Legacy - Mikasa & Tu

Pesadilla.

—Se sentía bien en aquel momento incluso, pensé que no me importaba morir. Casi mato a la capitana y si no fuera por ella ... hubiera destartalado a Annie.

Mikasa se encontraba en la habitación en donde estaba descansando Eren luego del gran destrozo que provocó la pelea con el titan femenino. No tenia demasiada idea de que había ocurrido con el Comandante y toda la situación de la legión, pero por ahora se encontraba cuidando al chico.

—Me alegra que hayas vuelto— soltó la morocha sentada a su lado —. Come algo de lo que trajeron, yo ya regreso.

Mikasa decide por ir hacia el otro piso, directamente hacia una de las habitaciones, allí era donde ___ estaba descansando luego de haber quedado desvanecida tras la pelea.

Al entrar de manera silenciosa, ve ropa limpia tendida en la mesa y sus pertenencias, mientras que la mayor se encontraba tendida en la cama dormida. Tenía una blusa blanca sin mangas el cual dejaba ver sus heridas, las sabanas apenas cubrían hasta su cadera y sus manos estaban cruzadas en su estómago.

La morocha decide quedarse en el banco frente a ella, observándola detenidamente. Al ver que su cabello se encontraba tapando uno de sus ojos, decide por extender su mano y despejar su rostro hasta poder verlo en su totalidad.

Su rostro aún joven, delicado, con aquella cicatriz en su ceja. Comenzó a observar más su cuerpo, hasta llegar a su muñeca en donde notó cierta cicatriz asomarse, con curiosidad deslizó el brazalete. Parecía ser una mordida, definitivamente de una boca humana.

Entonces ve como los párpados de ___ se mueven con esfuerzo hasta abrirse lentamente.

—Hey— saluda la mayor llevando su mano hasta fregar su ojo.

—¿Cómo te sientes? — pregunta tratando de aparentar no haber visto aquello.

La chica se estira un poco y se gira para verla, tenía aquella mirada brillosa de alguien bien descansado con una leve sonrisa y eso logró en Mikasa que sus ánimos subieran un poco.

—No me recupero tan rápido como un titan, pero he estado peor— musitó débilmente.

—Me alegra escuchar eso, lo que hiciste fue...

—Estúpido, lo sé, Levi ya me...

—Valiente— interrumpió —. Suelo hacer cosas por impulso y es cuando mejor actúo, pero meterme en medio de la boca de un titan...

—Ahora debes entender lo que sienten Levi y mi primo, quienes cruzan los dedos para que no haga cosas como esa.

—Pero confían en ti.

—Lo hacen— estuvo de acuerdo.

Al querer inclinarse un poco, ____ la observa, Mikasa tenía leves ojeras debajo de sus ojos, llevaba una camisa blanca y podía notar como su cuerpo tiraba hacia abajo. Estaba completamente agotada, supuso que se había quedado despierta para vigilar a su amigo.

Por lo que optó para hacerse un lado de la cama y abrir su sabana.

—Ven, necesitas dormir.

—Yo... —inclinó su rostro —, estoy bien.

—Tómalo como una orden— habló, pero no evitó sonreír al ver su rostro serio —, ya, solo una hora ¿Sí?

Sin tener opción, decide hacerla caso y recostarse a su lado. Las manos en su abdomen y su cabeza apoyada sobre la almohada. ___ nota un gran suspiro salir de ella. No podía negar que su cuerpo estaba necesitando un descanso.

—Está cómoda.

—Si ¿Verdad? — murmuró mirando el techo —. Recuerdo mi primer día cuando volví. Tocar uno después de varios años de dormir en el suelo, fue alucinante.