Capítulo 20

870 108 21
                                    

Flor de Pantano

¿Supiste que el hermano del líder de la secta Lan está buscando una esposa?preguntó un hombre a otro mientras almorzaban, el que escuchaba arrugó el entrecejo, extrañado Creí que era el segundo hijo del líder de secta el que estaba buscando esposacontestó.

No, nole aseguró el otro Es para el viejo, seguramente escucharon mal. El tío de los herederos es quien quiere casarse.

Dicen que el viejo nunca se casó por hacerse cargo de los sobrinoscontinuó Y ahora que el más joven ha cumplido la mayoría de edad, él también quiere formar su propia familia.

Ah, es justo, es justodijeron mientras asentían de acuerdo.

también escuché que...se movió para contarle este rumor al oído y lo que sea que fuese, los hizo reír entre dientes.

Lo que había sucedido después de su última reunión, fue un enfrentamiento que desde el principio estuvo destinado al fracaso para Lan Qiren, quien intentó con toda su influencia echar por los suelos la orden de su hermano apoyándose en el hecho de que el otro lo había amenazado. No obstante, cómo era de esperarse el consejo de ancianos no estuvo de acuerdo con sus reclamos pues tal y como Qingheng Jun le indicó, era justo demandar su obediencia como lo habían hecho con todos los hombres del clan, algunos de los cuales eran incluso hijos de los ancianos que conformaban este consejo.

Conoce usted mejor que nadie que el castigo a la desobediencia es la flagelación. El respeto a nuestros superiores es pieza medular de nuestra sociedad, el líder de la secta no se equivoca en este asunto.

Contrario a lo que esperaba, Lan Qiren salió el salón del consejo con un mandato más: debería encontrar una esposa en los siguientes noventa días o tal y como las reglas dictaban, sería azotado con el látigo de la disciplina por su desobediencia.

La noticia se divulgó por todo el Jianghu rápidamente, especialmente entre aquellos clanes se encontraban alrededor de Gusu. Fue recibida con sorpresa entre la Sociedad de la Flor de Ciruelo, llamada así por aquella que sobrevive a los embates del invierno y se levanta muy hermosa entre la nieve. Lo cual era un eufemismo para llamar al grupo de señoritas que habían pasado la edad casadera y que en este punto, estaban a la espera de un golpe de suerte o del destino. Una oportunidad como la que ahora se presentaba no aparecía todos los días.

Si es un Lan ¡Por supuesto que debe ser guapo!exclamó una de ellas mientras se retocaba el cabello frente a su espejo de mano -El abuelo me contaba que el padre de los jades resplandecientes de Lan era capaz de avergonzar a su paso a las flores más bellas ¡No hay manera de que alguien así tenga hijos feos!

¿Y si es tan guapo por qué no se ha casado hasta ahora?

Dicen que es un escolar, de esos que tienen las narices entre los libros ¡Probablemente se haya dedicado enteramente a cultivar!

La primera que había hablado se encogió de hombros y continuó con lo que hacía. ¡A nuestra edad, feos o guapos! ¡Cultivadores o no, agradeceré lo que los dioses me pongan en el camino!

Pasaron solamente algunos días para que Lan Qiren fuera invitado a hacer una visita a la sociedad, pero el tío que todavía estaba resentido de que se le hubiera impuesto, aún pensaba que esto era demasiado indigno.

¡Desvergonzadas!exclamó enojado, haciendo la carta a un lado, agitó la cabeza y volvió los dedos al té, con la espalda recta.

Lan Xichen que lo acompañaba no podía decir que la situación en la que estaba su tío no le hacía sentir una satisfacción extraña muy dentro aunque probablemente las reglas lo prohibían. Sólo esperaba que esto le mostrara algo de empatía al final.

Sangre jovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora