Instituto Titán [EreMika]

Recuerdos

El humo y el olor a quemado se esparcían por toda la habitación, la vigas de las paredes y el techo crujían conformando un sonido aterrador anunciando una muerte inminente para la pequeña niña arrinconada entre las llamas.

—¡Mikasa!, ¿¡Dónde estas Mikasa!?— gritaba desesperadamente una mujer mal herida

—Mamá...—

Los cristales comenzaron a colapsar ante el calor y un llanto amargo invadió la habitación, mientras la sangre corre por el rostro de la pequeña

—¡Mikasa!—

—Mamá tengo miedo — respondió la pequeña sujetándose al agarre de su madre

—Saldremos de aquí, tranquila —

La pequeña trataba de limpiar su rostro pero el hollín de sus manos se lo impidió y su respiración se entrecortaba al igual que su madre, hasta que de nuevo cayó al piso

—¡Agggggg!—

Su madre estaba bajo una viga en llamas

—¡Mamiii!—

La pequeña había salido disparada de sus brazos

—¡Vete!—la madre lloraba amargamente —¡Corre Mikasa! ¡Sálvate!—

Las lágrimas comenzaban a brotar de nuevo de aquellos pequeños ojos negros
-No quiero dejarte aquí mami ...- sollozaba la pelinegra intentando inútilmente levantar la viga

Un grito del exterior se hizo presente

—¿¡Hay alguien adentro?!—

—Aquí, ¡Ayuda!— gritó Mikasa lo más fuerte que pudo sintiendo su garganta quemarse

Una pequeña sombra atravesó las llamas respondiendo al llamado , era un niño de no más de 8 años

-¡Ayúdame a sacar a mi mamá por favor!- suplicó la pequeña

Rápidamente el pequeño empezó a tratar de levantar la viga y Mikasa le siguió, sin embargo los intentos eran en vano, su fuerza no era suficiente.

-Pequeño ... por favor llévate a mi hija lejos de aquí- imploró la mujer bajo la viga - Salvala ...-

-¡Nooo!¡No te voy a abandonar mamá!-

El calor se intensificaba a cada segundo impidiendo respirar adecuadamente y las vigas de la única entrada estaban a punto de doblegarse ante el fuego

-Te amo mi niña ...-

-Mami...-

El niño la tomó del brazo y empezaron a correr
-Toma esto y póntelo en la nariz - dijo el ojiverde dándole una bufanda a la pequeña -Todo estará bien , te lo prometo-
Mikasa la tomó con fuerza y continuó corriendo a lado de aquel niño.

El ruido de su alarma la sacó de su sueño, mejor dicho, los recuerdos de aquella noche donde había perdido a toda su familia.

6:00 am , era la hora que indicaba su móvil y era la hora de levantarse para su primer día de escuela.

Los últimos diez años los vivió con su tío, Levi Ackerman, quien después de la tragedia la buscó y se encargó de su cuidado.
A veces se sentía culpable por haber sido una carga para él en sus "mejores años", pues con tan solo 20 años se tuvo que hacer cargo de ella.
Recordó como Levi llegó después de unos minutos a las ruinas de su hogar consumido por el fuego y lo primero que hizo fue abrazarla durante horas hasta que parará de llorar .