La casa de la familia Robinson era sin ninguna duda la mejor de toda la ciudad. Saeng estaba impresionado la primera vez que puso sus pies dentro de ella y se sentía intimidado por el simple hecho de estar en un lugar donde personas que no conocen te ofrecen estadia, sabiendo quienes estan detrás de ellos.
En realidad los demás miembros de la familia no sabían la razón exacta por el cual los hermanos tenían que quedarse. Basta con que Robinson dijera que eran unos amigos y que se quedarían por unos días.
Igual se les dijo que eran hermanos y estaban de vacaciones por unos meses. La explicación acerca del porqué Hyun había sido golpeado no fue explicada, porque en realidad el señor Robinson tampoco sabía nada al respecto.
2 días pasaron desde aquella traumática noche, Saeng aún se sentía incómodo viviendo en ese lugar pero tenía que acostumbrarse. Mientras tanto Hyun siguió trabajando con Robinson pero de forma discreta.
Durante esos 2 días en esa casa, se hizo muy amigo de Jae, él rubio que curó al alfa en aquella ocasión. Por ser ambos omegas sentían mucha vibra y confianza. Pero Saeng no le contaría sobre su embarazo, su barriga estaba del mismo tamaño que antes y no quería imaginarse si creciera y toda esa familia lo descubriera.
Últimamente el omega tenía fuertes dolores de cabeza, su alimentación no era la correcta durante todos esos días y le pareció un alivio estar en esa casa donde podía comer lo que quisiera, aunque la vergüenza lo dominaba por completo.
Jae entró a la habitación donde ambos hermanos dormían, habían suficientes cuartos pero el mayor prefirió quedarse con su hermano sin dar explicaciones. Jae antes de entrar se aseguró que Saeng estuviera solo.
Él rubio traía en sus manos dos manzanas y daba pequeños saltos de alegría como toda un chico enamorada y se le podía notar en su mirada. Le extendió una manzana a Saeng y se sentó a su lado en la cama.
- ¿Por qué tan alegre? - Preguntó Saeng amablemente devorando por completo su manzana
- Te haré una pregunta - Jae bajó la mirada estando un poco avergonzada.
- Ya sueltalo - Saeng podía oler el suave olor a incienso que brotaba del omega.
- Bueno...Ehh - Él omega no sabía exactamente como decírselo, pero lo dijo - ¿Crees que a tú hermano le gusto?.
Saeng casi se atraganto con un pedazo de manzana, pensó que había escuchado todo mal por culpa de su dolor de cabeza, pero la sonrisa tonta del omega le hacía creer que todo era cierto.
- ¿Por qué lo dices? - La respiración de Saeng estaba acelerada.
- Es que ayer, quedamos solos en la cocina y de la nada su olor me dominó por completo - Jae le explicaba mientras tomaba a Saeng de las manos y se acercaba a él para susurrarle algo a los oídos - Creo que esta pasando por su etapa de celo.
Saeng se quedó frío en ese momento, ¿como era posible eso?, era su omega y ni siquiera podía olerlo para darse cuenta.
- Eso no es todo, su olor era tan excitante y estaba tan cerca de mí ayudandome a lavar los platos que me rendi y no pude aguantar mas la tentación - Jae se emocionaba con cada palabra que decía, mientras que Saeng no quería seguir escuchando nada más - Y desprevenido... ¡le di un beso! - Un fuerte "Ahhhhh" de alegría salió de los labios de Jae al recordar aquel momento.
Saeng pensó en lo golfo que era ese omega y entendió la razón de su olor tan insoportable para él.
- Pero eso no es todo, tu hermano es tan... - Las mejillas de Jae no podían estar más rojas - Solo fue un pequeño beso, me aparte rápido de él, pero cuándo menos pensé, me agarró de la cintura y... me dio un verdadero beso - Otro "Ahhhhh" salió de sus labios.
- Maldito bastardo - Susurro Saeng lo suficientemente alto como para que Jae lo escuchara.
- No te preocupes, lo aparte rápidamente - Jae creía que Saeng se preocupaba por él - Aunque bajó su brazo muy cerca de mi cadera y me atrajo mucho a su cuerpo, me sentí un poco incómodo pero a la vez su olor me excitaba.
Saeng solo se quedó callado mientras que trataba de entender todo lo que estaba escuchando.
- Puede que yo sea su pareja destinada y él sintió lo mismo cuando me tomó de esa manera - Jae no podía estar más feliz de solo imaginarlo y de nuevo volvió a gritar como loco "Ahhhh" - ¿Tú que piensas de todo esto? - Jae quería escuchar alguna respuesta por parte del chico.
- Quizás tengas algo de razón - Saeng le hablaba tranquilamente - Dejame hablar con él primero y de manera discreta le voy a preguntar - Tratar de ser amable con ese omega era un verdadero reto.
Jae salió de la habitació de la misma forma infantil a como entró. Saeng en su rostro solo reflejaba molestia, tendría una buena conversación con Hyun
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El señor Robinson le siguió dando trabajo a Hyun en la empresa mecánica, pero sin llegar a ser visto en público sabiendo por lo que en esos momentos pasaba.
Robinson admiraba mucho la dedicación que le tenía Hyun al trabajo y las ganas de tener un buen futuro con su omega, pero pensar que ese omega era su hermano le hacía sentir incómodo y más con saber que estaba embarazado.
En estos últimos días Hyun se a estado comportando de forma extraña. Sudaba a cada momento y parecía no querer hablar con nadie. Robinson prefirió no sospechar en que pudiera llegar su celo, las cosas se complicarian aún más, tenía una hija omega en casa y sabía lo descontrolados que eran los alfas cuando estaban en ese estado.
Cuando Robinson decidió ir hablar con Hyun, una gran camioneta negra se estaciono en el medio de la calle, bajandose de ella un hombre con traje.
- Buscamos a este sujeto - Aquel hombre de traje no saludo ni sé presentó, solo hablo como si supiera que Robinson era el dueño de la empresa.
No era necesario preguntar quienes eran, solo con ver la camioneta se podía identificar que eran ELLOS.
A Robinson se le entregó una foto para que viera al sujeto y disimulo un poco la sorpresa de ver a Hyun en ella, entonces en realidad si los estaban buscando.
ELLOS sabían toda la información de Hyun incluyendo que trabajaba en ese lugar, por el cual negar no haberlo visto sería una idea ridícula.
- Trabajo por un tiempo aqui, pero ya hace varios días no sabemos nada de él - Dijo Robinson entregandole de nuevo la foto.
El hombre de traje se quedó viendo a cada sujeto que trabajaba fuera del taller, pero no vio a Hyun, por lo que volvió de nuevo a la camioneta y se fue.
Robinson caminó hacia el sitio donde trabaja Hyun apartado de los demás trabajadores. Al llegar, el olor del alfa había llenado esa parte del taller, haciendo que el alfa mayor cubriera su nariz con una de sus manos.
Hyun estaba por entrar en su celo y aún seguía trabajando, ignorando aquel estado.
- Muchacho, no me digas que pasas tu celo con tú hermano - Era algo extraño de pensar y prefirió cambiar el tema - ELLOS vinieron y preguntaron por ti.
Hyun de inmediato dejó de hacer lo que estaba haciendo y asustado observó a su jefe, sería cuestión de tiempo para encontrarlos y salir a las calles ya no era buena idea.
Un dolor punzante en su entrepierna lo obligó a dar un pequeño gemido, "Maldito celo", se encontraba en la peor situación.
Estaba apunto de estallar y no era conveniente dejar a su omega sin poder caminar por varios días...