Capítulo 3

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"Un oasis entre nubes"

De alguna manera, Jiang Cheng y Nie Huaisang decidieron incluirle sin más en sus actividades del par a lo largo y ancho de Profundidad de las Nubes. Detrás de las montañas y entre las copas de los árboles que apenas ocultaban el brillo del sol, Wei Wuxian descubrió un riachuelo en la cual nadaban los peces que en ese mismo instante Nie Huaisang intentaba atrapar sin éxito.

Un gordo pez se movió entre las piernas del chico y como si se burlara de él, se alejó nadando a toda prisa cuando el menor de los tres se inclinó e intentó tomarlo con ambas manos, cayó adelante sobre las aguas y salió a flote enseguida mientras agitaba las manos, gritando que se ahogaba.

—¡Realmente te ves estúpido!-—gritó Jiang Cheng quien observaba todo desde las rocas, detuvo a Wei Wuxian con un gesto cuando el último se levantó pretendiendo ir a ayudar al otro.

—¡En Yunmeng hasta los niños pequeños saben nadar!

Fue hasta que Nie Huaisang logró ponerse de pie otra vez a poca distancia de donde originalmente se encontraba, que pudo recuperar algo de dignidad.

—¡Jiang-xiong! ¡Sabes muy bien que no hay lagos en Qinghe! ¿Por qué tendría que saber nadar?— se quejó y esto derivó en una discusión de la cuál Wei Wuxian poco pudo comprender.

Se concentró en los sonidos del bosque, más allá de las voces, en el viento que movía las hojas de los árboles y en el canto de la aves, la serenidad del lugar sería casi palpable si no fuera contaminada con las voces de los muchachos que discutían frente a él.

—¡Wei xiong!— escuchó de Nie Huaisang pasados unos momentos, el llamado de su nombre le hizo volver el rostro hasta el otro quien ya se encontraba a la orilla, secandose la ropa.

—¿Si?, ¿Hermano Nie?— el otro sonrió casi de inmediato al darse cuenta de que el cultivador errante parecía estar soñando despierto un momento atrás.

—Debemos volver, las clases de la tarde comenzarán pronto.

—¡Oh!.

—¡Y debemos darnos prisa! El viejo se enoja y pone correctivos asquerosos si uno se atreve a llegar tarde.

Ese fue Jiang Cheng, quien estaba ya colocandose los zapatos.

—No se detengan por mí, volveré solo— dijo Wei Wuxian, agitando su batidor —He memorizado el camino y deseo continuar explorando.

Jiang Cheng y Nie Huaisang intercambiaron miradas al escucharlo hablar y pasaron de largo junto a él, agitando las manos.

—¡Te lo compensaremos Wei xiong!— dijo Nie Huaisang mientras se perdían por el camino.

Jiang Cheng, Nie Huaisang eran genuinos y sin embargo representaban todo de lo que su gran maestra le advirtió que debería mantenerse alejado. La ira contenida del primero mermaba el potencial de su núcleo, consumiendo demasiada energía y alrededor del segundo había una atmósfera extraña que le ponía los pelos de punta, aún así; eran asuntos ajenos a él. No estaba ahí para cambiar a nadie.

Se reclinó sobre la roca y cerró los ojos, disfrutando de la brisa fresca y el sonido del agua siendo arrastrada colina abajo.

Profundidad de las Nubes, comprendía ahora que estaba aquí, porqué la Gran Maestra le había mandado específicamente a este lugar, era un oasis de energía Yang entre el oscuro mundo de afuera. Cada planta, cada árbol, las colinas y las cascadas, hasta los animales y los insectos, todo contribuyendo a la armonía que imperaba en el lugar casi por diseño.

Sangre jovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora