Descubierto

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En la oscura y fría habitación los 2 hermanos estaban aparentemente dormidos. Saeng empezó a sentir algo húmedo en su cuello que le hacía sentir cosquillas.

Hyun pasaba su lengua y le daba suaves mordiscos al cuello de su hermano como si fuera un caramelo que no quería romper, su pierna aún estaba en el vientre del menor y en esa misma posición empezó a frotar su entrepierna con el cuerpo del chico.

Saeng abrió sus ojos al sentir aquellos extraños movimientos, pero al hacerlo el fuerte olor del alfa impacto en su nariz y con eso, una ola de placer recorrió todo su cuerpo pensando que acabaria en ese justo momento por la excitación.

Era la primera vez que Saeng sentía algo como eso, era una mezcla de placer y miedo de saber lo que pasaría si eran descubiertos, miedo de saber que era su hermano quien le producía ese placer.

Un pequeño gemido salió de los labios del menor al sentir como la pierna del alfa tocó su miembro por encima de la ropa. Hyun se separó del cuello de su hermano y fijó su vista en él, Saeng tenía ambas manos tapando su boca para evitar hacer otro ruido, sus mejillas estaban completamente rojas.

Ambos se observaban con las respiraciones aceleradas y no se decían absolutamente nada. Hyun quería seguir, pero no iba a
continuar si su hermano no quería; Saeng tenía miedo de todo, de ser descubierto y de ser tocado de esa forma por su hermano, pero no quería parar y era por eso su silencio.

No obstante en ese momento como si fuera una sincronía perfecta, ambos al mismo tiempo recibieron el olor del otro llenando por completo sus pulmones del dulce y fuerte olor. Todo se descontrolo por completo.

Hyun se subió rápidamente en el cuerpo de Saeng y se quito la camisa dejando a la vista su cuerpo moreno y bien trabajado, sin perder tiempo se despojó de la camisa de su hermano quien lucía totalmente avergonzado.

Todo esto a los ojos del alfa era el paraíso, la piel de su hermano es perfecta, era suave y llegaba a ser de un color blanco pálido que con el mas mínimo toque generaba que se pusiera roja de inmediato. Muy pocas veces Hyun lo había visto sin camisa y todo esto acompañado con el rostro temido de su hermano lo ponía a mil.

No aguantó mas, el alfa empezó a besar todo el cuerpo del menor mientras que movía sus caderas haciendo fricción con la entrepierna de Saeng y la suya. Cada pequeño mordisco le dejo marcas a Saeng como en su vientre, brazos y cuello, literalmente Hyun quería
comerselo.

Saeng pensó que las cosas no pasarían mas de eso, pero en un descuido de placer sintió la lengua de su hermano dentro su boca; aquel apto lo sorprendió un poco, nunca antes había besado a alguien asi que se sentía raro e incómodo, pero a la vez era una sensación grandiosa que no quería que terminara.

Hyun lo notó y le encantaba la inexperiencia de Saeng quien trataba de seguirle el ritmo del suave pero apasionado beso. Hyun sería el encargado de acabar con la inexperiencia de su hermano.

El alfa paso su mano por el vientre del menor hasta llegar a su entrepierna y apretarla con fuerza, Saeng de inmediato arco su espalda.

- Ah!-Fue casi un grito - Es mucho...detente- Saeng sentía que no podía respirar. Hyun se detuvo pero sin apartar su mano de la entrepierna.

- Prometo que te hará sentir bien

- No es por eso - Interrumpió de inmediato - Si ellos se enteran van a ver graves problemas y tú lo sabes - Saeng sabía que ser golpeados no era el problema mayor si eran descubiertos.

- No permitiré que te alejen de mi, eso tienes que creerlo - Hyun sabía que el miedo era el principal enemigo de su hermano y él quería desaparecerlo.

Hyun quiso continuar con lo que había comenzado pero el pequeño y ágil cuerpo de su hermano se escapó de sus brazos, salió de la cama y corrió fuera de la habitación hasta meterse al baño que estaba en el pasillo.

Hyun se tumbó en la cama y observó su dolorosa erección dentro del pantalón.

- Mierda - Dijo en voz alta, estaba consiente de que su hermano estaba asustado.

Dentro del baño Saeng buscó los supresores de su madre y se tomó dos de ellos para no seguir esparciendo su olor, con esto ya quedaba claro que era un omega. Se lanzó en el piso viendo como tenía marcas de pequeñas mordidas en sus brazos y parte de su pecho.

"Es un animal"

Pensó para si mismo Saeng.

- ¿Estas bien? - Se escuchó la voz baja de Hyun fuera del baño. Saeng no respondió - Lo siento...-Realizó una pequeña pausa - Es mejor que vuelvas a tu habitación, ellos pronto despertaran - No hubo ninguna respuesta tampoco.

Saeng no estaba molesto con él, solo estaba confundido y tenerlo cerca le dificultaba las cosas.

Lo que hacían a escondidas era peligroso, sus padres estaban a dos habitaciones y para lo que otras personas consideran adrenalina pura,él considera que era miedo puro. No sabía que hacer.

"Todo esto está mal, somos hermanos"

Colocó sus manos en la cabeza.
Al final todos tuvieron razón, era un omega y pensó en las palabras que le dijo su padre y sintió miedo, él desconocía como sería su instinto de omega y como actuaría. Tenía tantas cosas en su cabeza que le daban ganas de golpearse asi mismo.

Al dia siguiente como era domingo toda la familia fue a la iglesia a excepción de Hyun quien no le agradaba compartir mas tiempo con su familia, en cambio Saeng siempre obedecía a todo lo que sus padres le decían.

Ya de regreso todos almorzaban en la misma mesa como era costumbre, todos guardaban silencio menos Hong-seong que no paraba de hacerle bromas de mal gusto a los hermanos.

Saeng traía puesto un sueter que tapaba las marcas en sus brazos hechas por su hermano. Había algo raro en ese momento, su madre lo observaba de forma extraña logrando intimidar al menor.

Por suerte ese dia no hubo preguntas por parte de Hong-seong ni siquiera preguntó en donde había estado Hyun últimamente.

- Que te vaya bien cariño - Sofía despedía a Hong-seong, él siempre salía los domingos pero los hermanos no sabían la razón.

Saeng tomó los platos y los llevó a la cocina, en la sala solo quedaron Hyun y Sofia.

Hyun desde que tenía 12 años comenzó a odiar a sus padres y mas cuando veía que gritaban y golpeaban a Saeng, era por eso que no tenía mucha comunicación con ellos.

El alfa subió a su habitación, Sofia aprovechó esa situación y entró a la cocina donde estaba su hijo lavando los platos y cerró la puerta con fuerza.

- Me asustaste - Sonrió un poco asustado Saeng - ¿Ocurre algo? - Centro toda su atención en su madre.

- Eso mismo te pregunto yo a ti - La madre se acercaba a él viéndolo de arriba a abajo - Esta mañana me desperté y noté que me faltaban algunos supresores - El chico empezó a respirar aceleradamente al sentirse descubierto - No hay mas omegas en esta casa.

Saeng no sabía que contestar, el miedo se incrementaba, Sofia se acercó y velozmente levantó una de las mangas del sueter que cargaba puesto su hijo.

Las marcas fueron vistas por una madre totalmente sorprendida y molesta, sin pensarlo 2 veces vio el cuello del chico en donde solo habían pequeñas marcas de mordiscos, pero que fueron suficiente para convencer a la madre de lo que había pasado.

Saeng no decía nada y mantenía su mirada hacia el suelo, no quería ver la cara de furia de su madre. Una fuerte cachetada en su mejilla lo envío directo al suelo, había sido un golpe con mucha fuerza.

- Tu padre se enterará de esto - Amenazó Sofia en voz baja.

Los ojos acuosos de Saeng reflejaron lo que estaba por suceder...

Mi hermano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora