No solo Eren desea el fin de aquellos gigantes. Una persona mas lucha contra la corriente y todo aquel que se meta en su camino, luego de haber crecido bajo duras circunstancias, sorprende a todos con su historia y su personalidad.
Quizás hasta inc...
—Debemos hacer algo, no puede dejarnos— maldijo Jean.
—Parece algo personal, pero estamos a un poco más de una semana de salir a las murallas de María— susurra preocupado Armin.
—Deberías hablar con ella Mikasa, eres la más cercana— murmuró Eren.
—Yo... no lo sé— expresa nerviosa al escucharlos hablar de esa forma, pero sus amigos sonríen.
—Sabemos bien que ambas crearon un lazo fuerte, si alguien va a escuchar es a ti.
—No por nada eres la única que le permite usar sus espadas — habla Jean en un tono celoso, pero rendido —. Debes intentar lograr que se quede.
—Si.
Al cabo de unos minutos, ven como el grupo de novatos llega al sitio, parecían algo inquietos y murmuraban cosas. Entonces todos escuchan cuando se les dirige la palabra.
—Parece que al final de cuentas, la capitana no vale la pena como decían.
—Me encantaría que pudieras repetir eso— gruñe Jean poniéndose de pie con intenciones de ir a golpearlo.
—No tienen una idea de lo que están hablando — habla también Sasha molesta.
—Acaba de renunciar a su deber, eso dice cuanto le importa la humanidad.
—Maldito idiota...— murmura Eren también molesto pero la mano de Mikasa los detiene.
—No tienen idea de lo que hablan, ____ salvó a mas personas de las que ustedes pudieran salvar todos juntos el resto de su vida. Cuando ustedes se refugiaban en los otros ejércitos o corrían fuera del peligro, ella con catorce años sirvió a la humanidad en la caída de la muralla María y salvó a decenas de personas— ella misma se sorprende de su tranquilidad —. Mientras ustedes estuvieron tres años escondiéndose protegidos detrás de las murallas, ella estuvo del otro lado sobreviviendo. Por lo que les prohíbo mencionarla con sus bocas de niños asustados que hablan detrás de lo que creen que es una legión con estatus.
—Mikasa...
La chica se retira, deseando tomar un poco de aire ante tal noticia. No podía dejar que ella se marchara.
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Levi y Hange habían entrado a la oficina, con cautela para saber el estado en la que se encontraba su comandante luego de unas horas de que la más joven había salido de allí. Vieron el saco de la legión de ____ tirado sobre el sillón, y Erwin no despegaba la mirada de su ventana en una pose rígida.
—No sé qué es lo que le ocurre— habla al notarlos detrás suyo.
—Con todo respeto Erwin, pero sabe bien que es lo que la tiene así— habla Hange y el rubio se gira a verla con el ceño fruncido.
