Mortalidad

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Tomó una bocanada de aire al admirar los adornos florales colgar en la puerta de la vieja cabaña. Hermosas campánulas y violetas decoraban la entrada. Su corazón dio un vuelco al recordar el significado de aquellas flores.

—¿Te gustan— preguntó Eren enlazando su mano

—Son preciosas— susurró con el corazón en la garganta

— No más que tú — respondió besando su coronilla con suavidad.

Eren abrió la puerta y un sin fin de gritos de felicidad invadieron el ambiente. Todos sus conocidos y amigos estaban dentro de la cabaña esperando con ansias su regreso.

—¡Mika! — gritó con emoción Sasha encaminándose rápidamente en su dirección —¡No sabes cómo te he extrañado, amiga mía!—

Mikasa quería llorar de alegría. Había echado de menos a su mejor amiga.

— No soportaría un día más sin ti — respondió la pelinegra recibiendo con cariño el abrazo

—Eren me contó todo—

—¿Qué? — miró asustada al ojiverde quien sonreía divertido con la escena

— Me contó sobre el accidente en auto. ¡¿En qué diablos estabas pensando en conducir cuando ni siquiera has tomado el curso de manejo!? —

— Ammm— Eren se encogió en hombros por la mentira sobre su estado. Le aliviaba mantener a Sasha fuera de su mundo real, al menos al que había pertenecido — Yo... no lo pensé, fui una tonta —

— El tonto fue el tipo que te chocó, por suerte lo detuvieron. — guiñó el ojo el castaño — Yo mismo lo habría matado si algo te hubiese pasado—

—Lo sé— respondió Mikasa separándose de su amiga.

No tardó en percibir los cambios en la cabaña. Por dentro parecía ser otro hogar, la madera y los pisos habían sido renovados por completo, sin dejar de lado las ventanas que ahora eran amplios ventanales hasta el suelo. Era una cabaña moderna en todos los sentidos, sin embargo, los muebles antiguos seguían decorando la instancia, por suerte habían sido renovados y la polilla parecía haber desaparecido por completo. Se le formó un nudo en la garganta al notar una foto de sus padres y ella enmarcada en la sala.

— Levi me ayudó a conseguir la foto— susurró Eren envolviendo sus brazos en su cintura — Sé que los amaste con todo tu ser y ellos a ti —

Un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas. Estaba segura que explotaría de amor en algún momento.

—Shhh, pequeña — limpió con dulzura su rostro— Hoy estamos celebrando que estás viva y que estás con nosotros — señaló a los reunidos en el comedor quienes se apresuraban a acomodar los platos y servir para darles un poco de privacidad — Y lo más importante, estás conmigo Watashi no ai

— Hace tanto que no te escuchaba decirme así — rió acariciando su mano sobre su vientre

— Bueno, parecías no recordar el japones —

— ¿Quieren dejar de desparramar miel por todos lados y venir a comer? ¡Se va a enfriar! — gritó Levi señalando los platos repletos de fideos

— A la orden comandante — respondió Eren encaminando a Mikasa con él sin despegarse de su lado

Estaba segura de que jamás quería olvidar la escena que contemplaban sus ojos. Erwin y Levi comían expresando su amor libremente al igual que lo hacían Porco y Pieck mientras compartían un poco de ensalada del mismo plato. Nada de eso había sido gratis, cada risa y cada mirada cargada de afecto había sido presidida por una agonía constante que al final de cuentas había sido bien recompensada.
Un estruendo en la puerta la asustó completamente.
Un pequeño rubio entró llorando seguido de una niña que lo perseguía con un par de peluches rotos.

Instituto Titán [EreMika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora