𝟐𝟓: 𝐬𝐢𝐠𝐮𝐞𝐬 𝐜𝐫𝐞𝐲𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐆𝐢𝐨 𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞

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LONDRES, INGLATERRA

Lunes 23 de noviembre 2020


Terminó de redactar el examen, y se lo entrego al maestro. Los exámenes comienzan esta semana y las próximas dos semanas, así que el resto del fin de semana estuve enfocada estudiando.

Me despido de mi mejor amiga que aún no termina su examen y salgo del salón de clases con mis cosas, esta fue mi última clase, así que puedo volver a casa.

Mientras camino por el campus sacó mi nuevo teléfono celular que compré el sábado con el pretexto que el anterior ya no servía o eso es lo que se me ocurrió decirle a mis padres, abro la app de Uber y lo pido uno que me lleve a casa, está mañana mi padre paso dejarme a la universidad una vez más.

— Aquí estás — Miro a Gio recargado sobre su auto y sonríe ampliamente al verme.

Abro los ojos con sorpresa.

— Me tenías preocupada Mariana — Gio me abraza y correspondo a su abrazo, estos días lo he echado mucho de menos.

— Te he extrañado muchísimo — Dije para después besar su mejilla.

— ¿Qué sucedió? El viernes y el sábado te estuve enviando mensajes y no respondías. Quería ir a tu casa, pero tenía que concentrarme con el club para el partido de ayer. — Recordé mi encuentro con Andrea el viernes justo en este lugar, pienso si decirle o no.

— Hoy empecé exámenes y quería enfocarme este fin de semana estudiando, por eso no fui al partido ayer con mis padres.

— Si ayer los vi en el estadio — Dijo — Pensé te había pasado algo malo, para la otra promete que me avisarás.

— Lo haré Gio, perdón — Me disculpé bajando la mirada.

— Ya es cosa del pasado, ahora quiero recuperar estos días sin ver a mi novia — Dijo susurrando en mi oído — Tengo entrenamiento en una hora, vamos y saliendo vamos a dónde tú quieras.

— Mmm — Me hice la pensativa — Me gusta su propuesta Giovani Lo Celso — Reí levemente.

— ¿Y qué dices?

— Digo que acepto su invitación, pero más tarde me ayudarás estudiando para otro examen de mañana.

— Lo que usted diga preciosa mía — Me sonroje y Gio lo noto porque río.

Tomé la mano de Gio y caminamos hasta su auto, me acomodé en el lado del copiloto.

Gio hizo lo mismo para después encender su auto y conducir hasta la ciudad deportiva del Tottenham.

Bajamos de su automóvil y caminamos por las instalaciones del club, tenía semanas libres que pedí por el tema de la universidad y mi graduación, así que no era necesario venir.

Me despido de mi novio y él se fue a los vestuarios mientras yo fui a las gradas, escogí un lugar y me senté ahí.

Saque mi cámara y comencé a tomar un par de fotografías.

— No se suponía que estabas ocupada con la universidad — Dejo de tomar fotografía y mi mirada se dirige a Adrián.

— ¡Adrián! — Conteste animadamente y me levanté para ir a abrazarlo — ¿Cómo has estado?

— Más o menos, el trabajo ha sido agotador y más cuando tienes que trabajar con Andrea — Los dos reímos — Necesito que vuelvas ya Mariana.

— En unas semanas Adrián — Reí levemente — Dos semanas de exámenes, de ahí mi graduación y la exposición de fin de año en la universidad y oficialmente mi vida como estudiante habrá terminado.

— Oh, oh, oh espera — Dijo — ¿Exposición de fin de año en tu universidad? — Preguntó.

— Si, por cierto, estás invitado — Respondí — La universidad lanzó un concurso para los estudiantes de fotografías en mandar una y de varias de ellas se elegirían tres para que la universidad haga una exposición con todas las fotografías de esos tres alumnos y la mía es una de las elegidas.

— ¡Mariana, eso es espectacular! — Adrián gritó y llamo la atención de algunas personas, entre ellas la de Andrea — ¡Felicidades, amiga!

— Gracias — Dije correspondiendo a su abrazo, ahora de su parte — Esperó verte ahí.

— Claro, ahí estaré, tú dime cuándo y ahí estaré.

— Es el 21 de diciembre — Sonreí — Dónde no vayas.

— No, no, claro que iré. Invitaré a unos amigos fotógrafos, han visto tus fotografías en Instagram y les ha encantado.

— ¿En serio? Wow, bueno, gracias Adrián.

— No agradezcas — Dijo — Te lo mereces amiga.

Charlamos por unos minutos hasta que el entrenamiento dio inicio, así que Adrián se tuvo que ir a trabajar.

Agarré mi cámara y tomé unas cuantas fotografías, tanto del entrenamiento como del paisaje y demás cosas.

— Veo que no me has hecho caso _ Andrea se coloca a mi lado igual con su cámara en mano — En serio sigues creyendo que Gio te quiere.

— Claro que lo hace — La miré enojada — Gio me quiere y él no lo dice siempre.

— Bueno, ¿Por qué crees que no te busco en todo el fin de semana? — Andrea sonrió victoriosa — La pasamos muy bien y déjame decirte Gio es muy bueno...

— Estás loca, Andrea, loca! — Esto último lo grité y algunos nos miraron, incluido Gio.

Sin más salgo corriendo del lugar, divisé el auto de Gio y me subí.

Andrea está mintiendo, Gio no le haría eso.

Él dijo que entre los dos íbamos a hacer funcionar lo nuestro, lo prometió.

𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 || GIOVANI LO CELSO ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora