Capítulo 18

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El ritmo de vida al interior de la secta Lan cambió con la llegada del invierno y la partida de los discípulos invitados, recuperando la tranquilidad y el silencio tan distintivos del santuario de Profundidad de las Nubes. No obstante, para Lan Wangji, aún si ya habían pasado meses desde que Wei Wuxian se había marchado, nada volvió a ser igual. Aunque la nieve caía como todos los años y se acumulaba en la veranda del jingshi y la magnolia junto a la biblioteca se hallaba desnuda, nada parecía estar completo. Incluso su cuerpo, que añoraba la compañía del otro, algunas veces lo engañaba haciéndole sentir su presencia junto a él.

Pero la vida continuó y ya que Lan QiRen había retornado enteramente a la directiva académica dejando sus funciones como líder sustituto en manos de los jades gemelos de Lan, el día a día de Lan Wangji se colmó de las tareas que en su momento correspondieron a su hermano,en tanto su padre se familiarizara con el ritmo de trabajo por completo, con la ayuda de Lan Xichen.

La transición por supuesto, no se había dado con la serenidad que Lan Wangji hubiese deseado, en primera instancia porque el repentino fin de la seclusión de su padre tomó a los miembros del consejo de ancianos por sorpresa: estaba caminando por los jardínes de la Habitación Fría cuando fue detenido por un discípulo quien al no reconocerlo, le cuestionó su identidad. No obstante, Qingheng Jun que se lo había tomado con humor, permitió a Lan Xichen revelar su nombre y su título y aunque hablar de los demás estaba prohibido, la noticia no tardó en llegar a todos los rincones del lugar.

Algunos ancianos se preguntaban cuánto podían confiar en que el verdadero líder de secta no fuese a abandonar sus tareas otra vez y también el por qué a pesar de todo, lo primero que había hecho fue prohibir que se esta información dejara los límites del clan.

Con suerte estas dudas serían despejadas una vez que se llevara a cabo la ceremonia de su restitución.

Sinceramente el menor de los Lan no sabía qué esperar, para él su padre todavía resultaba un misterio. No fue sorpresa que a pesar de que a último tiempo el líder de secta había acostumbrado a tomar la cena en compañía de sus hijos, una noche antes de la reunión prefiriera a pasar de largo y meditar en soledad en su nueva residencia.

Por primera vez desde que el abuelo de Lan Wangji y Lan Xichen, el Gran Señor de la Montaña Nublada gobernaba estas tierras, toda la familia había sido convocada, hasta los miembros de más edad poco a poco comenzaban a llegar al área central con sus familias.

Ellos fueron los primeros en presentar sus respetos al líder de secta seguido por sus hijos y por sus nietos que ya tenían la suficiente edad para estar ahí, algunos de estos hombres no habían visto Qingheng Jun en más de veinte años y a momentos parecían detenerse al contemplar la imagen de la de la familia principal que se alzaba ante ellos como un árbol. En la cúspide estaba Qingheng Jun con uno de sus hijos a cada lado: Lan Xichen a su izquierda y debajo de este el lugar vacante que algún día ocuparía el hijo de este. A su derecha estaba Lan Wangji, el heredero de Lan QiRen como el segundo de sus hijos y quien algún día pasaría a ocupar el lugar de su tío un peldaño abajo cuando a su vez, Lan QiRen tomara la posición de Venerable Gran Maestro que actualmente llevaba Lan QiFeng. El mayor de los hombres Lan estaba sentado en la base como un fuerte tronco, presidiendo esta ceremonia.

-Nuestro santuario ha sido testigo de un hecho inusual-habló y como podía esperarse de un hombre de su reputación, sus palabras fueron liberadas como si se tratara de una gran enseñanza, todos guardaron silencio entonces, incluso el líder de secta -La secta Lan ha sido advertida de los hechos por venir-continuó- Y aunque este vistazo nos presenta la oportunidad de preservar nuestro acervo y prepararnos para las vicisitudes del futuro, es nuestro deber asistir en la conservación del mundo tal y como lo conocemos-el anciano recorrió con la mirada a cada uno de los rostros al frente mientras hablaba.

Sangre jovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora