Convincente

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Quizás fue un error que Miguel le diera el teléfono a Saeng. El omega aprovechó esa oportunidad para buscar en el registro de llamadas
el número del señor Robinson.

- ¿Hola? - Preguntó Saeng en voz baja cuando escuchó que le respondían desde el otro lado de la línea.

- ¿Donde estás? - El susurro de Robinson le dio a entender
que tenía que ser cuidadoso con sus palabras.

- Nos encontraron, Secuestraron a Hyun, hay que ayudarlo, lo estan torturando - Fue lo primero que salió  de sus labios hablando de manera desesperada.

- ¿Tú estás bien?, ¿donde estás? - La preocupación del alfa por el omega parecía algo extraña pero convincente.

- Estoy en un departamento pero no se donde queda - Sería fácil ir a una ventana y ver hacia el exterior para saber un poco de su ubicación, pero el omega estaba escondido en una esquina entre la oscuridad de la habitación con miedo a que uno de ELLOS pudiesen entrar para llevárselo.

- Quiero que salgas y nos encontremos en el parque dentro de media hora -Robinson pensaba que Saeng estaría escondiendo y que no estaba bajo la mirada de un federal.

- Esta bien, pero Hyun... ¿hola?,¿Señor Robinson me escucha? - Como si fuera parte de alguna estúpida película la batería del teléfono fue en descenso hasta quedar totalmente muerta-¡Mierda!.

Ese tipo de situaciones hacían que Saeng se sintiera culpable, enojado y triste, por lo que todo afectaba a su bebé y lo único que podía hacer era acariciar su vientre como si fuese una forma de sanación.

Sin pensar lo que realmente estaba haciendo Saeng salió del departamento para encontrarse con Robinson.

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Miguel llegó al lugar donde se encontraba su padre. Entró a la gran oficina donde todo lo que había dentro estaba hecho por madera y en los ojos de su padre se reflejaba el enojo que tenía.

- ¿En que maldita cosa pensabas al volver de nuevo a esa cabaña?- Se acercó con la intención de golpearlo pero se detuvo antes de hacerlo. Era su único hijo y por eso estaba al tanto de lo que pasaba y sabía que su enojo solo era por preocupación.

- Volveré a la empresa, necesito las llaves - Miguel anteriormente había tenido una pelea con su padre donde renunció seguir formando parte de ELLOS.

- Algo tramas, ¿Por qué ese cambio? -Su padre no era un tonto.

- Creo que el secuestro me ha hecho pensar las cosas como en verdad lo son y ahora entiendo que quiero atrapar a todos esos malditos que incumplan las leyes - Fue tan convincente que su padre le creyó.

Pero el problema ahora surgía en la cabeza de Miguel al tratar de decidir que era lo correcto de hacer, su idea principal de ayudar al omega se estaba oscureciendo pero aún seguía viva.

- Sé que lo ayudaste a escapar - Dijo Gregory haciéndole creer que sabía toda la verdad y antes de que Miguel tuviera que decir alguna excusa su padre siguió hablando - En las fotos se puede notar el gran parentesco que tiene con el... omega - Dijo refiriéndose a kenny pero queriendo utilizar una palabra más ofensiva en cambio de "omega".

-No tiene nada que ver con él, ya lo he olvidado - Dijo tranquilo - Ahora dame las llaves - No quería sonar desesperado.

- Más vale que eso sea cierto, no quiero que por tú instinto hagas alguna estupidez - Buscó en su gabinete las llaves - No quiero oír nada relacionado con esos omegas y tú, estaremos nosotros en problemas si eso llegase a suceder - Le entregó la lleve.

Gregory sabía que su hijo ocultaba algo y su comportamiento lo delataba. Pero por alguna razón no quería saberlo, sentía el presentimiento de que algo así  sucedería, algo que lo involucraba con ese omega y que de alguna forma tarde o temprano pondría su vida en peligro.

Miguel tomó las llaves y aparentando no estar contento salió de la oficina de su padre con su propósito ya cumplido.

Minutos después llamo al teléfono móvil que le había entregado a Saeng pero estaba apagado,entonces el alfa pensó en lo que no quería imaginarse y era que Saeng había escapado. Miguel aceleró su paso sin llamar mucho la atención, si tenía suerte podría encontrarse con el omega y mostrarle su plan, aunque antes necesitaría hacer otra cosa.

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Hyun estaba encerrado y amarrodo boca abajo dentro de
una habitación que aparentaba ser blanca pero en realidad las manchas de sangre ya seca le daban un aspecto sucio. Hyun no sentía sus piernas y sus manos habían sido fracturadas innumerables veces; pero la regeneración volvía todo de nuevo a su lugar, sin embargo no desvanecia el dolor.

El alfa parecía tener su mente en otro lugar, había tenido 2 días seguidos de pura tortura y solo tenía descanso cuando alguna persona venía hacerles preguntas y si no respondía como era debido era nuevamente torturado. Pero en ningún momento Hyun les habló sobre Saeng y mucho menos de su paradero.

Estaba tirado en el suelo cuando alguien abrió la puerta y en lo primero que pensó fue que nuevamente sería torturado, pero al presenciar el asqueroso olor de un alfa supo de inmediato de quien se trataba.

- Ahora eres tú el perro amarrado -Dijo Miguel cerrando la puerta y quedándose a solas con Hyun - ¿Qué tal se siente?.

Hyun como pudo trató de darse vuelta y así poder observarlo.

- ¿Don...de está? - A Hyun también le dificultaba hablar, pero fue muy claro con sus palabras.

- No te preocupes, ahora estará conmigo - Respondió  Miguel con doble sentido.

Hyun logro balbucearle un "Maldito" que solo provocó que el otro alfa sonriera.

- Tú hijo esta mal, puede que muera dentro del vientre de Saeng - Dijo lo más directo posible, estaba en ese lugar no para hacerlo sentir mal sino para que supiera que si algo salía mal él solo estaba tratando de ayudarlo.

Sin embargo la noticia para Hyun fue peor que recibir cientos de castigos.

- ¡Malditos, todo fue por su culpa! -Esta vez las palabras fueron claras pero sin embargo se escucharon un poco ahogadas como si el alfa estuviera apunto de llorar.

- No vengo solo a decirte esto,quiero que sepas que voy a ayudar a Saeng y a tú hijo pero no podre hacer nada por ti, ¿me entiendes? - Se agachó para acercarse a Hyun.

- Ayudalo - No fue necesario pensarlo, a Hyun no le importaba si él moría debido a las torturas, lo más importante era salvar a su familia aunque eso significara confiar en un completo extraño que formaba parte de ELLOS.

- Entonces tienes que ser tú quién le diga que se dejó ayudar porque no querer aceptar mi propuesta - Miguel sacó su teléfono, sería una breve grabación de audio con las palabras correctas para convencer a Saeng de aceptar el plan, tenían que hacerlo discretamente por si habían cámaras al rededor que pudieran capturar la situación.

- No le... vayas hacer daño, por favor -Sus palabras ante todo sonaban como súplicas y Miguel lo entendió.

- No lo haré - Fue una promesa que sonó  sincera pero sin embargo existía la preocupación de que no se cumpliera.

Después de realizar todas las cosas que pretendían hacer con el teléfono y darle la explicación de su plan, Miguel salió de forma tranquila aparentando que no había sucedido nada pero se encontró con que algunos federales estaban alarmados.

Le preguntó al primer federal que pasó por su lado lo que estaba sucediendo y tembló al escuchar la respuesta.

- Encontraron al omega, estaba saliendo de la ciudad junto con otro acompañante pero ambos murieron cuando el auto se volcó y se prendió en llamas - Explicó el federal con más detalles de lo necesario.

Miguel seguía en trance, era Saeng la persona que había muerto en ese accidente...

Mi hermano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora