Cumpleaños.

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El frío era totalmente insoportable a esa hora de la mañana y a pesar de eso Hyun estaba sentado en el piso hecho de madera fuera de la cabaña, con su mirada perdida hacia el bosque.

Desde que llegó a ese lugar siempre hacia lo mismo, casi no dormía en las noches y lo único que lo ayudaba a dormir era el olor de su omega.

Recordó esos momentos en donde tenía que estar pegado al cuello de su hermano para poder
dormir tranquilo e irse en la madrugada a su habitación para no levantar sospechas de sus padres.

Ahora que vivían lejos de ellos no podía hacer nada eso y prefirió no tener a su hermano en ese solitario lugar en donde a pesar de todo lo mantenía a salvo.

Hyun daría todo porque su omega fuese feliz, si hubiera sabido que las cosas terminarían así de mal nunca lo hubiera marcado y nunca escaparia tan lejos de casa.  De ese modo se fuera marchado ya que al estar cerca de su hermano y no poder tocarlo era su perdición, pero solo por verlo feliz se alejaría de él.

Su amigo Min  le había advertido una y otra vez de las consecuencias, pero él solo se dejó dominar por sus instintos y por lo que su corazón le indicaba y actuó sin importarle lo que Saeng pensara.

Sus pensamientos negativos de igual forma no lo llevarían a nada y prefirió centrarse en el futuro, tenía una familia que cuidar y tener esos pensamientos
lo hacían decaer aún más.

Estaba por colarse de pie cuando sintió los brazos de alguien abrazando su torso y pegandose a su espalda. Sintió la respiración de esa persona en su oídoy cuándo la brisa soplo, el dulce y tranquilizante olor del omega sumergió al alfa en un estado de relajación absoluta. Era la primera vez en tanto tiempo que no disfrutaba de su olor como lo estaba haciendo en ese instante.

Aunque aquel acto de afecto tan extraño y de repente por parte del omega solo demostraba ternura, el alfa pensaba de otra manera. La pequeña mano de Saeng estaba tan cerca de tocar su entrepierna que Hyun casi toma su mano para obligarlo, pero se conformaba con que tocara muy fuerte su abdomen y su cálida respiración soplara en su oreja.

- Feliz cumpleaños - Susurro Saeng en su oído.

Lo dicho tomó por sorpresa a Hyun que no recordaba su propio cumpleaños, ¿como podría olvidarlo?, quizás todos los problemas que tenían no le daban tiempo de acordarse de ese tipo de fechas importantes.

- ¿No lo recordabas? - Preguntó  extrañado Lucas.

- !Claro que si! - Hyun desde la posición que estaba logró tomar a Saeng por la cintura y sentarlo en su regazo - Solo pensé que tú lo olvidarias - Trató de que la mentira sonara real.

- Podría olvidar muchas cosas, menos eso - Habló Saeng con sinceridad, esperando que el alfa también lo hiciera.

Pero Hyun no escucho nada de lo que Saeng dijo, solo podía ver los labios del menor moviéndose de forma provocativa mientras hablaba, lo tenía sentado en sus piernas, había pasado mucho tiempo en tenerlo de esa forma, tan pegado a su cuerpo.

Hyun tenía sus necesidades y aunque recientemente estuvo en celo, pasar tantos días sin tener sexo lo descontrolaba y lo obligaba hacer cosas como las que estaba apunto de hacer.

- ¿Estas bien? - La cara de Hyun parecía estar en otro planeta.

El más pequeño no tuvo respuesta, solo sintió como todo su cuerpo caía al suelo sin brusquedad. Mientras que el alfa se colocaba encima de él atacando su cuello como un lobo hambriento.

A Hyun le sorprendió que Saeng no pusiera resistencia como lo había hecho algunas noches atrás, esta vez parecía entregado y a su alfa le encantó. Tendría algo de acción después de mucho tiempo.

Ambos se olvidaron del frío que hacía al estar afuera, Hyun solo quería explorar el cuerpo de su omega nuevamente. Aunque una parte de Saeng estaba accediendo a lo que el alfa le hacia, otra parte le incomodaba literalmente por el simple hecho de tener esa barriga.

- No pasara nada - Hyun lo tranquilizo sabiendo lo que inquietaba al menor.

Todo sucedió tan rápido que la camisa que Saeng cargaba puesta fue sacado sin darse cuenta, haciendo que Hyun jugara un poco con sus pezones hinchados.

Al alfa le encantaba lamer esa zona y lo hacía con más énfasis cuándo escuchaba los agudos gemidos de Saeng. La entrepierna
de Hyun estaba más dura de lo normal y no tardo en frotarse con el cuerpo del menor.

Saeng sentía el vaivén de Hyun moviendose descontroladamente
e ignorando el abultado vientre que se interpone entre ellos.

Hyun estaba tan desesperado de sentir su miembro ser devorado por el culo de Saeng que no pensaba en otra cosa que no fuera en metersela. Nunca había tenido sexo al aire libre así que sería una interesante experiencia.

Saeng aún tenía la esperanza de que Hyun fuera romántico a la hora de tener sexo, pero el muy bestia solo le importaba introducir su miembro dentro de él.

- Ya quiero meterla - La respiración de  Hyun estaba agitada y las palabras románticas tampoco salieron de sus labios.

Pero Saeng admitía que le excitaba de sobremanera lo que Hyun le decía y sin avisar sus pantalones fueron quitados haciendo que su suave piel hiciera contacto con la fria madera.

- ¡Dios! - Aquella palabra pronunciada con asombro escapó de los labios de Hyun. Su hermano era más hermoso que antes, no sabía si era por no verlo de esa forma por mucho tiempo o era por esa barriga que hacía sentir al alfa orgulloso.

Hyun no tardo mucho en bajarse los pantalones y tener su miembro totalmente erguido e imponente. Saeng al verlo cerro sus piernas de inmediato, otra vez tenía a ese monstruo enfrente de él y los besos que Hyun le daba en su cuello no lo relajaban para nada.

Al final siempre le terminaba gustando, pero al principio estaba el miedo de ser partido en 2 por esa bestia. Cuándo sintió el glande chocar con su lubricada entrada Saeng invento rápido una excusa.

- Está él muy cerca, podría  escucharnos - Se refería a Miguel. Efectivamente logró que Hyun se detuviera y gruñera al hacerlo.

- No pienses en él - A Hyun le molestaba saber que Saeng en esa situación pensara en el otro alfa.

- No lo hago, solo que... ¡Ahhh! - Hyun entró sin compasión.

El grito de Saeng vino acompañado con una sonrisa de satisfacción, se sentía tan lleno pero quería más.

- ¿Aún le sigues llamando monstruo?  Hyun empezó a moverse salvajemente, el pantalón lo tenía puesto hasta las rodillas, pero no aguantaría sacar su miembro para quitarselo.

Saeng podría negarse a no tener sexo pero cuándo lo hacían siempre pedía más y como era costumbre llevaba sus manos a su boca para evitar gemir, cosa que al alfa le excitaba aunque prefería escuchar sus gemidos.

- El... mejor... de los regalos - Cada embestida le enviaba espasmos de placer al alfa y la sensación de su miembro siendo apretado por su entrada lo volvia loco.

Era increíble como Saeng buscó la manera de que su barriga no le molestara cuándo Hyun exigió que cabalgara encima de él.

Subir hasta la punta de su miembro y bajar hasta tragarselo por completo.

Y lo que le daba gasolina para cabalgar con más velocidad eran las palabras obscenas que le decía el alfa. "Más rápido, tragatelo entero, ¡Asi!.

Saeng sintió que el miembro del alfa creía y después de un gran gruñido que seguro se escuchó por todo el bosque descargo todo lo que tenía acumulado dentro de él, quedando anudado en el acto.

El omega se inclino un poco y Hyun se dedicó en lamer su cuello. Fue el mejor de todos los regalos. Saeng espero a que su hermano le dijera algo lindo, un te amo o un te quiero quizás pero...

- ¡Vamos hacerlo otra vez! - Era demasiado pedirle a ese imbécil...

Mi hermano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora