𝐝𝐢𝐞𝐜𝐢𝐬é𝐢𝐬: 𝐮𝐧 𝐠𝐨𝐥 𝐲 𝐥𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚𝐬

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El segundo tiempo inició y los chicos logran mantener el resultado por unos minutos, pero lamentablemente les empatan.

Feliz, miro a la banca dónde Gio está preparándose para salir a jugar, él me mira y una vez más conectamos miradas.

Tomo un par de fotografías de él entrando a la cancha, ahora mi atención al partido aumenta. Gio entró conectado y logró cambiar la dinámica del juego hasta que él anotó su gol.

Lo grito, al igual que el resto de aficionados, se lo merece sin duda. De ese momento tomo varias fotografías, pero hubo una que más me gustó, es Gio sonriendo y posando para mi cámara, mi corazón se acelera al ver su hermosa sonrisa.

¿En qué estás pensando Mariana? ¡Concéntrate!

El árbitro finaliza el partido y los chicos se llevan la victoria, con Adrián nos abrazamos felices.

Sin duda los chicos se merecen la victoria, trabajan duro día a día.

— Felicidades por el gol — Gio se acerca a mí, lo cual es extraño, pero a la vez me hace feliz

Gio sonríe y me abraza lo cual me tomo por sorpresa.

— Tenía que hacerlo — Dijo cuando aún estamos abrazados.

— No te preocupes — Respondo feliz, mi cuerpo tiembla al tener muy cerca de mí.

— Te veo en el estacionamiento — Nos separamos y asiento ante lo que dijo.

— Ahí te veo Gio — Le dedicó una sonrisa.

— Me tengo que ir... los chicos mes esperan en el vestidor — Noto cierto nerviosismo en su tono de voz.

— Sí, ve sin problemas — Siento mis mejillas arder, esta situación está siendo ya un poco incómoda.

Gio me dedicó una última sonrisa antes de desaparecer de mi vista.

— Le gustas a Gio — Suelta de repente Adrián.

— ¿Qué? Claro que no, solamente somos amigos — Respondo rápidamente, aunque algo en mi interior se emocionó al escuchar las palabras de Adrián.

— Mariana se puede notar, Gio siempre, bueno, he escuchado porque solo hablo con el de trabajo, pero Gio dicen que siempre ha sido una persona fría, muy difícil muestra el cariño que tiene hacia una persona —

— Bueno, se nota que Gio puede ser algo frío, pero eso no significa nada —

— Pero no me vas a negar que es guapo — Me sonrojo — ¡Si a ti también te gusta! —

— Claro que no Adrián — Me defiendo.

— ¿Entonces porque saldrás con él terminando el partido? — Adrián alza sus cejas y las mueve de un lado a otro.

— Una salida como amigos — Recalcó.

— Ay ajá eso ni tú te lo crees —

— Sabes mejor recojamos el equipo, quiero comenzar a editar las fotos en lo que Gio sale de los vestuarios —

— Luego me platicas sobre su cita romántica — Golpeó a Adrián en el hombro.

— ¡Auch! — Se queja y suelto una carcajada.

— Deja de decir tonterías jefe y vamos a trabajar — Los dos reímos.

— La jefa debería de ser otra — Menciona Adrián — Ya tengo a mi sustituta cuando me vaya —

— ¿Qué? ¿Yo? No para nada, llevo poco tiempo trabajando aquí, además es mi último semestre en la universidad, no podría con tanto —

— Claro que puedes Mariana, pero vamos, no quiero que llegues tarde a tu cita romántica con Gio, tu futuro novio — Rodó los ojos y Adrián ríe.

Después de esa pequeña charla recogemos el equipo, nos quedamos en ese mismo lugar y comienzo editando las fotografías en mi ordenador. No se necesita hacer mucha edición porque la mayoría salieron bien y eso se vende en parte a la luz natural.

Arregle más de 90 fotografías, no entiendo cómo es que lo hice en una hora. Se las envío por correo a Adrián.

— Listo, ahora me tengo que ir — Dije guardando mis cosas.

— Okey, me llamas y me cuentas qué tal tu cita con Gio — Andrea, que ya está con nosotros, me mira sorprendida y molesta.

— Si, Adrián — Con la simple mirada lo regalo por haber dicho eso enfrente de esta loca.

Antes que me diga algo me voy de ahí, camino por los pasillos del estadio hasta que llegó al estacionamiento.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro al ver a Gio recargado sobre su auto color negro.

Se ve tan guapo vestido de esa manera, pienso.

¡Mariana contrólate! Reflexiono rápidamente.

Si en algo tenía razón, Adrián es que Gio no es nada feo, sino todo lo contrario.

— Ya me estaba preocupando, pensé que me dejarías plantado — Gio bromea al verme y me saca de mi burbuja de pensamientos.

Río levemente — No, jamás lo haría —

Nos miramos por unos segundos sin decir nada.

— Ah nos vamos — Señala su auto.

— Sí, vamos — Respondo sonriendo.

Gio abre la puerta del lado del copiloto de su auto, le dedicó una mirada como agradecimiento y le acomodo en el asiento, después Gio hace lo mismo.

— ¿A dónde me llevarás? — Pregunto con intriga.

— Al mismo restaurante de la vez pasada, es mi favorito —

— Vale — Lo miro y le dedicó una sonrisa.

Sus hermosos ojos conectan con los míos y un escalofrío invadió mi cuerpo.

Jamás había tenido esta conexión con una persona, y menos con un chico, pero me gusta

𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 || GIOVANI LO CELSO ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora