Cabaña

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Volvía a revisar su móvil por decima vez seguida en la noche, hace más de cinco días que no tenía noticia alguna de Eren, a excepción de algunos mensajes que a regañadientes le mandaba tratando de localizarlo ineficiencientemente.
El día que durmió entre sus brazos descansó plácidamente como nunca lo había hecho, libre de pesadillas y recuerdos tormentosos, deseaba repetir el momento pero basándose en la realidad sería prácticamente imposible. Le desconcertaba en ocasiones verle indiferente hacía ella y que ignorara algunos de sus mensajes, otras veces parecía que ella era su prioridad , se sentía una niña pequeña a su cuidado, era todo un remolino de emociones.

Sasha había ido a cenar con Niccolo, al parecer habían arreglado la cosas y se alegraba por ella, estaba harta de tener que escuchar como se lamentaba por haber peleado con él, sabía que como su amiga tenía la obligación de escucharla, pero era demasiado irritante verla cambiar de decisión a cada cinco minutos sobre sí darle otra oportunidad o no al cocinero. Sufría cuando Niccolo le pedía llevarle algún postre a su habitación y ella se negaba rotundamente a comerlo, o al menos eso decía, pues a media noche notaba como la castaña se paraba silenciosamente a deborarlo , o cuando el martes pasado Niccolo olvidó enviarle un postre de "redención " y Sasha no paró de llorar diciendo que ya no la quería y que la había remplazado.
Era una situación estresante para la pelinegra que solo quería un momento de paz para terminar de leer su libro, pero todo intento de retomar su lectura se veía frustrada por una Sasha llorando, cantando canciones de desamor y llegando borracha sollozando. Por suerte esas situaciones había terminado cuando los tortolos hablaron y decidieron regresar, aún tenía una rebanada de pastel que él le había obsequiado a su amiga como reconciliación.

Eran poco más de las once la noche y seguía leyendo, pocas páginas hacían falta para terminar el volumen.

"La conexión especial que tiene el caído y su amante es una en un millón, comparten un vínculo único entre sí, conectando sus mentes a través del espacio tiempo. Físicamente son dos individuos separados, pero mentalmente son uno solo.
Está forma de conexión hace posible que se comuniquen entre sí a través de grandes distancias, con la capacidad de verse, escucharse y tocarse a través de la conexión establecida.El vínculo les permite saber lo que el otro siente, como sus temores y sus fortalezas"

Anotaba cuidadosamente el concepto de la conexión en su block de notas adornado por las flores violetas que comenzaban a secarse, inconscientemente suspiró al recordar de quien procedían dichos detalles.Bajo su pluma y bebió un sorbo de su café seguido de una cucharada del delicioso pastel de chocolate.Definivamente Niccolo se ganó el corazón, mejor dicho, el estómago de su amiga con su talento culinario.

El timbre se su móvil sonó distrayendola de su lectura. Su corazón se aceleró al ver el nombre en la pantalla. Eren J. Inhalo y exhalo rápidamente tratando de tranquilizarse para poder tomar la llamada.

-¿Bueno?- trato de soñar lo más neutral posible a pesar de que se moría de ganas de saber qué había pasado con él.

-Pensé que estarías dormida siendo sincero-

-No, de hecho estoy a punto de terminar un libro- le dio otro trago a su bebida- ¿Para qué me marcaste?- escucho el impacto de lo que parecía ser una botella contra el suelo asustandola - ¿estás bien?-

-Sí, solo... se cayó una botella de mi estantería- mentía.

- Okey- hubo un gran silencio en la línea

-Quiero verte, pero no sería lo correcto -

-¿Por qué no sería correcto verme?- preguntó curiosa cerrando el libro acomodandolo en su escritorio

-No lo entenderías Mika-

-Ayudame a comprenderlo entonces- se cubrió en una larga gabardina y se colocó un par de botines - Iré a verte, espérame fuera de tu edificio-

Instituto Titán [EreMika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora