Legacy - Mikasa & Tu

El legado de un demonio.

Erwin tenia veinte años cuando comenzó a ser uno de los capitanes de la legión. Desde que había entrado, su determinación y liderazgo con los demás era admirable para todos allí. Sin embargo, cuando volvía a casa aun cumplía con su rol como primo mayor, cuidaba y enseñaba a la pequeña ___ tanto como podía.

La chica era aquel rayo de luz que lograba que su vida tuviera alegría, que quisiera seguir adelante para cumplir sus sueños.

—No me digas que te has cansado— susurra con una sonrisa burlona.

—Jamás — contesta con cansancio la niña levantándose a cuestas de una roca que habían cruzado.

Estaban en medio de una de las montañas mas grandes dentro de las murallas, habían decidido por acampar y entrenar, eran los días libres del rubio por lo que aprovechaba para pasar tiempo con ella.

—Bien hecho, mejoras mucho— asegura el joven al verla mover el palo como si fuera una espada.

Entonces unos movimientos a sus alrededores logran ponerlos en alerta, unos bandidos los habían rodeado.

Erwin quería defender a su primita, quien había quedado tirada como él. Eran seis contra un capitán y una niña, sin embargo, ninguno de ellos sabia la determinación que corría en su sangre.

Ambos se miraron y se obligaron a levantarse para seguir. ____ no iba a rendirse, el rubio ve algo en la mirada de la chica, era adrenalina y furia, pero su mente seguía funcionando correctamente logrando que tuvieran éxito sin problema. Fue entonces que notó el gran potencial de su familiar.

—Definitivamente serás excelente cuando crezcas— le sonríe mientras se acerca a ella.

—¿Pelearé a tu lado primo?

—Definitivamente sé que lo harás— le murmuró al tomarla y dejarla sobre su espalda para prender la vuelta hasta su casa.

Determinación, adrenalina, una furia que consume cada parte de su cuerpo, pero sin que afecte su juicio. Podía pelear con tremendo potencial, siempre pensando en su siguiente movimiento. Así era como había crecido y se había desarrollado como la mejor soldado de la legión, aprendiendo de los mejores, siendo alentada por todos sus compañeros.

Avanza lo más rápido posible con uno de los caballos hasta que llega a engancharse del primer titan. Su objetivo era quitar los mas chicos para tener el camino libre y que Erwin con los reclutas pasaran directo a su muerte.

—¡Esto es por mis compañeros! — grita con coraje aferrándose a sus espadas con fuerza — ¡Por cada uno que fue asesinado!

Pasa sus espadas por la nuca de uno, y ya se enganchaba al siguiente, contando veinte titanes muertos en cuestión de minutos. Su cuerpo estaba cubierto de sangre, su respiración se encontraba agitada y seguramente una vez que parara sentiría el cansancio llegar, pero no podía pensar en eso ahora.

—¡Pelearé! ¡Sobreviviré!

Erwin le había dado sus propios tubos de gas para que pudiera aguantar toda la pelea y seguir del otro lado de la muralla. Entonces, como le había prometido, una vez que dejó el camino por completo libre, las bombas de humo verdes empezaron a surgir detrás de ella, lo que indicaba su retirada.

—¡Peleen! — grita cuando llega a uno de los titanes del arco para irse por los costados —¡Peleen! ¡Peleen!

Mató a los titanes del costado por el que no iba Levi, y en el sentido contrario. Directamente hacia arriba de la muralla, sin mirar hacia atrás, sin arrepentirse de sus decisiones.