árbol con mi espalda. Caí al suelo después y traté de levantarme, sorprendentemente ninguno, tanto el puñetazo como el azote me dolieron demasiado pero sí lo suficiente.

—Y-ya sabías... —hablé un tanto agotado aún esforzándome por mantenerme en pie—, que saltaría... ¿verdad?

Ursaring simplemente me miró y en su rostro podía comprender que de alguna manera me lo afirmaba. Después de eso, Ursaring dio un paso hacia su lado y vi como Vulpix, con una estela tras de si, pasaba por el lado que Ursaring había abierto.

—¡Maldición! —refunfuñaba Vulpix deteniéndose en el espacio entre Ursaring y yo—. ¿¡Qué!? ¿¡Tienes ojos en la espalda o qué!?
—Tener... oídos.

Cuándo dijo eso recordé que Ursaring usa mucho los oídos, como cuando espera a Vulpix todos los días.

—Por hoy... está bien —comentó mientras comenzaba a abandonarnos.
—¿¡Qué!? ¿¡Pero si acabamos de empezar!?

Ursaring se limitó a ignorarlo y continuar con su camino. Por mi parte me rendí cayendo al suelo recordando sus palabras.

«¿"Aprender por nosotros mismos"?»

«¿"Pescar"?»

En ello recordé sobre que Ursaring escucha mucho. Cerré mis ojos y me concentré en mis alrededores. Comencé a sentir el aura de Ursaring que desaparecía conforme se alejaba, y el aura de Vulpix quien la seguía de cerca.

Escucho el viento soplar y las ramas moverse. Sonidos de algunos otros pokémon se podían escuchar a lo lejos. Fue entonces que me encontré con algo, o mejor dicho 'alguien'.

El aura de un pokémon apareció repentinamente en mis sentidos. El aura de alguien que ya había conocido. Abrí los ojos en su dirección oculto en unas ramas de los árboles. Se acercó rápidamente aterrizando frente a mí.

—Así que ¿están entrenando?

El Pidgey con quien me había encontrado antes de los otros tres hizo su aparición. Recordando a los otros tres pidgeys solo había una manera de responder a su pregunta.

—Unos pidgeys atacaron a mis amigos —comenté mientras me levantaba de mi lugar-. ¿Qué relación tienen contigo?

Al escuchar mis palabras sus ojos se abrieron por completo y se puso a pensar un poco las cosas.

—Si fue cerca probablemente sean de mi parvada.

—Entonces ¿qué papel juegas? —cuestioné inmediatamente tomando mi postura.
—Oye, tranquilo —respondió sobresaltándose y retrocediendo un poco—. Sí. Somos de la misma parvada pero ellos son del otro grupo.
—¿"Del otro grupo"? —pregunté relajando un poco mi postura—. ¿A qué te refieres?

La PokeOdiseaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora