Instituto

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Los pasillos eran amplios y los ventanales eran fascinantes.
La duela de madera cubría el suelo y su brillo denotaba lo cuidada que estaba.

Erwin y Levi caminaban lentamente mientras se ponían al corriente de sus vidas durante los últimos años.
Mikasa indagaba curiosa cada aula vacía por la que pasaba mientras trataba de no perderlos de vista.
Todas las aulas estaban relucientes y ninguna parecía tener algún rayón.

-Ahora entiendo porque Levi ama tanto este lugar - susurró pasando su dedo sobre una butaca sin notar algún residuo de polvo

-Me gustaría más que no te perdieras durante el recorrido Mikasa-

La pelinegra volteó rápidamente topandose con su tío recargado en el marco de la puerta

-Perdón, me distraje-

- Tsk, apresurate porque iremos a los dormitorios-

Erwin esperaba por ellos en la esquina del pasillo mientras hablaba por teléfono

-¿Era tu compañero de clase?- preguntó Mikasa

- Era de otro salón, reñimos un par de veces y siempre me ganaba -

- Levi era conocido como el estudiante más fuerte del instituto- interrumpió el rubio incorporándose a la plática

-¿De verdad?-

- Mikasa, tu tío era el más temido y respetado aquí, vencía a todos los brabucones sin importar su edad o estura-

-No es para tanto Erwin -

-Tuve suerte al enfrentarlo salí casí ileso pero entre tú y yo, creo que él me dejó ganar -

Mikasa sonrió

-Nunca lo sabrás Smith -

Fuera del edificio principal el camino de piedra les dirigió al edificio de habitaciones compartidas, era un lugar enorme y muy bien equipado, podría igualarse al edificio donde se encontraban las aulas.

-Nuestra compañía termina aquí Mikasa- señaló el rubio - Busca tu habitación y prepárate -

-Gracias señor Smith -

-Cuidate Mika-

Los ojos de la pelinegra empezaron a llenarse de lágrimas

-Lo haré Levi-

El mayor la estrujo entre sus brazos rápidamente

- Te quiero -

-Yo también-

Lentamente se separaron y Mikasa no pudo contener las lágrimas

-Tu habitación es la número veinticinco, suerte -

Mikasa asintió y se encaminó a su destino con sus maletas a la mano.
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Número doce..
Número dieciséis...
Número dieciocho...

Las habitaciones de la planta baja se habían terminado, era el turno de buscar en la segunda planta, pero las maletas serían un terrible problema.

Poco a poco subió su equipaje y comenzó de nuevo su búsqueda por la habitación número veinticinco, la madera antigua crujía con cada paso que daba y los vitrales del techo filtraban la luz tornandola de suaves tonos azules y rojizos. Extrañamente se sentía observada, era una sensación inquietante que le hizo apresurar su paso por el corredor.

Una mano se posó en su hombro provocando que soltara un leve grito y voleteara abruptamente.

-Oye tranquila- respondió la dueña de la mano que ahora la retiraba poco a poco de su hombro - Soy Sasha Braus, me designaron para ser tu guía-

Instituto Titán [EreMika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora