Instituto Titán [EreMika]

Eliminación

El calor inundaba la enfermería de manera excesiva o al menos es lo que percibía Mikasa.
Miró a su alrededor percatándose de la soledad del lugar y de lo deprimente que lucía frente al espejo colgado en la pared. Sus ojos eran adornados por grandes ojeras y su piel estaba totalmente reseca.
Un repentino dolor de cabeza la hizo elevar sus manos hasta sus sienes en busca de algún alivio encontrandolo inútil.

—Así que ya despertaste dormilona— saludó Jean acomodándose en la incómoda silla para visitantes

—Hola—susurró cansada mirando sus manos enrojecidas por alguna razón

—¿Cómo te sientes?—

—Mal— respondió tocándo su frente —Es como si me estuvieran taladrando la cabeza—

—Le diremos eso a la enfermera cuando regrese ¿De acuerdo?—

Mikasa asintió agradecida.

Las puertas del recinto se abrieron lentamente alertando al castaño.

—Mejor guarda eso Khristein—aconsejó el recién llegado rubio percatándose del arma que el jóven empuñaba

—¿Director Erwin?—

—No tienes nada de que preocuparte, no vengo solo —

Un hombre de menor estatura apareció justo detrás de él.

—Él es Levi Ackerman. Es la familia de Mikasa — presentó

No había duda alguna del parentesco entre los Ackerman. Tanto Mikasa como Levi poseían la misma cabellera azabache, su piel era tan pálida como la nieve y compartían aquella mirada asesina que intimidaba a cualquiera que se cruzara por su camino.

—Un placer conocerle señor Ackerman —dijó extendiéndole la mano

Levi ni siquiera se dignó en responder el cordial saludo. Caminó directo a la camilla de su sobrina contemplando lo demacrada que lucía. Su corazón se estrujó al verla de esa manera.
El sudor seguía recorriendo su frente, producto de las fuertes fiebres de las cuales había sido víctima, y las grandes ojeras habían profundizado aún más su mirada.

—¿Mika?—

La azabache lo miró apaciblemente.

— Hola pequeña problemática— susurró acomodando algunos de los mechones que se esparcían en su rostro —¿Cómo te sientes?—

Sus pequeños labios resecos se negaban a responder

— Sabía que no tenía que hacerles caso a esos inútiles pero no teníamos otra alternativa, lamento si te cause dolor— acarició la delgada cicatriz de su rostro— Sé que no he sido la mejor figura paterna que pudiste haber tenido... pero créeme que me he esforzado—

Jean y Erwin observaban a la distancia en completo silencio

— Te prometo que cuando esto termine te llevaré a casa de nuevo. Remodelare el viejo ático para que bailes todo lo que quieras ¿Si?—

Los orbes grisáceos analizaban cada uno de sus movimientos

— Te dejaré hacer de mi cocina un desastre cuando prepares tus horribles pasteles— rió ligeramente recordando las viejas peleas que solían tener — Estarás a salvo pronto —

—Señor...—

—¿Señor?— soltó extrañado —¿Por qué tanta formalidad Mika?— sonrió de forma paternal — Prefiero que me llames tío en lugar de señor —

La ojigris sujeto su muñeca y la alejó de su rostro.

— Señor, no sé que está haciendo pero le voy a pedir que deje de tocarme y de hablarme de esa manera tan informal— respondió indignada