𝐝𝐨𝐬: ¿𝐞𝐬𝐭á𝐬 𝐬𝐨𝐫𝐝𝐚?

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— Me tengo que ir — Dije recogiendo mis cosas mientras Sandra me mira confundida, aún nos falta una clase para terminar la jornada de la universidad.

— Pero si nos falta la clase de Fotografía Artística, te recuerdo que tenemos que presentar un avance del trabajo — Cierto, lo olvide por completo.

— Mi madre me pidió que la ayudara hoy en la fundación. Un club de fútbol irá a la fundación y mi madre quiere que tome algunas fotografías para las redes sociales de la fundación ¿Puedes presentar el avance del proyecto sola, solo por esta vez? — Sandra río por mi cara —¡Sandra! —

— Está bien, presentaré el avance sola. Pero me debes una Mariana —

— Yei — Grite y abrace a mi mejor amiga — Eres la mejor ¿Lo sabías? —

— Ya lo sabía — dijo — Bueno, ya vete si no llegarás tarde y salúdame a tu mamá, más tarde voy a tu casa — Asentí.

Tome mi mochila y salí del salón de clases antes que el profesor llegará. Camino hasta el estacionamiento y subo a mi automóvil color rojo, conduzco hasta el hospital de la fundación mientras mi playlist se reproduce.

Saco la mochila dónde tengo mi cámara y otros materiales, cierro mi auto con llave y entró a la fundación con pasos apresurados.

— ¡Mamá, ya estoy aquí! — Mire a mi madre que daba algunas indicaciones a los trabajadores de la fundación.

— Hija, cariño me tenías preocupada — Mi madre me mira — Tu padre estar por llegar al igual que los padres de Sandra, recuerda quiero fotografías de todo lo que suceda —

— No te preocupes, mamá, deja todo en mis manos — Sonreí y saqué la cámara de la mochila.

— No tengo por qué preocuparme cariño, tengo frente a mí a la mejor fotógrafa — Mi madre me abraza y besa mi frente — Haz lo tuyo, pequeña y también diviértete — Asentí.

Voy a la oficina de mi madre a dejar mi mochila, solo me quedo con lo necesario para hacer mi trabajo. Bajo a la entrada del hospital y todo el evento da comienzo con la llegada de mi padre con y los padres de Sandra.

Trato de capturar fotografías de todo momento, hasta que llegan los jugadores del Tottenham. Ayer por la noche, antes de irme a dormir, investigué un poco del club y de algunos jugadores de la plantilla.

Capturó fotografías de su llegada al hospital, a algunos logró reconocerlos por la información que leí ayer de ellos. Todo comienza con un recorrido por las instalaciones del hospital, mis padres junto a los de mi mejor amiga y directivos del club van por delante, detrás de ellos van los jugadores, y así es hasta recorrer cada sección del hospital.

Sonrío al ver la felicidad de los pequeños reflejados en sus rostros, trato de capturar esos momentos con cada jugador de fútbol. Sin duda esta es una experiencia que jamás olvidarán, los jugadores tiene un bonito gesto con algunos y les regalan balones firmados y algunas playeras del equipo.

— Mariana — La voz de mi padre capta mi atención y hace que lo mire.

— ¡Papá! — Lo abracé con una sonrisa.

— Ella es mi hija Mariana Díaz, Mariana te presento a Daniel Levy presidente del Tottenham — Extendí mi mano y el señor la estrecho sonriendo.

— Es muy parecida a ti Adrián — Los dos rieron — Tu padre me ha contado que estudias fotografía —

— Y es de las mejores, es como la fotógrafa oficial de nuestra fundación ¿Verdad, cariño? —

— Basta, papá exageras — Dije algo nerviosa — Sí, sí, estudio fotografía. No creo que sea tan buena, solo hago lo que me gusta —

— Bueno, ¿Por qué no me mandas algunas fotografías con tu padre?, puede que necesitemos algún fotógrafo para el club — Abrí mis ojos de sorpresa — La familia Díaz tiene las puertas abiertas en el club Mariana —

— Lo tomaré en cuenta, muchas gracias — Sonreí.

Mi padre y el presidente del club posaron para unas fotos, después de ese momento sorpresivo para mí volví a mi trabajo. El evento terminó con algunos jugadores visitando a niños que estaban en una etapa fuerte del cáncer y no podían abandonar la habitación donde estaban, pase por cada habitación tomando algunas fotografías.

Tome un pequeño descanso, salí al área del patio y me senté en una butaca libre, saque mi teléfono y al ver la hora supuse que Sandra debe estar camino a su casa, le mandé un mensaje y guarde mi teléfono. Revise algunas fotos en la cámara, un par de edición y están listas, pensé.

Me pongo de pie y voy a la mesa donde hay diferentes platillos, tomo un pequeño pastel, antes miro que nadie esté por aquí, me muero de hambre.

— ¡Mariana! — Doy un ligero brinco al escuchar la voz de mi madre, me trago el pastel rápidamente — Espérate unos minutos, ya están por bajar los directivos y jugadores —

— Lo siento mamá — Rodé los ojos y terminé por pasarme el pastel.

Y así fue, minutos después bajaron los directivos y jugadores, es un momento de convivencia, entonces ahora sí, sin que nadie me regañe, tome un pedazo de pastel y me senté en una butaca alejada de todos.

— ¿Sandra? — Respondo la llamada de mi mejor amiga, me levanto de la butaca y entro a las instalaciones por el ruido que se escucha —¡Espera, no te escucho! — Me queje.

¿Ya termino el evento? Mis padres me mandaron un mensaje, quieren que vaya, dime ¿Vale la pena ir o mejor me quedo a mirar películas en Netflix? —

— Lo normal de cada evento, ahora está la convivencia, así que supongo que después de esto todo terminara — Me encogí de hombros.

Bueno, entonces mejor me quedaré aquí en casa ¿Vienes más tarde o te veré mañana en el mismo lugar de siempre para desayunar? — Me preguntó mientras trataba de colgarme la cámara alrededor de mi cuello con la cinta que trae.

¿Mañana es sábado, verdad? Lo más probable es que... — No termine de hablar porque sentí chocar con alguien, pero la que terminó en el suelo soy yo, al igual que mi cámara.

— ¡¿Qué acaso no miras por dónde caminas?! — Escucho una voz masculina con un tono alto.

A mi lado miro mi cámara, la tomo y me doy cuenta de que está rota.

— No, no, no — Me lamenté, esta cámara tiene un significado muy especial.

— Ahora estás sorda — Nuevamente escucho la misma voz masculina — ¡No me vas a responder! —

— Gio porque estás gritando — Otra voz masculina se hace presente.

— No puede ser, no puede ser — Mientras yo seguía en mi burbuja de pensamientos.

Esta cámara me la regaló mi hermano pequeño en mi cumpleaños hace años, él sabía lo mucho que amo y me encanta la fotografía. Esta cámara me hace sentirlo cerca de mí, esta cámara guarda grandes recuerdos que viví a su lado.

Las lágrimas inundan mi rostro y termina por deslizarse sobre mis mejillas.

— Hey te estoy hablando — Alzó y miró al chico.

𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 || GIOVANI LO CELSO ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora