Oscuridad

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- ¡Esperen! - Dijo Miguel exaltado levantado sus manos.

Seguían siendo apuntados con armas y amenazados con darle al gatillo.

- Soy hijo de Gregory... ¡ahora bajen sus armas! - Sonó como una orden pero era evidente que ELLOS no harían el más mínimo caso.

Sabían que Gregory era uno de los jefes, pero no por eso tendrían
que confiar en que su hijo no tramaba algo con un extraño chico encapuchado y con apariencia sospechosa.

- No me importa de quien seas hijo, es una área restringida y no está permitido entrar - El tonó de su voz al decir eso trataba de ser intimidante, pero Miguel no se puso nervioso en ningún momento; En cambio el omega detrás de él no paraba de temblar pero quizás tampoco fuera por esa situación en particular, sino porque todo su cuerpo aún recibía ese frío que le proporcionaba gran dolor.

- Mi padre me dio toda la autorización - Miguel agarró la mano de Saeng dispuesto a irse al ver como los federales bajaban
sus armas.

Pero fue cuando volvieron a ver al pequeño chico escondido detrás de él que de nuevo elevaron sus armas evitando que se marcharan.

- ¿Quién es? - Preguntó el federal que estaba adelante.

- No es tu problema - Miguel se estaba empezando a molestar por tantas preguntas.

- Deja que le veamos el rostro - Si eso llegase a suceder sería el fin y Miguel entendía el miedo del omega cuando le apretó el brazo donde le sostenía con fuerza.

Quizás Saeng no fue consiente de que la capucha que le ocultaba el rostro ahora le dejaba al descubierto prácticamente por la mitad, pero estando oculto detrás de la espalda de Miguel no podía ser visto. Sin embargo uno de los federales lo vio y al entrar en contacto con sus miradas ambos quedaron sorprendidos.

Saeng no sabía exactamente donde había visto a ese federal, vio a muchos durante los últimos meses, pero esa persona la conocía de alguna parte y no exactamente como uno de ELLOS.

Ese federal incluso trató de bajar su arma por la impresión de verlo, pero cayó en cuenta de que los demás federales tomarían eso como algo sospechoso también.

- ¿Por qué lo ocultas? - El federal estaba empeñado en no dejar que se marcharan.

- Eso no te incumbec- Miguel empezó a retroceder sus pasos dispuesto a irse a pesar de que estaba siendo apuntado - Hay cámaras por todos lados, si mi padre se entera de esto ustedes estarán en problemas.

Las armas eran de un modelo extraño, no tenían balas sino dardos que eran capaces de dormirlos por completo.

- él entenderá nuestras razones - El federal no quería seguir discutiendo. Miguel se imagino que dispararian.

Pero en el momento menos pensado las luces fueron apagadas y todos los pasillos quedaron en total oscuridad. Los federales se gritaban entre si que atraparan a Miguel y a Saeng pero lo oscuro del lugar no se los permitió y se mantuvieron en el mismo sitio sin moverse.

Al cabo de unos minutos la luz volvió otra vez pero ya no se encontraban Miguel y su acompañante.

- ¡Busquenlos! - Los tres se dividieron para buscarlos aunque era absurdo ya que tuvieron el tiempo suficiente para huir a pesar de la oscuridad.

Por suerte el vigilante observó desde los monitores que Miguel estaba en problemas al ver como los tres federales le apuntaban con sus armas y sin saber que hacer para ayudarlo optó por cortar la energía en esa parte de la empresa.

él tampoco iba a poder ver nada pero consideró el tiempo suficiente como para que Miguel pudiese escapar y afortunadamente cuando volvió a encender la energía ya no estaban en ninguna de las cámaras, lo que significaba que habían salido de la empresa junto con el otro chico.

Tampoco era como si Miguel tuviera ojos sobrenaturales que le permitieran ver a través de la oscuridad, sino que utilizó su intuición y memoria para recordar los términos de cada pasillo y guiarse por las paredes de manera que avanzaran lo más rápido posible en ese corto período de tiempo.

Lo bueno fue que no salieron por donde mismo entraron o se encontrarían con el guardia de seguridad. Aprovecho que a esa hora de la mañana ya varias entradas de la empresa estaban abiertas y le resultó fácil salir sin ser vistos.

Horas después de pasar por aquel susto, Saeng se encontraba en el mismo departamento de Miguel pero encerrado en el baño. Desde que llegó estuvo sumergido en una bañera con agua tibia para que su cuerpo se empezara a calentar.

En su mente aún no creía el tamaño de su barriga incluso si pasaba todo el dia viéndolo. ¿Acaso era posible que su hijo haya crecido tanto en tan pocas horas?, era absurdo de creer.

Saeng estaba tan sumergido en sus pensamientos que no escucho a los constantes golpes y llamados que Miguel le hacía desde el otro lado de la puerta.

El alfa asustado porque algo le había pasado utilizó algo de fuerza para hacer que el seguro se rompiera y entrar con una expresión de temor y preocupación en su rostro. Para una persona que conociera a Miguel le parecería algo raro de ver.

- ¿Estas bien? - Preguntó asustado viendo todo alrededor.

Saeng se asustó al ver a Miguel entrar y no respondió a su pregunta. Miguel se aseguró de que todo estuviera bien y salió del baño juntando la puerta.

Después de un gran rato Saeng trataba de comer sentado en el medio de la sala junto con Miguel, pero ambos parecían no tener ganas de saborear la comida y lo demostraban al ver sus platos y no mover sus cubiertos.

- ¿Te sientes bien? - Miguel mostraba cierta preocupación hacia el omega.

- Se siente extraño - Saeng se refería al ver su barriga crecer tan de pronto.

Miguel se arrastró en el piso hasta llegar al lado de Saeng, su comportamiento era distinto e incluso se notaba nervioso.

- Todo estará bien - Colocó su mano en el hombro del menor y fue bajando poco a poco sin que el movimiento fuese mal intencionado hasta llegar a tocarle la barriga.

- Los protegere a los dos - Sonó sincero.

Pero esas palabras le resultaron incómodas a Saeng, haciendo que de inmediato pensara en Hyun y en su promesa de proteger a su familia.

- Hay que ayudar a Hyun - Dijo el omega recordando al mismo tiempo en donde había visto al federal que lo miró con sorpresa antes.

De inmediato se le vino a la mente el señor Robinson, en una de las oportunidades viviendo en su casa los descubrió a ambos hablando a escondidas en la cocina sobre exactamente ELLOS.

Pero sus pensamientos al momento de detallar al federal fueron interrumpidos cuando escuchó a Miguel.

- Hyun ya esta muerto - Saeng al escucharlo volteo a verlo rápidamente - Tendrás que acostumbrarte a que seré yo la persona que te cuidará y se hará cargo de tu hijo - Miguel no lo decía como un juego, en realidad consideraría a ese bebé como si fuera suyo.

Las horas que Saeng estuvo sumergido debajo del agua congelante no solo le afectó psicológicamente a él como para que su mente estuviera en un limbo, sino que también afectó a Miguel a tal punto de creerse padre del bebé que Saeng llevaba en su vientre.

O quizás la muerte de kenny ya le estaba causando efecto,pero lo que tenía el alfa en mente era que asesinaria a quien fuera solo por tener al omega a su lado y en sus planes estaba en entrar de nuevo a la empresa y por su propia cuenta desaparecer a Hyun por completo...

Mi hermano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora